Día 4. KurooHina u OiHina
Advertencias: Será la primera vez que escribo de esta pareja. Puede contener Ooc.
Anime/Manga: Haikyuu
Pareja: KurooHina
Palabras: 647 –desde ya te digo que es una atrocidad-
Notas: Esto pasará en el campo de entrenamiento. Este fanfic fue hecho debido a un tabla por el cumpleaños de una de mis mejores amigas. El tema está arriba, escogí la primera opción como se darán cuenta.
Ojos sol.
Ya había estado cerca de él antes... y me había percatado de lo poderoso que era estar a su lado.
El pequeño camarón... era el sol en sí mismo.
De nuevo Karasuno había perdido un partido y empezaban a realizar los castigos, me quede mirando como el renacuajo corría animado y me percate que incluso aunque fuera de noche iluminaba todo a su alrededor, la Luna parecía estar buscando aquella luz potente que emanaba Hinata.
Pero no solo emitía destellos, si te acercabas lo suficiente podías robarle algo de su calidez, no importaba lo frías que estuvieran las noches... si estabas a su lado podías arrullarte con aquellas llamas.
— Bien hecho Shōyō...—escuche el halago de Kenma hacía el pequeño cuervo y me sorprendí de ver como mi amigo de la infancia intentaba ser comunicativo con alguien ajeno al equipo.
Interesante.
De alguna forma había capturado mi atención, era una persona que podía volar... un polluelo que parecía estimularse con andar cerca de las nubes.
Llego el final del campo de entrenamiento y en la barbacoa estaba intentado quitarle a Bokuto el pedazo de carne que se había robado de mi plato, entonces me di cuenta que a pesar de intentar distraerme... no podía quitar mis ojos de aquella anaranjada cabellera, tan brillante como los rayos solares.
De repente una nube cubrió el sol y note que empezaba a oscurecer, estaba a punto de meterme al gimnasio para seguir practicando con el idiota de Bokuto y Akaashi pero de repente una pelota de voleibol se fue directa hacía mi rostro y la desvié escuchando como respuesta un grito ensordecedor.
Mierda. Le había pegado al pequeño cuervo.
— ¿Estás bien? —Era el capitán de Nekoma y acababa de golpear al bloqueador medio de Karasuno, esperaba que aquello no desatara la guerra... de seguro sus compañeros se pondrían iracundos, me había dado cuenta que cuidaban demasiado al crío.
— ¡Wah, eso fue genial Kuroo-Senpai! ¡Enséñame a bloquear de esa forma!
Ah.
¿Cómo no me había dado cuenta antes? Hinata no era un sol, sus ojos eran aquella estrella cálida. Sentí como mi corazón se descontrolaba y me quede estático mirando esa sonrisa que parecía elevarse más y más.
No importaba que el sol se hubiera ocultado tras una nube, esta luz que emanaban sus orbes me dejaba con un sentimiento de cariño, de energía, de...afecto.
Era la primera vez que miraba directamente a aquella luminiscencia y no me quedaba ciego, era hermoso.
Quería más. No pude controlar las acciones de mis extremidades y toque su mejilla, el pequeño astro se contrajo y me miró fijamente.
Sentía el latido de mi corazón en la garganta.
— ¡Kuroo-Senpai!
Sentí una bofetada en mi cara y reaccione ante la voz de aquella luz andante quien se empezaba a reír.
— Tenías una cara demasiado graciosa ¿estás bien? ¡¿Entonces me enseñaras a bloquear ya que tú eres muy genial haciendo eso?!
Oh. Me estaba calcinando.
Sentía una pasión ardiente que me provocaba una sed inconmensurable.
— ¡Hinata idiota! Lo siento Kuroo-san, este imbécil no pudo bloquear la pelota y salió volando, nos retiramos
Kageyama me saco de mi ensoñación y solo pude asentir ante su respuesta, los mire irse y me pregunte ¿Cómo Tobio podía calmarse ante aquel fuego que desprendían aquellos ojos sol?
— Kuroo, tu cara era aterradora
— ¡Kenma! Oye... ¿Cuál es el nombre completo del Chibi-chan? Siempre te escucho diciéndolo pero nunca te había prestado atención.
— Shōyō.
Hinata Shōyō.
Un lugar en el sol, día de sol, amanecer, Cielo.
Sonreí sin poder evitarlo, en definitiva... le quedaba.
Pase mis dedos por mis labios y por un momento pude degustar el sabor del Sol, sería mi nueva comida favorita.
— ¡Chibi-chan! —llame su atención a la lejanía notando como de nuevo el pequeño era golpeado por el balón y me reí a carcajadas— ¡Para la próxima te enseño!
Me sonreía de nuevo.
Ah, en definitiva amaba sus ojos.
Fin.
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Ojos sol
RomanceY es que la mirada de Hinata era tan cálida y brillante como el Sol, llego al punto en que no podía quitarle mis ojos de encima. KurooHina Pareja Crack. Regalo de cumpleaños de mi amiga Millenium.