Bienvenidos a mi humilde morada

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Capítulo 13:

Bienvenidos a mi humilde morada

Ahora en el Infierno...

—¿Pero que tenemos aquí? —pregunta con una radiante sonrisa, Lucifer.

Mi mandíbula se tensa. ¡Mierda! ¡Estamos jodidos!

—¿Han venido por la espada? —su mirada es de diversión pura—. Me has ahorrado el trabajo de ir a buscarte, eso es lo que más me agrada de ti. —ríe a carcajada limpia. Cabrón.

Le regalo mi peor cara de póker, forcejeo con los demonios que me tienen sujetado. Intento safarme de su agarre, pero aquel intento es en vano.

—¿Qué debería hacer contigo ahora? —fórmula la pregunta más para él, que para mí—. O mejor aún. ¿Qué debería hacer con todos vosotros? —sonríe de manera siniestra y eso no me gusta ni un pelo.

—¡Deja que se vayan! ¡Tu asunto es conmigo! —grité, intentando que les dejará ir.

Negó con su cabeza divertido ante mi petición.

—No estás en posición de exigir nada —avisa y su sonrisa se ensancha.

Sabe que tiene control total sobre la situación, todo es mi culpa. Debí suponer que vendrían, aunque les pedí que no.

Horas antes...

—Iremos al infierno —sentenció decidido Miguel.

¿Esta hablando en serio? ¿Se ha vuelto loco acaso? ¿Ir al infierno? ¡Si vamos estaríamos pérdidos!

—¡¿Te has vuelto loco o que demonios?! ¿Te das cuenta de que todo esto es una locura? —pregunté al borde de un colapso nervioso, esto debía ser una maldita broma.

—Es la única opción que nos queda, Gabriel —dice en un tono neutral Metatrón.

—¿Acaso no se están escuchando? ¿Ir al Infierno? ¡Es una misión suicida! —les espete.

—¡Debemos recuperar la espada, joder! —me recuerda Miguel, de una manera no tan calmada.

—¿Y tú piensas que no lo sé? —me crucé de brazos algo molesto, es que todo esto es una locura. Sé que debemos recuperar la espada, sin ella estaremos perdidos—. No podemos cometer semejante estupidez —avisé.

¡Mierda! Debo tomar una decisión. ¿Ir o no ir? ¿Cuál es la más sensata? Sino recuperamos la espada todo estará perdido y si vamos al infierno es meternos a la boca del lobo. Lo vuelvo a pensar y llegó a la opción que supongo es la mejor.

Hago una mueca y les miro seriamente.

—Iré al infierno, pero sólo —advertí.

Todos me observan como si me hubiera salido un tercer ojo. Pero digan lo que digan, no me harán cambiar de idea. Esta decidido, iré al infierno. La espada es mi responsabilidad y debo recuperarla. No puedo meterlos en esto, si les pasará algo jamás me lo perdonaría. ¿De dónde ha salido esta valentía repentina? ¿A quién quiero engañar? ¡Soy un jodido cobarde!

No podré vencerle yo solo, apenas meta un pie en el Infierno seré asesinado. ¡Joder! ¿Es que acaso no puedo hacer algo bien?

Suelto un suspiro cansino, las miradas de todos están aún sobre mí.

—No irás solo —dice Metatrón.

Mi ceño se frunce. ¡Claro que iré solo! ¡Ya he tomado la maldita decisión!

—¡No! ¡Iré solo! —me negué rotundamente—. No los pondré en peligro. ¿Quién nos asegura que saldremos con vida? ¡Dime! —pregunté mientras elevaba un poco mi voz.

Gabriel [Saga Angels #1] #CarrotAwards2019 #RèverAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora