Me levanto rodeada de unos cuantos libros que la anoche anterior estuve leyendo, los dejo todos a un lado y me incorporo. Un mensaje desvía mi atención que le prestaba a la ventana. Es él, como no... siempre es él, enviándome esos mensajes que me matan. Un "te echo de menos" no acorta la distancia que nos separa, al igual que una lágrima no borra la historia que vivimos...
Nuestra historia de la azotea acabó en el aeropuerto donde nuestras despedidas se disolvían entre las lágrimas y los besos, no sigue, no hay un final feliz, hay unos 300 km que separan las perdices de los cuentos, y hay que superarlo, hay que buscar y probar y encontrar y perder, ¿por que no?
Desde él ya ha pasado un chico mas por mi vida, y no ha sido ni la mitad que él, ha sido otro capullo que acabó hiriéndome con la puta del pueblo. Ahí perdí, pero ahora gano. Estoy segura.
Ahora gano con un amigo que poco a poco se convierte en algo más. Llevo poco tiempo hablando con el pero estoy segura de que no soy la única que siente algo. Él es ese algo que no se puede explicar con palabras, o quiza simplemente es ese algo que me ayudará a superar a Sebas, el de la azotea, el de los 300km.
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Un sueño de un segundo
RomanceUna chica vive rodeada de miedos que le impiden seguir adelante, de recuerdos que hacen de valla, y de sentimientos que le hacen de freno.