Parte 1.

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Louis se encuentra atrapado.
Es una "Vergüenza" para su familia. Un omega hombre fue lo peor para su padre y su ilusión de el primogénito Alfa.
No tuvo la oportunidad de ir a la escuela, debido a su condición de invidente.

Harry es un Alfa que aún no decide su futuro, ya terminó la preparatoria, pero ahora es tiempo de la verdad. De decidir que es lo que estudiaría. Mientras tanto trabaja en una cafetería, "Happy pride coffies".

Ese día, Louis estaba saliendo de su casa con sus lentes y su bastón color metal. Ya acostumbrado a caminar solo por aquellas calles pobladísimas.

Caminaba lentamente deseando con todas sus fuerzas no tocar ni golpear a nadie, ni con su bastón o su maldita mochila.

Las calles de Londres se llenan de gente sin descanso, y pocas veces reaccionan bien ante un pequeño golpe de parte del Omega, sí, ya le pasó un par de veces y un Alfa malhumorado casi lo golpea.

Estaba tarareando una hermosa canción que acababa de escuchar; Million reasons.
Era tan frustrante para él, ser un Omega y más al no poder ver, Louis nació con esa discapacidad, y había días en los que solo se sentaba en el césped e imaginaba la luz del sol, o el rostro de su difunta madre. Su hermana, también omega, le había contado cada una de las facciones de Jay.
Y gracias a tales descripciones lograba soñarla algún que otro día.

En fin, llegó a su destino, un lugar, dónde olía delicioso, dedujo que se trataba de algún lugar de elaboración artesanal...de algo dulce.

Entró y al parecer estaba lleno, pues el olor de Alfas y Omegas lo abrumó.
No sabía que hacer, nunca había entrado ahí, por ende no conoce el lugar mentalmente asi que empezó a caminar lentamente hacia alguna mesa y encontró una vacía, al parecer.

-Oye, tú.- Alguien lo llamaba con voz ronca y urgente.

Giró su cabeza hasta donde provenía el sonido, según el.

Olía a Alfa, olía a madera seca, a tierra mojada, sintió paz.

-H-hola- susurró.

-Disculpa, ¿Te ibas a sentar?

Asintió
-¿Está ocupado? Oh, lo siento, encontraré otra mesa.-
Estaba dándose media vuelta, nervioso e intimidado por aquél olor y esa hermosa voz.

-¡No!- Louis volvió a su posición inicial. -No está ocupada, ven siéntate-

Se quedó parado, avergonzado de tener que levantar su maldito bastón para "descubrir" donde estaba la silla. De todas formas no se movió.

-Y-yo...-

-Ven, yo te ayudaré- Lo interrumpió y tomó delicadamente su brazo y lo ayudó a sentarse. -Ahora dime, ¿Qué quieres tomar, lindo omega?

Louis tapó su carita, con sus manos, muy sonrojado.
-Un-un café estaría bien-

Harry sonrió por el sonrojo de aquél Omega con aroma a Vainilla. Le pareció súmamente tierno.

-Mhm, bien. ¿Algo más?- Dijo anotándolo en su pequeña libreta.

-No, sólo eso tomaré- Sonrió fuertemente

Harry estaba luchando contra sus instintos de abrazarlo y acurrucarlo contra su pecho, de cuidarlo del mundo.

Se quedó parado. No se movió.

-Oye...¿Te molestaría que también tome un café contigo...? Mi turno acaba de terminar.- Dijo dudando.

Louis, sonrojado asintió y dijo animado

-Oh, claro.-

-Entonces, ¿Me esperas cinco minutos?- Susurró esperanzado.

-Si, te espero-

Abrázame. -L.S- OmegaVerseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora