Kents y Jones/Morse

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En un pueblo a las afueras de Texas, rodeado por una cantidad de mesetas y riscos, una manada de lobos salvajes que rodeaba el pueblo bajaba hacia el pueblo entre juegos y carreras, cuando estaban por llegar, el líder se detuvo y los llamo, miraban rumbo a una casa donde estacionaban una Grand Cherokee verde y un camión de mudanzas. El líder y unos pocos de su grupo se acercaron con curiosidad, vieron a un hombre adulto de color, ojos marrones oscuros, cejas negras no muy pobladas, calvo, era alto, y un poco fornido, después de él, un joven alto, blanco, de cabello pelirrojo y ojos verde intenso, con una sonrisa de lado tomo una caja.

-levántate dormilona-grito a adentro del vehículo- ven a ayudar no seas floja, ¿no estabas emocionada por llegar por fin a nuestra nueva casa?-arqueó una ceja mientras se veía movimiento dentro del vehículo, entonces salió una joven-

La chica era de cabello largo por debajo de los hombros, ojos marrón claro y piel rosada, llevaba una falda color salmón y una camiseta sin mangas blanca, con unos zapatos negros y medias blancas, tenía una expresión desorientada, como si acabara de levantarse, además del cabello un poco desordenado y se tallaba un ojo con la mano derecha, era obvio que el chico la había despertado. La joven se estiro un poco y tomo una caja para poder ayudar a los dos hombres a llevar todo dentro de la casa, los lobos se alejaron, excepto por uno, el líder paso las bayas de la casa contigua y ahí se transformó en un apuesto joven de cabello negro corto algo alborotado, ojos serios azules, piel blanca y una expresión molesta, llevaba una camisa negra con una ''S'' roja, jeans azules, guantes de motociclista negros y botas marrones, entro en la casa por la puerta de la cocina, tomo un vaso con jugo de naranja y se dirigido a la sala de estar, ahí, dos adultos de cabello negro y ojos azules hablaban entre ellos, cuando el joven se acercó se sentó con ellos en la mesa.

-¿cómo les fue en la exploración hoy hijo?-pregunto el hombre a su hijo, a pesar de que sus dos padres eran pelinegros de ojos azules, el parecido del chico con su padre era innegable, hasta tenían la misma expresión de seriedad-

-bastante bien, peinamos toda la meseta sur, hay cantidades de venados, los cazadores pueden darse un paseo cuando quieran, siempre y cuando no acaben con la población- hablo el joven con mucha seguridad-padre, también hay algo que debo comunicarte, en la casa de al lado se están mudando personas nuevas, dos jóvenes y un adulto

-sí, ya nos habíamos percatado hijo, pero descuida-dijo la mujer poniendo una mano en el hombro de su hijo-esa persona que se está mudando, el adulto, es un viejo conocido de tu padre

-asi es-habló el hombre-verás hijo, esa persona formo parte de mi manada hace tiempo atrás, y de hecho, hasta el nacimiento de tu hermana estuvo viviendo cerca de aquí, sin embargo, se tuvo que ir por motivos familiares-le dijo de forma tranquilizante-si te da tanta curiosidad los jóvenes puedes ir a visitarlos, en un rato tu madre y yo iremos también, así que espéranos allá-el joven asintió y subió escaleras arriba al segundo piso-

En el segundo piso se encontraban las habitaciones, se dirigió a la derecha y entro por la primera puerta, detrás de la cual había un cuarto rosado con muebles blancos y muchas cosas de niñas, muñecas y juguetes regados por el suelo. Miro a ambos lados y en la cama encontró a quien buscaba, coloreando unos dibujos, una pequeña niña rubia con colitas, y ojos azules se encontraba concentrada. El joven se acercó y se sentó junto a la pequeña para mirar lo que dibujaba, el problema era que al tener solo 5 años, la pequeña solo dibujaba garabatos, y ella siempre hacia que el adivinara que dibujaba sin resultado alguno.

-pequeña, tenemos nuevos vecinos, ¿quieres ir a visitarlos?

-no, yo dibujo-le dijo la niña mientras se esforzaba más en ponerle bien el amarillo a su dibujo-

Fangline(young justice fanfic)Where stories live. Discover now