La Perfección Es Una Ilusión

75 6 5
                                    

La lluvia es tan hermosa, tan relajante. El solo hecho de ver el cielo nublado me llenaba de una mezcla de emociones que no podía describir, su frió mas el aroma de la tierra mojada me hacían sentir como si estuviera en casa. Aunque apenas estaba empezando a lloviznar, cada gota que caía en mi rostro era lo mejor del mundo.

-¡Hijo, a comer!- escuche a mi madre gritar desde dentro de la casa.

-Justo cuando te pierdes en tus pensamientos alguien por obligación siempre te sacará de allí- mencione con algo de ironía mientras me paraba para bajar del techo de la casa.

Al entrar me senté en la mesa mirando un momento mi plato de comida -No se porque siempre que empezara a llover subes al techo. Un día de estos te vendrás resfriando-

Sonreí un poco ante el comentario de mi madre para luego tomar el tenedor -Siempre me dices eso y nunca me resfrió-

ella me miro un momento y luego miro mi mano cuando tome el tenedor -¿No se te olvida algo?- menciono levantando una ceja.

Mi madre tenia la manía de regañare si comenzaba a comer sin haber agradecido antes por la comida -Esta bien-

Luego de dar gracias y haber comido. Subí a mi cuarto para arreglarme he ir la secundaria.

No tenía muchos ánimos de ir hoy,  aparte que me sentía algo extraño. Un pequeño pitido en los oídos, que aunque era tolerable. Además de que me picaba ligeramente el cuerpo, aunque podía ignorar todo eso, no dejaba de ser un poco molesto.

Al llegar a clases me senté donde siempre, tercer puesto en la fila que estaba al lado de la ventana. Una de las ventajas de llegar temprano es que puedes escoger el puesto que desees.

El día paso con total normalidad, la típica clase, y los típicos alumnos que hay en todo el planeta. Lo que reafirmaba mi punto era Miguel, el típico chico que se cree la gran cosa y le gusta molestar a los demás. Me encantaría romperle la cara algún día, pero eso solo me metería en problemas.

Me encontraba en el cafetin comprando una lata de refresco y algo de comida para almorzar -Me pregunto cuando sera que pasara algo verdaderamente interesante- y al parecer mis palabras fueron escuchadas, porque en eso Miguel y su novia empezaron con un escándalo discutiendo por celos, o eso creía escuchar. No era algo tan entretenido como un documental pero era mejor que nada.

Estaba acostado en una de las mesas que estaba en el patio disfrutando de la hora libre, debido que uno de los profesores no vino por atender el parto de su esposa.

Le debo agradecer ya que no tenia muchos ánimos de ver historia el día de hoy y menos por como me sentía

-Mañana iré al medico a ver que me ocurre- mencione con algo de desánimo colocando las manos detrás de mi cabeza.

Ya eran las 3pm y había terminado la clase, tome los últimos apuntes y guarde mi libreta mientras observaba como todos salían.

Solo 3 semanas mas  para entregar el proyecto y luego a la graduación

-Hey Aureus-

Salí de mi mente al escuchar al profesor que me llamaba mirándole algo confundido al acercarme -Sucede algo profe?-

-Es para hablar con respecto al trabajo que entregaste- menciono sacando mi trabajo de su escritorio.

Genial... estoy muerto...

-¿Esta malo o tiene algo que no le parece? Si ese es el caso, deme hasta mañana y lo arreglo-

-Tranquilo no tiene nada de malo, es solo que me llamo mucho la atención tu estilo de narración y escritura. La manera en que relacionaste todo esta muy fascinante, sin duda tienes talento y mas al momento de escribir la manera en que los protagonistas tienen intimidad- Le logre notar un leve sonrojo.

La Otra Mitad de mi Vida (titulo temporal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora