Primer Capítulo.

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- ¡Maldición, asquerosa luz! -Exclamé en el momento en el que sentí luz de sol en mi rostro.

- Levántate ya Nick - Y esa fue mi nana, la amo, sí, pero odio que me levante así.

- Dame cinco minutos, Jannet -.

- Que complicado - Dijo, y segundos después, sentí mis colchas empaparse. - Ah, lo siento, no lo noté - Comento tan hipócritamente como le fue posible.

Me levanté, sabía que ella no me dejaría en paz hasta verme fuera de la cama, la conozco bien, tomé una toalla blanca de mi cuarto de ropa y me dirigí al baño para tomar una ducha.

- Dejo tu desayuno sobre la mesa cariño, iré a levantar a Jerry - y se fue, cerrando la puerta tras de sí.

Me desvestí e ingresé en la ducha, debía apurarme, tenía menos de una hora para estar en la universidad, y hoy tenia examen. Salí y me vestí, mientras tomaba mi desayuno, tan rápido como pude. Termine de abotonar mi camisa, tome mis llaves y baje corriendo las escaleras, en veinte minutos tenía mi primera clase.

- ¡Nos vemos en la noche Jann! - Grite mientras corría al garaje por mi auto, el cual me habían regalado hace año y medio para mi cumpleaños número 18. Subí a él, y conduje hasta mi facultad, deje el auto en mi parqueadero habitual, tome el computador, mis notas, y camine hasta el salón del profesor Thompson. Gracias al cielo, llegue a tiempo, aún estaban entrando todos y no tendría retardos, ni perdería la presentación de mi exposición. Tome el ultimo asiento de la tercera hilera y saque mis notas para repasar antes de que fuese mi turno.

En lo que terminaba de repasar, cayó en mi mesa un esfero. Levante la mirada para ver quien lo había lanzado, me enfade, quería golpear al que lo haya lanzado, a mí nadie me lanza nada, todos saben aquí que me deben respeto. A dos metros de mí, cruzando la cuarta fila en el segundo asiento, estaba una chica, una estúpida chica que se equivocó al lanzar su puto esfero. Me levante, todo el lugar estaba en silencio, sabían lo que pasaría a continuación, no es la primera vez que pasa esto.

- ¿Qué tan estúpida tienes que ser para ser capaz de lanzarme algo? - Dije a medida que me acercaba a ella.

- ¿Estúpida? Es irónico que lo digas ¿sabes? ¿Qué tan estúpido debes ser tu para querer provocarme miedo a mí? – Hablo, y vaya que tenía una voz irritante, no era gruesa ni tampoco chillona, pero nunca me había irritado alguien con tan solo hablar.

- Niña, no te equivoques, no necesitas problemas conmigo –

- No, creo que quien se equivoca eres tú, tu no me conoces, y, en realidad, no quieres hacerlo –

- Muñeca, te dejare algo claro, si lo que quieres es un problema, preciosa, conmigo ya lo ganaste –

- Ser estúpido de seguro es tu vocación JAJAJA – Dijo mientras estallaba en carcajadas, y cielos, su risa era más irritante que su voz.

Estuve a punto de responderle, pero entro el maestro y nos pidió sentarnos a todos. Nos retamos con la mirada, y nos retiramos cada uno a nuestros respectivos puestos. Estúpida chiquilla no sabía con quien se había metido.

Saque mi teléfono del bolsillo de mi campera, le escribí a Ryan que hoy iría a la carrera, y lo volví a guardar.

- ¡Sr Anderson! ¿Algo que quiera compartir con la clase? –

- Por favor sr. Thompson, no inicie una conversación que sabe que perderá, esto no es la escuela, usted no puede darme un castigo, ni decomisar mi teléfono. Continúe con su clase e ignore lo reciente – Dije mientras estiraba mis piernas y colocaba mis brazos tras mi cabeza, adoptando una posición cómoda.

El sr. Thompson no respondió, sabía que todo lo que yo dije era cierto y no tenía argumentos válidos para decir. Mientras él explicaba acerca de que terreno es el mejor para iniciar una construcción, yo pensaba en la chica estúpida con la que había discutido, me era sumamente familiar, sabía que la había visto en algún lugar. La observe, si, y al instante supe donde la había visto.

***

- ¿De quién es ese auto, Ry? – Le pregunte a mi mejor amigo mientras veía un McLaren F1 blanco ingresar en la zona norte, nuestra zona.

- ¿Eh? Ah, es de Aaron, ¿no lo recuerdas? El nuevo, el de la zona sur, te lo presente hace un par de noches, hermano. –

Asentí hacia Ryan haciéndole entender que si lo recordaba.

Me apoye en el capo de mi auto para observar disimuladamente quienes bajaban de aquel auto. No me sorprendí al ver bajar a la chiquilla estúpida de mi clase junto a él, ya tenía la sospecha de haberla visto con ese tipejo alguna otra noche, y la acababa de confirmar.

Hoy había ronda de pelea femenina, tan pronto acabase seguía la carrera, y un rato más tarde fiesta en la casa de Stacy, una fresita que era experta en cuanto al sexo.

Me acerque a ver la siguiente pelea, y vaya que esa chiquilla era una caja de sorpresas, puesto que era ella quien se enfrentaba con una chica de mi zona que había visto un par de veces, Chelsea.

La chiquilla inicio lanzando un golpe que asestó en el ojo de Chelsea, esto fue una distracción, ya que mientras esta subió sus manos en defensa, la primera dio una patada en el vientre de la segunda, que la derribo, y al instante estaba la chiquilla sobre Chelsea propinando una serie de golpes que terminaron cuando esta golpeo el suelo tres veces, indicando así, que se rendía. El réferi se acercó y levanto la mano de la ganadora que sonreía alegremente.

Me retire cuando llego Aaron y beso salvajemente a la chiquilla, al parecer eran novios o algo así.

En cuanto llegue junto a mi grupo de amigos, salude y choque puños con unos cuantos y me senté sobre unas canastillas de cerveza vacías.

Conversaba con unos cuantos amigos cuando llego Aaron junto a la chiquilla e iniciaron una discusión contra una pareja de mi zona. No tarde en levantarme y llegar al frente del nuevo.

- ¿Algún problema aquí? – Pregunte directamente al nuevo.

McLaren F1: es un automóvil superdeportivo desarrollado por la empresa británica McLaren Automotive.

Réferi: Arbitro de una competición, en este caso, una pelea clandestina.

Primero, segundo y tercero siempre yo.Where stories live. Discover now