Querida OliviaHoy fue la boda. Fue una completa porquería...
No, no se cayó el pastel, no, la comida no se quemó, no, el padre no faltó, ni ningún invitado tampoco...el problema es que, huí...
Al principio creí que sería como en esas películas en las que la novia huye, los invitados se enojan y después de un tiempo lo olvidan, pero no fue así.
Resulta que ahora soy un cobarde y ese plan sólo funciona bien para las mujeres ¿Cómo iba yo a saberlo? Pues, creo que me faltó considerar un pequeño detalle...en esas películas la novia huye con un tercero, y yo, yo no tengo a nadie...
Ahora pienso ¿Qué dirá Alison de mi? O peor ¿Qué hará mi madre cuando regrese a casa? Me espera un largo sermón, unas cuantas cachetadas, tal vez un ojo morado-cortesía del hermano de Alison- y muchos, muchos golpes más...
Si, lo sé, debí decirle la verdad desde un principio, pero ¿Cómo hacerlo?
Todos estaban felices ¿Por qué arruinarlo? Además, se supone que yo amaba a Alison antes de que ese maldito camión me chocara y me dejara en coma ¿O no? Entonces ¿Por qué no hacerla feliz? ¿Por qué no hacer feliz a la persona que me cuidó durante ese tiempo? ¿Por qué no hacer feliz a esa persona que a diferencia de ti, si es real? En serio creí que podría, pero no fue así...Oh, Olivia, me hecho tantas preguntas este último mes, que ni siquiera yo sé de que manera responderlas...
Hay algo que no te he dicho...he escrito alrededor de treinta cartas, pero solo he escogido diez ¿Por qué? Pues, primero, en las otras mi caligrafía era terrible, y, segundo, en ninguna expresaba cuanto te amo...ahora que me doy cuenta, en ninguna he dicho explícitamente que te amo...si, te amo, y lo haré por siempre, porque aunque no existas, aunque los momentos que pasamos juntos hayan sido pocos, me has proporcionado una felicidad que nadie más había causado en mi, me has enseñado tantas pero tantas cosas en tan pero tan poco tiempo, me has abrazado tan fuerte, me has gritado con tanta intensidad, y, lo más importante, me has amado y me has enseñado lo que es amar...
Te juro que aunque no conservaré estas cartas, cada una quedará grabada en mi mente, así como tu imagen, así como el deseo de saber si tú, mi querida Olivia, eres real...
Andrew
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Dear Olivia
Short StoryAndrew descubre que sus últimos recuerdos no han sido reales y que ha vivido un simple sueño. Además de que ella no existe, y que tal vez nunca vuelva a tocar su mano, ni besar sus labios, ni contemplar su sonrisa, ni volver a tenerla a su lado otra...