Capitulo 1: La noche de los maleficios

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El bosque de selva obscura reposaba envuelto en el silencio de una noche sin luna. Sus árboles centenarios y nudosos custodiaban arcanos secretos. Los animales dormían en sus guaridas,a la espera de un nuevo amanecer. Así era...aparentemente. Sin embargo observando con atención el espeso follaje del bosque,podía distinguirse el brillo de unas tenues lucecitas. Posadas en una rama del secular nogal negro estaban las treinta y seis mini hadas centinelas, provistas de arcos,flechas y linternas de aceite.Montaban una guardia que parecía interminable ante el viejo nido de un búho imperial.

  — Me parece que vamos a estar aquí toda la noche. Me duele todo y se me cierran los ojos del sueño — le susurro una de las centinelas a la compañera que tenia a lado.

Ambas bostezaron y la jefa del grupo las reprendió: — Orden,disciplina y silencio! Tenemos una misión secretisima y especial.Deben estar a la altura de las circunstancias; si no, las degradare.

La jefa era menuda como todas las pixies,pero su fuerte musculatura se dibujaba bajo la piel oscura. El traje dorado indicaba la superioridad de su rango.Las dos centinelas murmuraron unas palabras de excusa y enderezaron los hombros,colocándose bien los arcos.

Era extraño ver a las mini hadas armadas, ya que preferían recurrir a la magia .Pero esa noche la diminuta unidad de defensa debía realizar un servicio secreto y especial: escoltar a las cuatro Pixies guardianas hasta el nido y esperar nuevas ordenes. Cada Pixie tenia asignadas nueve centinelas que debían velar por su seguridad mientras abandonaba su puesto para dirigirse al viejo nido del búho.

  — Hacia mucho tiempo que no veníamos a este lugar....¡Que emoción! — murmuro Athena, la guardiana de Fuente Roja,agitando sus verdes alas brillantes.

  — Querida si la memoria no me falla,este viejo nido ha permanecido cerrado durante ciento treinta y tres novilunios — dijo Concorda,guardiana del archivo mágico de Alfea, ajustándose las gafas sobre la nariz. Poseía mucho conocimiento y casi nunca se equivocaba,ya que pasaba la gran parte de su tiempo consultando los antiguos manuscritos conservados en la escuela de hadas.

  — Ah,Concorda,nunca cambiaras...Siempre tan sensata, tranquila e informada — Susurro Discorda , guardiana de Torrenube con los brazos cruzados y su habitual aire malhumorado.

Desde que se habían convertido en guardianas,esta era la primera vez que Discorda convocaba una reunión extraordinaria, y su forma de actuar no dejaba lugar a dudas: se había enterado de algo muy grave. Algo tan peligroso como para inducirla a salir, en plena noche, de su amada cripta en la escuela de brujas para abrir apresuradamente la madriguera que les había regalado, cuatro años antes la señora Faragonda.

 — Chicas,no perdamos mas tiempo. Manos a la obra!— Murmuro inquieta, batiendo sus alas de murciélago color violeta.

  — Oye, Discorda, me gustaría saber ¿por que tienes tanta prisa? — Dijo Concorda mientras se sentaba en su sillón de altísimo respaldo. Luego miro a su alrededor,haciendo girar entre las manos su sombrero celeste.

La madriguera,muy espaciosa estaba totalmente tapizada por una espesa capa de musgo oscuro y alumbrada por multitud de velas. En el centro había una gran mesa rectangular y cuatro sillones majestuosos,revestidos también de mullido musgo.

  — Este lugar es el mejor regalo que podía hacernos la señora Faragonda! — Afirmo Concorda—  . Un rincón secreto,solo nuestro, que podemos abrir cada novilunio; un espacio mágico que nos resguardara de los enemigos y ademas es tan original....

Nenufar noto que el nerviosismo de Discorda iba en aumento e insto con la mirada a Concorda para que se callara. A continuación golpeo el suelo siete veces con su cetro de amatista y las otras tres se volvieron hacia ella. Su lujoso vestido ocre era perfecto, como siempre pero en su cabello habían quedado prendidas algunas de las pinzas que se ponían para dormir, y exhibía un maquillaje algo apresurado. Todo lo cual eran signos evidentes de la prisa con que había abandonado su cama.

Nenufar que no era consciente de su aspecto, sonrio y dijo en tono formal:

  — Declaro abierto el nuevo Pixie-congreso secreto Cedió la palabra a Discorda , que ha convocado esta reunión con tanta celeridad.

Discorda se puso en pie y empezó a andar, haciendo volar las tiras violetas de la cola de su vestido.

  — En Torrenube están ocurriendo cosas misteriosas e inquietantes. Siento una extraña sensación...¡Temo que vaya a suceder algo terrible!— declaro la guardiana muy preocupada.

  — Empieza por el principio y cuéntanoslo todo. Juntas podremos enfrentar cualquier problema — la reconforto Nenufar.

Las demas asintieron convencidas, ansiosas por saberlo todo.

Discorda no omitió ningún detalle mientras la oscuridad atenuada por las llams de las velas,teñía de misterio cada una de sus palabras.

Aquella noche parecía no tener fin.Incluso en Torrenube esta ocurriendo algo inesperado.El colegio y su torre se hallaban inmersos en la negrura.Las luces de los pináculos mas altos se habían apagado hacia rato,las ventanas de las brujas aparecían oscuras y la criatura-fortaleza dormía junto a sus habitantes. Sin embargo la habitacion de las Trix estaba vacía y sus camas intactas.

De repente en las tinieblas de la noche se desencadeno con maléfica energía un sortilegio,sin que nadie supiera quien lo había lanzado ni por que. Una enorme serpiente de denso humos negro apareció de la nada y con sus anillos empezó a ceñir Torrenube. Cuando hubo llegado hasta el pináculo mas alto, hasta la ultima Torre se detuvo un instante concentrándose en algún oscuro plan. Sus ojos amarillos e hipnóticos brillaban en la oscuridad. Su voluntad se apodero de las mentes de los habitantes de Torrenube,robando sus sueños e introduciendo en cada uno de ellos el mismos pensamiento y la misma pesadilla, terrible e interminable.

Todas las alumnas así como las profesoras e incluso su directora, la señora Griffin, tuvieron una visión idéntica: un murciélago negro con una larga trompa aterrizaba en un prado de orquídeas y sorbía con avidez el néctar de una flor y mientras aspiraba crecía cada vez mas hasta hacerse tan grande que aplastaba las flores. Su peso convertía el prado en una superficie pulida como un espejo en el cual cada una de las brujas veía el reflejo de su imagen angustiada.

Algunas chicas gritaron durante el sueño,otras sintieron escalofríos, pero a causa de una maligna e inexplicable debilidad ninguna consiguió despertar.

Mientras la serpiente se enroscaba lentamente alrededor del recinto de Torrenube,en el viejo nido del búho, el medallon en forma de escarabajo que lucia Discorda en el cuello brillo y vibro de improviso. La guardiana interrumpió su discurso,se tambaleo y lanzo un chillido.

 —Mi medallon de esmeralda mágico ha detectado un peligro...Debe haber ocurrido algo grave en mi colegio—Murmuro Discorda mas pálida aun de lo que era habitual en ella.

  — Comprendo tu preocupación pero no exageres — Dijo Concorda.

  — ¡No exagero! — respondió— Tenemos que interrumpir el consejo secreto; debo volver a mi cripta ahora mismo.

Su tono no admitía replica, y la reunión extraordinaria quedo aplazada. Las centinelas fueron avisadas y se organizo rápidamente una expedición a Torrenube; las demás guardianas decidieron acompañar a Discorda para ayudarle en caso de necesidad. Y el grupo se dirigió volando hacia un horizonte oscuro y silencioso.


El nuevo enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora