A thousand years [Cancelada Temporalmente]

'La señorita Wallace'

*Narra ___*

Eran exactamente las dos y cuarenta y uno de la tarde, me encontraba en mi academia de canto, puedo decir que sé cantar y bailar porque son cosas que verdaderamente amo hacer, hago amigos aquí todo el tiempo y eso me gusta.

Mis mejores amigas, Katie, Chloe y Jeannette, aunque le decimos “Jane” para abreviar todo, las quiero mucho, las conocí aquí, en la academia, cada una tiene una personalidad distinta y creo que por eso es que mi amistad con ellas es tan buena

Katie, ella es como la “coqueta” del grupo, tenía veintiún años, siempre llevaba consigo maquillaje y ropa de repuesto, piensa que le será útil en algún momento, con algunas personas es dura o hasta odiosa, pero es una gran amiga cuando la conoces de verdad. Su cabello es liso y rubio, pero no se porta como tal, es muy delgada

Chloe, ella sinceramente es un tres en uno, cocinera, cuida de nosotras y también es la “nunca tendré novio”, tiene veinte años pero no los aparenta, al igual que yo que tengo dieciocho, ella tiene el cabello rojo-anaranjado, es hermoso.

Jane, Jane es la que más está conmigo, ella es la ruda, bueno no tanto pero si con ciertas personas, aunque es muy divertida, de las tres es a Jane a quién prefiero, me la paso muy bien con ella. Es alta y tiene el cabello rojizo-castaño, tiene buen cuerpo aunque tiene novio.

Y esas son mis mejores amigas.

-¡Bien! Quiero armonías –dijo nuestra profesora, nosotras bufamos y nos levantamos de la banca en que estábamos- comiencen los chicos con “waiting for you” las chicas comienzan justamente en el “you” ¿bien? –asentimos

La señorita Wallace, bueno, nuestra profesora, era ¡Una vieja insoportable! No nos quería, sólo nos soportaba porque nosotros le pagábamos para alimentar a sus 100 gatos y su vieja y arrugada boca

Los chicos que también estaban en la academia, comenzaron a cantar una canción juntos y al decir esas palabras, nosotras cantamos un “you” que para mí, parecía algo angelical.

-Hermoso –dijo sonriéndonos- bien, creo que ésta es nuestra despedida chicos, gracias en serio por haber entrado en ésta academia, fue un honor haberlos tenido aquí y espero que triunfen en la música –le sonreímos y fuimos a abrazar a nuestra algo vieja profesora

Si, hoy era nuestro último día en la academia, ya yo había estado desde los once o doce años aquí, y sirvió de mucho para serles sincera.

El día en Los ángeles estaba sumamente hermoso, muchas personas caminaban por las calles sonrientes mientras hablaban, eso me encantaba de esta ciudad, desde que me mudé aquí no he dejado de amarla, e incluso, la amo aún más.

Verán, antes cuando tenía diez años vivía en Georgia, mis padres notaron que a mi me gustaba mucho el canto y el baile, por lo que comenzaron a buscar buenas academias en donde inscribirme y dieron con esta, por suerte, mi tía Sharon, mi tía favorita ahora, vive aquí así que vine a vivirme con ella para que pudiera venir con más facilidad.

Mi tía, es mi mejor amiga también, es mi hermana, hace de papel muchas cosas, la quiero como una madre.

Al terminar la clase me despedí de las chicas y salí del edificio, para dirigirme a mi auto que me esperaba aparcado en el estacionamiento del edificio de cinco pisos, ocupado solamente para la academia.

En el camino coloqué mis canciones favoritas porque estaba de muy buen humor.

Conduje al supermercado para comprar unas cosas que hacían falta en la casa, luego volví con las bolsas a mi auto y entré en él.

Me dirigí a mi casa, mi propia casa, la había compré apenas cumplí los dieciocho años, mi tía no estuvo de acuerdo pero aceptó al igual que mis padres, bueno, aunque ella pasaba más tiempo en mi casa que en la suya

Al llegar, me bajé con mi bolso y las llaves del auto tarareando una de las canciones de One Direction que había escuchado en el camino.

Metí las llaves de mi gran casa dentro de la cerradura y entré.

-¿Tía? –dije en voz alta, escuché ruido en la cocina, caminé hacia ella- Tía Sharon –la llamé, ella pegó un salto y me miró

- ___, linda me asustaste –me reprendió, reí y le di un beso- ¿Cómo te fue?

- Muy bien, la señorita Wallace casi me hace llorar con el gran discurso que nos dio –puse mis ojos en blanco mientras hablaba con sarcasmo, mi tía rió- ¡Tía! Tenía escrito en la frente “Váyanse y nunca más me busquen muchachitos mimados” –dije con una voz de vieja eso último, mi tía carcajeo

- Bueno, al menos ya terminaste y ahora puedes concentrarte en la universidad –dijo esperanzada, la miré arqueando mis cejas

- si claro, como si recordaras que Jay Green me llamó y nos pidió a Jane, Katie, Chloe y otros de la academia para que…-me interrumpió

- lo sé –suspiró- para que bailaran en el festival –dijo imitando mi voz “aguda” reí

- sí, y no creas que dejaré pasar, eso, luego veremos, en realidad no estoy pensando mucho en ir –dije algo insegura- adiós, iré a dormir –besé su mejilla y corrí hacia las escaleras

- ¡___! –paré y la miré- no vendré mañana porque tengo que acompañar a Duke –su gato- al doctor –reí y asentí, seguí subiendo hacia mi habitación

Yo amo mi habitación, en especial mi cama, paso horas allí sin hacer nada, es la parte que más me gusta de mi nueva casa, mi habitación es muy moderna, porque yo la hice así, tengo una gran pizarra de corcho donde pego cosas importantes, fotos, recordatorios, si pongo una foto con alguien o de alguien allí, es un honor, en serio, o bueno, eso es lo que dicen mis amigas.

Vacíe  mi bolso y lo colgué en un perchero que estaba en mi vestidor, guardé las cosas y comencé a desvestirme para ducharme.

Salí envuelta en una toalla color morada para caminar hacia mi vestidor-armario, me coloqué una ropa cómoda, era ya las seis de la tarde. Me lancé en mi cama después de haber apagado todas las luces, tomé mi teléfono y me metí en Twitter

Casi se me sale el corazón al ver estos twits