La conocí cerca de los dieciséis,
Cerca de un recuerdo, de un olvido, de un engaño.
Desde el momento en que la vi, en aquella cafetería de la escuela en la que estudiaba. Supe que ella iba a ser una cura.
Su pelo rojo era el que me mantenía de pie,
Sus labios carmín tenían el poder de sanar las cicatrices y no solo las heridas.
Sus muslos y sus piernas llevaban a un mundo glorioso. Pero solo los que han llegado hasta allí, podrán escribir ese poema. Yo siempre quise estar allí, estaba inquieto por estar entre sus piernas y dibujar en ellas, un paraíso con saliva.
Desde que la vi, supe que ella sería un alivio.
Me pidieron describirla con palabras precisas y contesté:
Ella es, mar, canción, letra, sueño, locura, desesperación, amor de prepa, venda.
Me dijeron, ahora solo describela en una sola.
Contesté: Ella es amor.
Desde que la vi, supe que sería Poema. Bryan Cervantes.
