Day by day

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Siempre era lo mismo.

Primero despertaba y convivía como si fuera la persona más feliz del mundo.

Luego regresar a su habitación para cuestionarse su existencia.

Después llorar; por la impotencia y por la cobardía.

Y por último hacer como que nada ha pasado y seguir sonriendo, como si no existieran problemas a su alrededor.

Él solo quería a una persona que lo ayudará a salir de la rutina

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