· B E T· {Kookmin - Twoshot} // Lemon //

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-¿Estás seguro de querer aceptar la apuesta?-me provocó con aquella sonrisa ladina tan característica suya-Prepárate para perder.

-Ya sabes que esa palabra no está en mi vocabulario-respondí con una sonrisa de vuelta mientras cerrábamos el trato con un apretón de manos.

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Día 1:

(9 am)

La había atrapado nada más entrar por la puerta del reciento, ya casi era hora de que las clases comenzaran, pero aquello no me podía importar menos. Mis manos en sus marcadas caderas se deslizaban de arriba abajo hasta su trasero y lo acariciaban a conciencia, ella sonreía con lujuria en medio de aquel beso fogoso, debía reconocer que no lo hacía mal. La apoyaba contra aquel escondido árbol en el desierto patio del recinto, era perfecto, escondidos a la vista de los curiosos y sin nadie que nos molestase.

-Hmm~ cariño-dijo a medida que intensificaba aquel beso y ella comenzaba a frotarse contra mí.

-Me encantas-le dije sonriéndole de vuelta. Sinceramente, me encantaba tanto como me podía encantar una mierda o una bolsa de basura, sólo había que verla por el instituto; un escote abierto el 200% de las veces, aquel pelo rubio mal teñido, su irritante voz con un toque nasal... ¿Ámber se llamaba? ¿Tiffany tal vez? Lo único que bastó para tenerla en aquella situación fue un atrevido roce y un susurro.

-Llevo fijándome en ti taaanto tiempo~-rió. Necesitaba que se callara ya, no creía que aguantaría mucho más así que deslice mi lengua hasta casi su garganta y una de mis manos la destiné hacia su escote. Algo bueno tenía. Vaya buen par de tetas.

-El sentimiento es mutuo-mi mano se deslizaba a través de aquella bonita ropa interior de encaje, su piel se erizaba a mi tacto y aquello me estaba excitando. Después de eso mi mano estaría bastante ocupada por el resto de la hora.

-Entonces... ¿tenemos algo?-preguntó parando aquel voraz beso.

-Por supuesto-respondí con una media sonrisa y volví a besarla.

El resto de la mañana transcurrió bastante divertida.

Día 2:

(13 pm)

Nos encontrábamos todo el grupo en una de las grandes mesas de la cafetería, Yoongi dormía casi sobre su plato de comida mientras V se debatía sobre si despertarlo o utilizar aquel rotulador permanente para firmar su escrito de defunción al intentar pintarle un mostacho en la cara, Jin estaba concentrado en aquel grueso libro mientras que Namjoon y Hobi charlaban animadamente sobre algo que veían en el teléfono del mayor. En aquella mesa nadie nos prestaba atención ni a Krystal ni a mí a pesar de que ella se encontraba sentada sobre mi regazo en aquella pequeña silla. El enano seguía desaparecido, la última vez que lo vi fue el día anterior en la única hora a la que fui a clase, recuerdo perfectamente su sonrisa burlona al ver la bronca que me estaba llevando por parte de la profesora por entrar en el salón de clase con media camisa desabrochada y el cinturón mal puesto, rió cuando pasé por su lado y me dirigió una mirada de complicidad a medida que me sentaba en el pupitre, yo sencillamente asentí y me concentré en atender a algo de aquella aburrida clase.

-¿Por qué eres tan mono?- me preguntó con una bonita sonrisa sacándome de mis pensamientos.

-No soy mono- respondí molesto, creo que de las infinitas palabras que tenía el diccionario de la Real Academia de la lengua Española, aquella no me definía en absoluto. Es más, ni un pelo.