Aprender a Amar |Taekook| Omegaverse

Aprendiendo a Amar

[Dicen que el corazón es la puerta, los ojos las ventanas y la mente la máquina. Pero no todo siempre trabaja de la manera que quisiéramos, en ocasiones. Todo es al revés.]

Mi mirada se posó en un delicioso pastel, un pedazo de chocolate con frutas, cerré los ojos imaginandome su sabor en mis labios. 

—¿Joven, en que podemos ayudarle? —una bonita muchacha preguntó.

—Quisiera un pedazo del pastel de chocolate con frutas, porfavor. —Respondí con una media sonrisa. 

—¿Claro, es para consumir aquí o se lo preparamos para que se lo lleve? 

—Aquí porfavor. Gracias. 

Busqué un asiento dirigiéndome en las ventanas, todo era tan urbano aquí en la ciudad, el olor no era nada natural, mas bien un poco intoxicante y preferiría montar a caballo que ir en el metro. Lastimosamente no podía desarrollar mi vida si seguía en el campo, mis padres sabían que permanecer allá no generaba ingresos extras más que solo para los alimentos, y recientemente decidí mudarme para poder trabajar y estudiar. 

Decidí sacar mi libro y anticipar una lectura, me gustaba leer y aprender nuevas cosas.

Q El pastel llegó y me di cuenta que no habia pedido nada para tomar, así que pedí un café con leche. 

Estaba tan concentrado en mi lectura que no me dí cuenta cuando alguien se había sentado frente a mi  hasta que este carraspeó. Sorprendiendome en el momento.

—Taehyung, que bueno verte por aquí. —Hoseok habló agitando sus manos en mi. Asentí.

—Decidí darme un respiro y como hoy tuve descanso lo he aprovechado. —Hoseok sonrió dandome la razón.

Estuvimos juntos y Hoseok pidió lo mismo que yo para pasar el tiempo. Ambos sabíamos que en ves de perder el tiempo debíamos estudiar porque los exámenes se acercaban, pero él más que nadie sabía que yo necesitaba un pequeño descanso mental, porque trabajaba para poder costearme mis estudios y estudiaba por las noches hasta madrugada para un exámen, y aunque no me consideraba un joven inteligente, si sabía que no estaba tan perdido y hacía lo que podía . 

Al terminar pagamos por nuestro consumo y decidimos dar un paseo mientras llegaba a la parada del bus.

—Oye, hace poco recordé que debemos ir hacer las mediciones de la toga, es importante y..-

—¿Vas a ir? —pregunté. 

—Obvio que iré hermano, la graduación es lo que he estado esperando desde hace mucho tiempo y no pienso perdérmelo. —Rió pegando saltitos de emoción. —¿tienes tiempo mañana?

negué. 

—La verdad es que para la graduación iré a ver a mis padres para pasar tiempo con ellos, sabes que en el trabajo no me han dado vacaciones y solo me daran tres días justo el día de la graduación y no pienso desperdiciarlo. 

Hoseok me miró preocupado.

—pero sabes que ese día es importante y no me digas que no es así, porque cualquier adolescente tiene esa meta; La graduación. Tus padres seguro lo enteran, es más, porque no los traes para que te acompañen en ese día especial. —hablaba mientras camina frente a mí. Sonreí.

—Si, graduarme ha sido mi sueño desde niño. Pero, necesito verlos y no tengo suficiente dinero para costearles el viaje, además si lo tuviera no tengo donde dejarlos a dormir, sabes que duermo en los cuartos de acogida y además tengo un compañero, no puedo permitirme traerlos. —me encogí de hombros. Hoseok me miró triste.

—Hermano, si necesitas algo pídemelo, yo estaré dispuesto a ayudarte en lo que sea. En lo que sea. —dijo dándome palmaditas en la espalda.

Suspiré mientras veía como el autobus se acercaba, me despedí de Hoseok. Él era mi único amigo, un joven beta que había conocido dos meses después de mi primer año en la ciudad y aunque no me había agradado desde el principio por sus ocurrencias y sus risas escandalosas, aprendí a aunque sea apreciarlo un poco, hasta ahora lo considero como un verdadero amigo que está conmigo en las buenas y en las malas, y eso me ha hecho sentir mejor con respecto a mi pensamiento hacia las personas.

Llegando a la casa que me acogía, suspiré, planeando que hacer para el día de mi graduación.

Sin saber que el que podía ser una trágica decisión termina siendo algo que le cambiaría la vida por completo.