El otro lado
de la vida
llama
(del oro nacido
de los espejos íntimos),
pájaros que suelen
descender, llorar
se pierden...
países
debajo de la noche
quieren llegar al corazón.
no son sino
hebras de silencio
en el tatuaje de los campos
en el yacer de los caminos
beber del río la ausencia
la culpa enredada
de verdades,
luego pregunté la hora
la hora irreal que tiñe los pasos
de cobalto
subí hasta la enferma sed de los cobardes
y toqué
la puerta del silencio
oh la noche, la hermana de mi alma
temblaba
como herida
y yo, con la guitarra muda
permanecí a la sombra
quedé inmóvil,
pequeño
ante la voz del sueño el agua la palabra
este momento de palomas en la gravedad del árbol,
y la certeza del mundo
tras las espalda
roe de noche la cama del delito.