club Diógenes

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Al bajar del avión fui a retirar mis maletas, las cuales eran dos enormes y una mediana de color rojo todas, en el camino pude observar a personas ocupadas, personas esperando, una pareja discutiendo y un señor con un paraguas algo extraño, llegué a la fila un poco larga para mi gusto y me concentre en la pareja discutiendo la chica lloraba al parecer estaban rompiendo y ella se iba de viaje el chico le pedía que no se vaya en ese momento se acercaron dos señores de trajes muy elegantes.
- bienvenida a Londres señorita Valdés. Habló uno de ellos. Estamos aquí por ordenes de su padre, continuó sería tan amable de acompañarnos.
-Gracias, tengo que retirar mis maletas en unos minutos voy.
-Ya las retiramos señorita Valdés por favor venga con nosotros.
No sé quienes son, tal vez me quieren secuestrar, padre tendría que haberme dicho quienes vendrían por mi. Comencé a seguirlos y me di la vuelta solo para ver de nuevo el aeropuerto y pude ver como el chico de la pareja se arrodillaba y sacaba una cajita y la chica lloraba y lo abrazaba, gran final pensé mientras enfocaba mi vista al frente. Al salir estos chicos me indicaron que suba a un auto negro uno se acercó y abrió la puerta dandome paso subí y luego el subió del otro lado. No me atreví a preguntar a donde íbamos, en el camino pude ver unos edificios preciosos, en unos veinte minutos ya habíamos llegado al destino y el chico bajo para abrirme la puerta.
- que tenga un lindo día señorita Valdés.
-gracias, pero que pasara con mis maletas? Pregunté.
- No se preocupe adentro hablará con el señor Holmes el nos dirá adónde se hospedará y la llevaremos ahí.
- está bien por cierto como te llamas?
- David Harrison a sus servicios señorita. Contestó haciendo una reverencia.
Me reí y pregunte el nombre de su compañero.
-Adam Barnett Contestó david.
-un placer conocerlos chicos. Dije a pesar de que Adam no pudo escucharme.
Me dirigí a la entrada del edificio, leí en una placa club Diógenes y entre. Al entrar en la sala perfectamente amueblada con caballeros sentados en distintos sillones individuales cada uno leyendo el periódico y tomando café, me sentí invisible ya que nadie se percató de mi me dirigí al final donde se encontraba un señor el cual me hizo unas señas y recordé con pesar la insistencia de mi padre en que aprenda ese lenguaje negué con la cabeza y el me entrego lápiz y papel donde anoté.
Vengo a ver al Sr Holmes.

Se lo entregué, el lo leyó y me hizo una seña para que lo siguiera. Caminamos por un largo pasillo y al final me señaló una puerta susurré un rápido gracias y entre sin tocar.
-Esperaba más modales de usted señorita Valdés.
- Sr Holmes supongo.
-bienvenida Londres.
- Gracias. Habló con mi padre?
- hable con un caballero.
- le molesta si me siento? Pregunté señalando un sillón al frente del escritorio donde se encontraba sentado el caballero con una mirada aguda y peculiar. El hizo un ademán con su mano y me senté.
- que le dijo éste caballero?
- debo cuidarla señorita Valdés y asegurarme que tenga una linda estadía y un buen lugar donde quedarse.
- típico de padre. Dije con un bufido. Puede decirme Florencia por favor.
- señorita Florencia?
- sólo Florencia. Dónde me voy a quedar?
- pensaste en algo?
- en un hotel me recomendaría alguno sr Holmes?
- hay hoteles maravillosos pero como encargado de su preciosa estadía y viendo por el tiempo en el que piensa quedarse sugiero un departamento.
- tiene razón un departamento es mejor conoce alguno disponible?
-por el momento no.
Se produjo un silencio muy largo por lo que me pare y comencé a caminar por toda la sala pase dos veces atrás del Sr Holmes y no pude evitar la curiosidad para ver que hacía, me acerqué un poco y leí unos documentos les reste importancia pero decidí romper el silencio.
- cómo se llama Sr Holmes?
- Mycroft, Mycroft Holmes.
- puedo decirle Mycroft?
-si se siente a gusto.
- trabaja para el gobierno Mycroft?
- se puede decir que si.
- pero usted no es cualquiera cierto? Tiene un gran cargo en este gobierno?
- se puede decir que soy el gobierno británico Florencia.
- me encanta el acento de ustedes adoro como dicen mi nombre de una forma tan extraña. Dije con una sonrisa sentándome en el lugar donde estaba antes.
- puedo quedarme en un hotel hasta conseguir un departamento Mycroft?
- si pero estaba pensando...
Pasó un largo tiempo sin que diga nada parecía perdido en su mundo y supe que así debía de verme yo la mayoría del tiempo.
- le gustaría quedarse en mi casa Florencia? Hasta que consiga un buen departamento tengo varias habitaciones vacías en caso de visitas.
Lo pensé un rato, así sería más fácil vigilarme pero no tenía planeado nada malo y no me vendría mal nada de compañía aunque haya una notoria diferencia de edad.
- esta bien Mycroft pero con una condición.
- cuál?
- no me trates de usted solo tengo 23 y no estamos en mi país.
- esta bien Florencia, más tarde iremos. Dijo intentando sonreír al parecer no lo hacía mucho por que le salió una mueca extraña de la que me reí interiormente.
Me levante y me dirigí a una biblioteca que se encuentra al lado derecho elegí entre los libros uno que llamó mi atención, volví al sillón, me saque los zapatos y me acomode de una forma para nada educada y sin importarme la mirada inquisidora de Mycroft, me sumergí en el libro.
No estoy segura de cuanto tiempo pasó cuando Mycroft me despertó, pero ya era de noche y medio atontada pregunte cuanto tiempo había dormido.
- 3 horas. Dijo con total certeza como si hubiera estado pendiente.
- ya nos vamos? Pregunte mientras me pare, me puse mis zapatos taco aguja acomode mi falda y mi camisa y por ultimo mi peinado.
- si ya tiene que estar el auto esperándonos.
Se levantó tomo un lindo paraguas azul con mango de roble? Caminó hasta la puerta y la abrió haciendo un ademán para que salga. Busque el libro que estaba leyendo cuando me dormí lo coloque en su lugar de la biblioteca y salí. Caminos por el largo pasillo en absoluto silencio con el sonido de mis zapatos pasamos por la sala de entrada donde ya no se encontraba ningún señor, Mycroft se adelantó a la puerta y la abrió haciendo el mismo gesto pasé y un viento frío me golpeo, vi que un auto negro efectivamente nos estaba esperando me di la vuelta y en un tono burlón le dije a mycroft
- es todo un caballero Sr Holmes.
- por supuesto que lo soy, sobre todo con usted "su Alteza". Contestó en un tono despectivo.
No contesté y avance del auto se bajo un joven apuesto rubio de ojos miel y abrió la puerta.
-un placer volverte a ver david.
-señorita Valdés. Dijo a modo de saludo. Subí al auto y el cerró la puerta y subió adelante pude ver que el conductor era Adam estaba por saludarlo cuando subió Mycroft del lado contrario. El viaje fue corto unas 7 cuadras sino me equivoco. Al bajar le agradecí con una sonrisa a David que me abra la puerta. Estábamos en un barrio lujoso y la casa enfrente mio sin duda era la mas grande Mycroft camino hasta ella sin mirar atrás y entro estaba dudosa de si entrar camine con duda hasta la puerta y escuche un adelante de Mycroft por lo que entré.
- bienvenida a mi hogar, sientete como en casa Florencia. Dijo en un tono extraño por lo cual entendí que no era del todo bienvenida.
- linda casa Mycroft, donde dormiré?
-arriba en una de las habitaciones para huéspedes.
- gracias Mycroft, y mi equipaje?
- ya lo traen, ven para que te enseñe la casa.
Caminamos en silencio recorriendo la planta baja donde se encontraba la sala de estar, cocina, comedor, baño, el estudio de Mycroft y un lindo jardín subimos y señalo su habitación y al frente la mía entre y la encontré muy bonita, pero no de mi estilo, vi dos puertas una para el baño y otra el armario supuse.

Fish And Chips. Sherlock HolmesWhere stories live. Discover now