Capítulo 34

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Punto De Vista de Justin.

Salí y bajé las escaleras de la entrada de la escuela. No había encontrado a _____ dentro, por lo que pensé que sería posible que ella estuviera aquí afuera, esperándome. Cuando llegué junto a mi auto, me sorprendí al no verla allí. Abrí el auto y metí mi mochila dentro, cerrando nuevamente la puerta.

Los minutos pasaban y ella no aparecía. Comencé a preocuparme, a extrañarme de no verla ahora.

Vi salir a Aaron con un amigo de allí. Comencé a sospechar que quizás él había sido la causa y, sin dudarlo, fui con él. Cuando estuve lo suficientemente cerca de él como para tocarlo, lo agarré de la parte del cuello de su chaqueta y lo empujé a la pared con fuerza. Lo miré amenazándolo con la mirada, con frialdad.

—¿Dónde está? —gruñí.

—¿Quién? —me devolvió, sonriéndome petulantemente.

—‘’Quién’’ —lo imité burlonamente— ______, imbécil.

—¿Esa puta? No la eh visto desde el almuerzo. Ahora, suéltame —me empujó, provocando así que soltara su chaqueta. Él se la ordenó sin quitar la mirada de mi.

El que lo acompañaba se había ido.

—No es una puta. Mira, —suspiré frustrado— espero que no me estés mintiendo. Tú no me conoces —amenacé.

Lo miré tragar, nervioso. Aimé llegó en ese momento, quedándose junto a Aaron.

—¿Qué sucede?

—¿Haz visto a _________?

—La última vez que la vi fue hace unos… ¿Cinco, diez minutos? —respondió, dudosa— Iba caminando por el estacionamiento hacía la chica nueva. Luego me fui —se encogió de hombros— ¿Porqué? ¿Se te perdió la perra?

Sin decir nada más e ignorando el último comentario, fui hacía mi auto. Saqué mi celular y comencé a escribir un mensaje para enviárselos a todos:

‘’Hay problemas. Punto de siempre.’’

Encendí en motor y me puse en marcha hacía el lugar de reunión de los chicos a una velocidad ‘’algo’’ rápida.

(…)


Allí dentro solo estaba Kyle sentado en el sofá haciendo algo con su celular. En cuanto llegué él se levantó y se me acercó. Verlo solo me hizo recordar a ______ y mis sospechas de que quizás él es su hermano. Suspiré y desordené mi cabello frustrado.

—¿Qué sucede?

—Es _______. No la eh podido encontrar y creo que se la llevaron a otro lugar.

Él solo me miró y, como si no le importara, pasó junto a mi y sacó una lata de cerveza de la nevera que teníamos. La abrió para poder beber y se sentó en una silla. Me lo quedé mirando.

—¿Tu madre se llamaba Christina?

Él tragó con fuerza y comenzó a toser agitadamente. Se cubrió la boca con una mano echa puño y cuando terminó, la bajó para mirarme fijamente. Asintió con la cabeza mientras desviaba la mirada.

—Si. ¿Cómo lo sabes?

Me encogí de hombros.

—Y tu padre Patrick.

Lo vi encogerse en su lugar, sin mirarme nuevamente. Sabía que hacerle recordar su infancia le haría daño, pero debía descifrar la incógnita.

—¿Encontraron el cuerpo de tu hermana?

—No —respondió luego de unos minutos— Solo el de mi madre… Papá creía que se había desintegrado… —suspiró— ¿Quién te contó?

—Eso no importa… Ahora escucha atentamente lo que te voy a decir.

Me senté junto a él, en el asiento de al lado, y comencé a contarle sobre los papeles de la adopción de _____. Le conté también acerca de los informes médicos y cartas del médico que la había atendido. Acerca de que los nombres de sus padres biológicos eran iguales a los nombres de sus padres y que tenían el mismo apellido. También sobre que su madre adoptiva había muerto antes de que le entregaran a _______, pero que había alcanzado a firmar. Al final, le hablé sobre que tenía un hermano con su mismo nombre y apellido. Todo encajaba.

—¿Tu crees que es cierto? —preguntó, aturdido, con los ojos abiertos. Logré notar que sus ojos estaban húmedos, al igual que sus mejillas, y que tenía las pupilas dilatadas.

—Si.

—Yo también… —murmuró junto antes de sentir las voces de los demás. Justo a tiempo.

Michael, Jared, Jason y Marcus entraron. Michael me miró fijamente y esperó para que hablara.

—No encontré a ______ y sospecho que la raptaron. Me dijeron que la habían visto con una chica nueva, Leah McAllister…

—¿McAllister? —saltó él.

—Si.

Me miró de soslayo y suspiró.

—¿La has llamado?

Sálvame (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora