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Intente no hacerlo pero mi corazón me decía "insiste"quería que te quedaras. Finalmente le hice caso a sus latidos intensos de desesperación por temor a dar perdido el amor de su vida, su dueño.
Entonces con la voz muy aguda y con la mirada perpleja, intente decirte con indirectas que te quedaras, pero al ver que no entendías, mi agonía acelero mis sentidos y mi corazón una vez más depresivo gritó ¨que te quedes por favor¨,( aun no había terminado) sumergida en mil lágrimas levante mi rostro, te mire directamente a los ojos y decidí acercarme a ti, agarre tus manos y puse mi oido sobre tu pecho y entre llanto te dije ¨amo el latido de tu corazón¨ ví como tus ojos se llenaron de melancolía y sin pensarlo decidí abrazarte fuertemente y pensé que nunca te soltaría, pero lo hice. Insistí tantas veces que perdí la cuenta , insistí tanto que me quede sin voz, añorando que te quedaras, aún sin recibir una respuesta, con un silencio tajante. Entendí por las malas que era hora de dejarte ir. Pude notar el estremecer de mi alma que el dolor era tan grande que no me permitía dejar de sollozar, fue como si arrancaran de cuajo una parte de mi. le exigía al cielo que me explicara la razón, de tu partida y la razón de mi dolor y de nuevo no escuchaba mas que el sonido de mi respiración cada vez mas lento.
Pasaron los días como si fuesen años, largos, eternos. Caminaba lento bajo la penumbra de las ilusiones rotas, con las esperanzas vacías. De vez en vez pensaba en ti, en lo mucho que me hacías falta y deseaba por lo bajo que tú dolor fuese más fuerte que el mío, que te pesará el gran daño que me hiciste.
