En 1760 Inglaterra se convirtió en el epicentro de una guerra conformada por obreros y empresarios. Comúnmente, este suceso en la historia es conocido como: la revolución industrial.
La disputa comenzó cuando los dueños y jefes de las franquicias inglesas realizaron despidos masivos de sus empleados debido a que, por el bien de la fábrica, los magnates adquirieron maquinaria para agilizar el proceso productivo de la empresa, provocando así, que un considerable porcentaje de los empleados fueran reemplazados por las innovadoras máquinas y finalmente despedidos.
Éste proceso se realizó en repetidas ocaciones provocando que los desempleados manifestaran su descontento a sus jefes haciendo incontables manifestaciones por las calles de Londres.
Al principio, los obreros buscaban establecer un diálogo pacífico con sus jerarcas, pero al percatarse de que estos no solucionarían sus descontentos, comenzaron a levantarse en armas exigiendo la restauración de sus puestos de trabajo, o como mínimo, alguna solución temporal.
Y justamente con esto tenía que lidiar el joven heredero: William Twining, al que su tío le había encargado hacer una conferencia con los ex-empleados para comunicarles que la decisión final era irrevocable, los trabajadores que habían sido despedidos no serían contratados nuevamente.
El joven prodigio se había visto envuelto en este tedioso problema ya que hace algunos años su tío estableció una alianza entre la familia Twining y la familia Christian. Dicha unión, produjo una pequeña cadena de fábricas que aún estaba en proceso de expansión por el país, y que en su momento, contrató a mucha gente. Pero actualmente era la principal causante del desempleo en Londres.
—Te lo pido William, ¡hazme ese favor!— le suplicaba Barton a su sobrino que estaba de pie y cruzado de brazos al otro lado del escritorio. Los dos llevaban cerca de treinta minutos tratando de hacer cambiar de opinión al otro, pero a ambos les era imposible.
—¿Pero por qué yo? aún no estoy al mando de ninguna de las empresas. No sé absolutamente nada sobre ellas salvo lo que he escuchado en las calles— debatió el realista.
Su tío desde el inicio lo invitó a tomar asiento frente a él en su escritorio, pero el menor se había rehusado, ya que si aceptaba ocupar aquel mobiliario era prácticamente ceder a la propuesta de su tío.
—¡Solo por ésta vez! ¡No te pediré nada innecesario en el futuro!
—¿Porqué no lo hace Arthur? él es el encargado de las empresas— William quería deshacerse de ese problema lo más pronto posible. No le parecía coherente que Arthur dejara en sus manos un tema tan delicado e importante. El realista sabía que su anterior superior le estaba ocultando algo tanto a su tío como a él.
—Arthur está en un viaje de negocios en España, le es imposible estar en la conferencia. Tú eres el único disponible— le explicó su tío.
—¿El único? ¿Qué pasó con todos los socios y accionistas de la empresa? ¿También fueron despedidos?— William trataba de ser en extremo sarcástico y siendo sinceros, en éste caso prefería mantenerse al margen. No le apetecía lidiar con gente enfurecida e irracional, estaba claro que sus empleos no les serían devueltos, los trabajadores mal gastaban energía y tiempo que podrían invertir buscando algún otro sustento. Pero eso nadie parecía entenderlo.
—Por favor William, nosotros somos los socios principales, esas empresas algún día serán tuyas. ¿No crees que es necesario que te involucres en ellas?
—No. En lo absoluto, o al menos no por ahora—contestó imparcial el rubio de ojos esmeralda. William estaba siendo aún más testarudo que cualquier otro día, pero no estaba dispuesto a ceder. Su intuición le decía que no debía meterse en asuntos relacionados con los negocios familiares.—Lo siento tío, éste asunto está fuera de mis límites— trató de suavizar sus palabras—Además, la conferencia se llevará a cabo el día de mi cumpleaños y lamento informarte que ya he hecho planes. Saldré de la ciudad por un tiempo.
YOU ARE READING
Ven conmigo [ D A N T A L I A M ]
RomanceBasado en el anime y manga: Makai Ouji: Devils and Realist. Aunque algunas cosas las quise conservar como tal, otras tantas (que son la mayoría) las he inventado yo. Empecé a escribir éste fic basándome en el pilar 75-76 en adelante (manga) pero a...