Capítulo 1: La mudanza

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Iba en mi auto. Paro en frente de mi nueva casa y espero a que llegue el camión de mudanza.

Al rato llega, habrá tardado 5 minutos desde que llegué pero para mi fueron eternos. Les digo cual es mi casa y empiezan a bajar mis cosas. Los ayude para terminar antes, ya quería entrar y acomodar todo.

Para cuando terminamos de cargar todo ya eran las 13:30. Tuve que ir a comprar algunas cosas para poder cocinar.

Cuando volví cocine un bife con ensalada, no sabía cocinar mucho y eso eran de las cosas que me salían mejor.

Comí y fui a mi nuevo cuarto, era muy grande. No estaba acostumbrada a tanto espacio, mi anterior casa era muy chica y casi no tenía muebles. Pero en esta casa podría decorar más. Eso me alegro.

Ordene todo mi cuarto y pase al living. Termine de ordenaron y estaba muy vacío, pero era todo lo que tenía. Después compraría más muebles, pero ahora tenía que conformarme con eso.

Ordene toda la casa, conecté mi computadora y me puse a buscar trabajo por la zona.

Yo me dedico a la informática y si les tengo que explicar que hacía se les haría muy complicado. Así que busque algunas empresas y encontré un lugar que necesitaba alguien para hacer programas.

Yo era muy buena en eso, y la paga era buena así que me presente en ese trabajo.

Me hicieron muchas preguntas, pero al final me tomaron.

Estaba muy feliz, me había mudado y ya tenía un buen trabajo.

Salí de la empresa y pase otra vez por el supermercado para comprar comida para varios días.

Llegué a casa y tenía un paquete en la puerta. Me pareció extraño, Casi nadie sabía que me mudé y mi familia me vendría a visitar más que dejar un paquete.

Miré el paquete y no tenía de quien era, eso era todavía más extraño. Lo levante y era muy liviano.

Entre a casa, dejé las bolsas del supermercado y me centre en el paquete.

Lo abrí despacio, tenía miedo de lo que podía salir de ahí. Termine de abrirlo y adentro había una carta y una pulsera.

La pulsera era plateada con una piedra dorada en el medio. Era justo de mi tamaño, así que me la puse.

Abrí la carta y decía esto:

"Hola Alexis,
                       Supongo que no sabes quien  soy todavía y no entenderás porque esa pulsera.
Eso lo entenderás más adelante pero lo único que te puedo adelantar es que si llevas esa pulsera al primer día de trabajo en esa empresa tu vida cambiará por completo, y si no la llevas tu vida seguirá siendo como siempre.

Ahora es tu decisión si cambiar tu vida o mantenerla como siempre.

Hasta la próxima,
                                 XX"

No podía confiar de esa carta y la verdad es que no le creía, así que no le hice caso y decidí que la llevaria, no iba a dejar esa pulsera sólo por una carta.

Al día siguiente me preparé para mi primer día de trabajo. Me puse mi mejor ropa para ir a trabajar, desayuné y salí.

Llegué a mi trabajo y fui saludando a todos mis compañeros, quería quedar bien con mis nuevos compañeros.

Visite a mi nuevo jefe y me dio mi primer trabajo, era cencillo. Tenía que hacer un programa para que puedan poner cualquier medida y conectado a cualquier aparato calcule cuando este lleno y llegue a esas medidas.

Lo hice desde las 8:30 hasta la hora del almuerzo que era a las 12. Ya me faltaban los ultimos detalles, pero me fui a almorzar.

Hable con algunos compañeros y una chica se fijó en la pulsera. Por un segundo se me cruzó la idea de que la carta fuera real pero después me convencí de que no podía pasar que de un momento para el otro cambie mi vida.

Después de almorzar me fui para terminar mi trabajo, pero la chica que se fijó en la pulsera se acercó y me convenció de ir a ver algo secreto.

Sabía que no era buena idea pero ella lo hacía ver muy tentador. Así que fuimos hasta una sala donde había una pulsera idéntica a la mia pero con una piedra distinta.

La chica fue directo a la pulsera y se la puso. Me hizo una seña para que me acercara y yo obedecí. Cuando llegué al lado suyo me agarró la mano y hizo que las dos  piedras se tocarán. Su piedra era azul. Pero en ese momento en que se tocaron las dos piedras se hicieron de un verde brilloso.

Sentí como una energía recorría todo mi cuerpo. Era muy raro.

No entendía como por tocarse dos pierdas podían cambiar de color y que yo sintiera una energía por mi cuerpo.

Al rato esa sensación se desvaneció y yo me sentí aliviada.

Volví a mi oficina y termine mi trabajo justo a tiempo para cuando vino el jefe a retirar mi trabajo.

Sali de la empresa y no dejaba de pensar en que me había pasado ese día. Pero lo peor no fue en ese momento, lo peor me esperaba para cuando entre a mi casa.

Una historia para no olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora