La Visión

Capítulo 2: A veces el cambio es malo

Después de que tocaron la puerta y alguien entró, Daniel percibió quienes entraron, dos vecinos los cuales lograron ver a Daniel bajo la mesa. El pobre temblaba, sus ojos parecían dos ríos y su cara la desembocadura de sus lágrimas almacenandose en una represa de dolor y miseria, los dos hombres trataron de ayudarlo, pero él solo gritó, sufría, no deseaba ayuda, solo que todo fuese irreal. Detrás de la mesa se logró ver el charco de sangre que dejó el cadáver de su madre, pero ella no estaba, cuando levantaron la mesa estaba él allí, con lo que quedó de su madre, él la abrazaba con todas sus fuerzas, los dos hombres retiraron la mesa y él gritaba, uno llamó a la policía rápidamente antes de que pasase a mayores el problema, el otro vecino, José, un hombre cariñoso, muy buena persona, llevó en varias ocaciones a Daniel a su escuela cuando el transporte escolar se le pasó, un hombre muy servicial intentó hacer entrar en razón a Daniel, el cual no podía soportarlo y rompía en un llanto incesante, no paraba, pareciese que se fuese a morir en aquel momento. El hombre intentó sacar los brazos de Daniel del cuerpo de su madre, este, aferrado a ella, comenzó a patearlo intentando que no pasase nada, gritaba, sufría el pobre chico de 14 años, es normal, nadie sensato estaría bien observando que el ser que te dio a luz estuviera muerto frente a tus ojos.

La policía llego al pasar los 20 minutos (Como los típicos policías de hoy en día) y entraron a la casa, ellos observaban la escena, uno de ellos casi vomita, era muy sensible con el tema de la sangre, no lo culpo, era demasiada. Entre ambos separaron a Daniel del cuerpo inerte de su difunta madre, pareciese que Daniel fuese a estallar, como loco pataleaba para no dejarla ir, él no quería abandonar a su madre, tenía miedo.

-¡DEJENME, MALDITOS BASTARDOS HIJOS DE PUTA, DEJENLA EN PAZ, ENFERMOS!
-¡Entendé, ella está muerta, sólo le hacés más daño!
-¡CALLENSE, MONSTRUOS!... Callense... Ella... Ella no está muerta... S-solo es un maldito sueño... *Cae desmayado y sin energías para seguir*

Dos días después

Nuestro protagonista se encuentra viviendo con su padre, el cual jamás veía y debía hacerse cargo, y a su novia, con la cual se casarían al cabo de un tiempo.
Daniel estaba en una habitación, él se acostumbró a perder el tiempo con la tecnología de hoy, jugaba con una vieja gameboy advance, una consola revolucionaria en aquel entonces tiempo en el que recién salia. Pero su padre lo llama...

-Daniel, vení para acá ya mismo.
-Esperame, en seguida voy.
-¡En seguida no, venís para acá ya mismo, no me vas a hacer esperar!

Su padre era un hombre muy violento y poco paciente, lo que tenía de dulce y bueno (El lado con el que enamoró a la ya muerta Cristina, la madre de Daniel) había desaparecido entre el alcohol que consumía y la hierba que se metía todo el tiempo, le daba igual lo que pasase...A él solo le importaba su persona, por ello abandonó a Cris y Daniel cuando tuvo la oportunidad, llevándose muchas cosas valiosas de ellos. Cabe resaltar también que el padre consiguió expandir su empresa, TecnoModerna, repartiendo respuestos (Muchas veces robados) de celulares, tablets, computadoras, entre otros dispositivos, por lo que el dinero no le fue problema tran la separación, siendo el contrario de Daniel y su madre, viviendo como podían.

*Daniel va hasta la biblioteca*

-¿Qué querés que me gritás tanto?...
-¿Qué dijiste?
-Que qué quer...
*El padre le da una bofetada en la mejilla y le deja toda la mano marcada*
-¿¡Qué mierda te pasa, animal!?
-Tenés suerte mocoso malcriado y mimado, me obligaron a ser tu custodia, pero yo no voy a ser como la putita esa de tu madre, yo sé que sos un bastardo, naciste por accidente y nos cagaste la vida, suerte que yo escapé.

-¿C-cómo podés ser tan mierda?... *Llorando*
-No soy mierda, solo que la verdad duele y mucho, ahora más te vale que te pongás a lavar porque me voy y te dejo en la calle y no va a haber nadie que te salve.