Jimin estaba cansado de los abusos de su padrastro. Estaba dispuesto a renunciar a su vida para escapar de todos los dolores de este mundo.
Lo haria, iba a terminar con su vida, pero no contaba con la ayuda de una de las causas de su dolor.
Pareja...
Las gotas de lluvia me empapaban completo. La noche estaba fría y apenas comenzaba a llover, apenas unas pequeñas lloviznitas, pero no ayudaban con el frio. Podría estar en estos momentos en su casa enroscado con mi manta favorita, una manta rosada que me regaló mi amigo Seokjin que me ayuda a dormir todas las noches, excepto que no quería. Estaba harto de ese lugar.
De día, mi hogar era el lugar perfecto. Mi padrastro hacia lo posible por tener una buena imagen con los vecinos. De noche, el hombre se convertía en un monstruo, golpeándome y culpándome por la muerte inevitable de mi madre. No es mi culpa, lo juro. Ella estaba enferma y ningún doctor la pudo ayudar. Pero mi padrastro no quería entender.
Tuve que aprender a ocultar mis heridas con maquillaje. Era vergonzoso tener que ir a la tienda con frecuencia con la excusa de que los maquillajes eran para una tal novia. Las empleadas no parecían creerme mucho, pero me vendían las cosas sin pregunta mucha.
En cuanto mis amigos, ellos son lo más preciado para mí en este mundo. No hubiera durado tanto en este mundo de no ser por ellos. No les he contado nada de lo que me estaba sucediendo, no queriéndolos meter en mis propios líos, aunque ellos se fijaban que algo andaba mal y trataban de hacerme sentir mejor.
Estaba dispuesto a vivir por ellos. Por él. Verán, estoy perdidamente enamorado de Min Yoongi, el primo de Seokjin. Se mudó a nuestro pueblo hace un año y se integró a nuestro pequeño grupo de amigos. Se ve rudo pero no lo es. Es tierno conmigo, dispuesto a escuchar cuando tengo problemas, y me encanta verlo cuando tiene pequeñas discusiones con mi mejor amigo. Desde que lo vi supe que era amor a primera vista. También supe que era un amor no correspondido.
Esta mañana me entere que acepto la confesión de una chica, Taeyeon, y ahora era su novio. La noticia me rompió el corazón en mil pedazos, y lo peor de todo era que no podría mostrar mi sufrimiento. Le sonreí y felicité a los dos, quienes estaban tomados de la mano, y los deje a solas. Pase la hora de almuerzo solo, evitando a toda costa a mis amigos, pensando si debería o no ir a mi casa. La respuesta era obvia. Quería evitar ese lugar.
Varios pensamientos me plagaron durante el día, pensamientos que me llevaron a donde estoy ahora: parado en un puente abandonado, cortando distancia para caer en un precipicio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era ridículo haber elegido este puente, el que mis amigos y yo cruzábamos diariamente para llegar a nuestro escondite secreto. Creo que me gustaría estar cerca de ellos hasta en la muerte, si, por eso elegí este lugar.
Ellos son lo único bueno en mi vida, pero ya no era suficiente. Mi madre ya no estaba conmigo, mi padre nunca me quiso desde un principio, mi padrastro me detesta con toda su alma, y Yoongi consiguió a una persona mejor que yo. ¿Para qué seguir viviendo si las cosas empeoraran? Mis amigos también pueden reemplazarme. No soy la gran cosa. Puede que lloren al principio pero ya se les quitara la tristeza. No será difícil.
Mire hacia abajo, dejando que mis lágrimas se camuflagearan con la lluvia, listo para brincar hacia el fin. Levante mi pie, inclinando mi cuerpo un poco hacia delante.
