Parte 2.

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Para dentro de dos meses, Louis y Harry seguian viéndose.

Algunas veces, Harry lo iba a buscar, cuando terminaba su turno o cuando tenía días libres.

El padre del castaño lo vió un par de veces y lo saludó con falso cariño.

Fueron a cenar y ese día, Harry dió el primer paso y decició besar por primera vez aquellos finos y deseosos labios.

-Eres tan hermoso.- Susurró besándolo.

Louis no entendía que debía hacer, intentó seguir el beso, pero no entendía cómo.

Asi que decidió que el Alfa tomara las riendas de la situación y lo besara, con las manos protectoramente en su cintura. Y las de el Omega, enredada entre los rizos de su alfa.

Su Alfa.
Porque era suyo.
Sólo suyo.
Y él también.
Era su Omega.
Sólo suyo.

Ambos se pertenecían. Y lo sabían.

Y así transurrió otro mes, Louis volvía sonrojado y con los labios hinchados de tantos besos que habían compartido.
Aguantando las preguntas de su padre, interrogantes.
Pero él le contaba todo a Lottie, su pequeño rayito de luz, así le gustaba llamarla, por más gracioso que sonase.
Ella le enseñó a ver con otros ojos. A tocar, a sentir.

Le enseñó incluso a leer, y gracias a eso hoy Louis puede decir que termino la escuela secundaria.
Tenía pensado meterse en una facultad en un futuro, quien sabe.

Pero ahora sus intereses estaban en su Alfa, de gran altura y largos rizos.
Tenía los labios suaves, al igual que su piel.

Y si, Louis se había entregado a Harry, aún que no dejó que lo mordiese.

Los días pasaron y pasaron, hasta que llegó la primavera.

Y decidieron mudarse juntos.
Louis cansado de los reproches de su padre desde cuando llegó mostrando su mordida, orgulloso.

-Un año mas tarde.-

-Hazz...-Dijo Louis desde el baño.

-¿Y? ¿Qué dió? Dime, mi amor, por favor-

-N-no lo sé ¿Ya pasó el tiempo?- Preguntó con la prueba en sus manos.-Toma, y dime.-

Le tendió la prueba de embarazo.

Empezó a sollozar. Y él a preocuparse.

-Lou...L-Louiss-Decía, una y otra vez. Y apoyó su cabeza en el hombro del Omega, e inconsientemente él acaricia su espalda, tranquilizador.

-Hey, amor, no llores, Ya lo lograremos ¿Si?-

-No, Lou.-

Frunció el seño y le tendió la prueba.

-Eres un maldito apurado- Susurró riendo, con lágrimas en sus ojos.

-Hazz, ¿Me puedes decir que dió la puñetera prueba?-

Harry en ese momento no podía sentirse más orgulloso.
Tendría un cachorro, con su bebé, su Omega, hermoso y pequeño.

Lo abrazó, lo besó, lo acarició.

-Lo tomo como un si, entonces- Ambos rieron y esa noche Harry le hizo el amor, lento y tranquilo, callando cada uno de sus gemidos con sus labios, ambos susurrándose lo mucho que se amaban.

-Primer mes.-

-¡Harry!- Gritaba una y otra vez.

Él se apresuró a salir, aún con espuma de afeitar en su rostro.

Abrázame. -L.S- OmegaVerseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora