Age of Astaroth

Capítulo 1: ¿Qué pasó?

—Esperad un momento, por favor —dijo Yukio cuando todos comenzaron a recoger sus libros. Ryuji ya estaba preparando mentalmente un horario de estudio para por la noche; las clases empezaron hace apenas dos semanas, pero ya se encontraban hasta arriba de tareas—. Tengo algo que deciros.

Los exwires se sentaron nuevamente, expectantes y con una sensación de temor extendiéndose a su alrededor. Ryuji, con anticipación, intentó examinar la cara del joven profesor, pero su expresión era ilegible.

—Después de haberlo estado debatiendo recientemente, ha habido un cambio importante en el plan de estudios que entrará en vigor dentro de tres semanas. El consejo del Vaticano ha decidido que ahora más que nunca necesitamos al personal más cualificado posible, y para ello han introducido otra prueba eliminatoria que será antes del examen final de exorcista. Y los que no la aprueben, no podrán hacer este examen.

El aspirante a Aria se sorprendió al igual que el resto, pudiéndose oír algunos jadeos indignados de fondo. ¿Un nuevo examen? Otra cosa más que le resultaba extraña, haciéndole llegar a plantearse si tenía algo que ver con su compañero desaparecido. No entendía por qué, pero hiciera lo que hiciese, sus pensamientos siempre iban a parar al mismo punto.

—Hasta ahora, la mayoría de vuestras prácticas se han basado en el espíritu de equipo y la cooperación —continuó Yukio—, y de hecho, ambas cualidades son cruciales para los exorcistas mientras están en el campo. Pero el desarrollo de vuestras capacidades individuales también es importante para poder contribuir activamente al resultado final del equipo, así que este nuevo examen se centrará en eso. A cada uno de vosotros se os dará un proyecto que tendréis que realizar por vosotros mismos bajo la supervisión de un profesor asignado. Ahora os voy a entregar las instrucciones, leedlas cuidadosamente y no os olvidéis de reuniros con vuestro supervisor a la hora especificada. Tened en cuenta que son estrictamente confidenciales y que no debéis comentarlo con nadie que no sea vuestro supervisor a no ser que tengáis su permiso. Eso es todo por hoy.

Joder, que directo. Pero esto no me ha tranquilizado para nada, pensó Ryuji al pasar por el escritorio del profesor. Este le entregó una carpeta manila con su nombre. Una vez en el pasillo, se quedó mirándola por un largo rato, hasta la humedad de sus manos había comenzado a dejar un rastro en la cubierta.

—¿Qué es lo que piensas, Bon? ¿De dónde demonios crees que ha salido esta idea? —preguntó Shima visiblemente nervioso—. Se supone que el examen final ya es de por sí difícil...

Izumo resopló.

—Puede que piensen que esto nos servirá para ver en qué somos realmente buenos antes de que nos decidamos y solicitemos un título de Maister. Y si tenemos en cuenta que cuando trabajamos en equipo algunos solo hacen el vago, pues...

Sip, había pasado un tiempo desde que Kamiki le puso de los nervios por última vez. El aspirante a Aria apretó los dientes y su mano libre se apretó formando un puño a uno de sus lados, deseando lanzarle un puñetazo. Su ira aumentaba al saber que el idiota ya no estaba allí para separarlo de ella.

Maldita sea, ¿por qué? ¿Por qué se había ido?

—¿B-Bon? ¿Estás bien? —preguntó lentamente Konekomaru, haciéndolo reaccionar.

—¡Qué bien, Izumo! Ahora tienes la puta oportunidad de demostrar que eres mejor que cualquiera de nosotros —escupió.

—¿Qué demonios te pasa? ¡Estaba diciendo algo obvio!

Su mirada se arrastró hacia la otra chica de su clase, notando la incomodidad en su pequeño rostro de porcelana. Se veía como agarraba fuertemente sus libros y la carpeta, angustiada por la pelea que se desarrollaba ante ella, pero sin expresar su propia opinión. No es que Moriyama mostrara normalmente su punto de vista, pero esta vez parecía estar flaqueando, como si no supiera qué hacer. Ella y Okumura eran amigos, o por lo menos lo habían sido, por lo que seguramente se sentiría perdida sin él.