Chanyeol había perdido la cuenta de todas las encuestas que había realizado ese día.
Estaba con Baekhyun en las calles de la ciudad deteniendo alguna que otra persona para que respondieran una pequeña y sencilla encuesta sobre sus preferencias en cuanto a aplicaciones móviles. Llevaban toda la tarde sin descanso porque a su profesor se le había ocurrido la maravillosa idea de que quería al menos que se realizaran 300 encuestas y él estaba seguro que no llevaban ni la mitad.
—¡Tomemos un descanso, Baekhyun!
Fue como una súplica lanzada hacía su compañero de equipo, el chico de piel pálida recibió una encuesta que una chica había recién terminado de llenar y acudió hasta donde él se encontraba.
—Estaba a punto de pedirte lo mismo.— Baekhyun se veía tremendamente gracioso cargando la pila de encuestas en sus pequeños brazos.— ¿Es aquí cuándo te ofreces a cargar todo por mí?
Baekhyun soltó una risa suave cuando se dio cuenta de la mirada que le daba Chanyeol con todas esas cosas que llevaba encima y lo único que había podido hacer era sonreír dulcemente mientras le miraba con una ceja alzada levemente.
—Sólo porque has trabajado muy duro el día de hoy. — Chanyeol tomó todas las hojas que ambos habían cargado a lo largo del día y se aseguro de guardarlas cuidadosamente en su mochila. — ¿Ahora vamos a comer algo?
—Sólo si tú invitas. — Baekhyun lo miró con una de esas bonitas sonrisas que él siempre tenía para ofrecer a todo el mundo y bueno, ¿quién era Chanyeol pata decirle que no?
Terminaron comiendo unas deliciosas hamburguesas entre algunas risas y bromas hechas por parte del más alto, porque si algo había aprendido en esos escasos días que había tratado con Baekhyun más a fondo era que el más bajo se reía de todo. Era un chico muy risueño y con una risa muy bonita o así lo catalogaba Chanyeol.
—Tienes una risa muy linda. Me gusta. — Una vez que las palabras salieron de los labios de Chanyeol el rostro de Baekhyun se puso completamente rojo.
—¿T-te parece así? — Instantáneamente el chico llevó sus manos a sus labios para hacer desaparecer la sonrisa, tratando de esta forma de disminuir su vergüenza ante aquel cumplido.
—¡No seas tímido conmigo! Realmente es una sonrisa muy bella.
—Muchas gracias. — Baekhyun sonrió de forma tímida durante unos segundos antes de volver a hablar. — Oh, por cierto, ¿cómo vas con lo del espejo?
Chanyeol no pudo evitar hundirse en su asiento al recordar la mala suerte que tanto había intentado olvidar de nueva cuenta.
—Es horrible, ya van tres semanas y media, y yo ya no tengo otro lugar que pueda ser herido.
El más alto alzó sus manos para demostrar sus más recientes heridas, no era nada grave gracias al cielo, sólo unas cuantas cortadas gracias a que se cayó de la bicicleta dos días atrás. Afortunadamente ningún automóvil estaba pasando cuando eso sucedió, así que podría considerar que le fue mejor de lo que esperaba.
—Yeollie. — Baekhyun lo llamó por ese lindo apodo que le había puesto hace cinco días atrás cuando se dio cuenta que el alto era puro bromas bobas, buen humor y sonrisas grandes. — Tienes que ser más cuidadoso.
Chanyeol ya había escuchado esa frase alrededor de treinta veces desde que había estado pasando tiempo con Baekhyun debido al proyecto que tenían en parejas.
—¡No es mi culpa..!
—...Es culpa de la mala suerte. — Baekhyun recitó aquellas palabras que tantas veces habían salido de los labios del más alto.— No entiendo porque siempre te sucede cuando estas solo, estos días que hemos estado juntos no he visto que nada malo te pase. No además de la vez que ese pájaro, ya sabes, hizo eso en tu cabeza.
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Supersticioso
FanfictionChanyeol es muy supersticioso y cuando rompe un espejo sabe que no podrá sobrevivir con siete años de mala suerte. ●Dos capítulos. ●Fluff.