Capítulo Único

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– Es-Espera, Chris~ – habló Robert Downey Jr. jadeante sobre el cuerpo de Chris Evans quien tocaba la cintura con sus grandes manos.

– No me hagas detener ahora – Apretaba con ganas esos glúteos, esas partes carnosas y redondeadas, bien redondas que sin contenerse le dio una nalgada.

– ¡Ah~! – Gimió sobresaltandose ante ese golpe, sus mejillas sonrojadas y la boca entreabierta cerca de la oreja derecha de Chris. – Maldit- ¡Ah~! – otra nalgada le fue dada.

– Oh Robert, no me calientes más de lo que estoy. – Besaba su hombro izquierdo, subiendo hasta su cuello y de ahí hasta su boca metiendo su lengua dentro de esa cavidad bucal. Anonadado Robert acepta ese beso luchando su lengua contra la suya que al final Chris ganó.

¿Como llegaron a esto? Pues se puede decir que Robert y Chris llevaban una relación a escondidas hace 7 meses atrás, no les molestaba con tal de estar juntos pero si era un poco complicado porque cada uno tenía su vida y el tiempo no estaba a su favor. Pero esa llama de pasión, deseo y amor no se apagaba ni nunca lo hará logrando que el apetito sexual sea infinito.

Esa noche Chris llamó a Robert diciendo que estaba solo y que lo extrañaba cosa que al mayor lo estremeció. Ese mocoso era cursi, romántico y muy meloso. Lo tenía en sus manos, él era su dueño.

– ¡Chris~! – abrió los ojos de golpe cuando esté medio de golpe dos dedos adentro sin siquiera mojarlos.

Evans quien acostado se encontraba acomodó bien a Robert sobre él, sus piernas a los costados de su cintura, las manos del mayor sobre su pecho ancho y fuerte, sus rostros cerca chocando sus respiraciones entre ellos.

Tener a Downey así lo prendía mucho, tanto que en cualquier momento se vendría.

– Vamos~ gime para tu papi~ – metió más a fondo los dedos moviéndolos en forma de tijera. Los gemidos de Robert era melodía, una melodía erotica para sus oídos.

– ¡Ah~! ¡Ch-Chris, Chris! – No podía creer que ese mocoso fuese tan bueno en la cama, y eso que no era la primera vez pero, cada vez este mejoraba y se convertía en un animal. – ¡Oh Chris~! – sintió tres dedos ya, cuatro dedos ahora – ¡Aahh~! ¡Ah~! ¡Duele~! – lagrimeaba clavando las uñas en sus hombros.

– Ro-Robert~ – trago saliva ante gemidos de Downey. – Joder ya no puedo más – sacó los cuatro dedos de ahí ganando un gruñido de parte del mayor, cambio de posición quedando ahora él arriba – Entraré – puso las piernas sobre sus hombros, tomo una almohada para ponerlo debajo de la cadera de Robert.

– ¡N-No meterás esa anaconda dentro de mi! ¡Fíjate como está! ¡Dura y grande! – intenta alejarse pero los brazos fuertes de Chris que sostenían sus piernas no se lo permitían – ¡Dije que no! –

Chris amaba los gritos y berrinches de Robert, lo excitaba aún más.

– Jmp~ – una sonrisa de medio lado apareció, se acercó y le lamió el labio inferior. – preparate –

– ¡Chris, te lo advierto! –

No era necesario tomar su miembro para guiarlo a su anillo rosado y pequeño, este se apuntaba solo y sin esperar entró de una.

– ...!! ¡¡Aahh!! ¡N-No! ¡Ya no! ¡Aah~! ¡Ah~! – Chris se movió rápidamente, sus pieles chocaban, sus testículos pegaban esas redondas y exquisitas nalgas. Sabía que después de esto Robert lo estrangularía pero valió la pena.

– ¡Ahg! – gruñó ronco por la estrechez del mayor, cálido y bien apretado. Junto sus frentes viendo como sollozaba, gemía, gritaba, gestos de dolor también. – ¡Robert! –

Solo los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora