Adiós mi querido ruso

III

Como terminamos viviendo los 3 en una sola casa, bueno eso es algo que aun no termino de entender, luego de que Yurio acepto volver a Rusia con Víctor las cosas cambiaron para bien

Legalmente Víctor es su tutor así que vive con nosotros aquí en Japón, por supuesto sigue entrenando pero es el oji azul quien lo entrena, después de todo era lo que quería, aunque claro Yakov se enojo mucho cuando lo supo pero termino por aceptarlo pues sabia que era lo mejor para él, al principio no fue nada facil, pero tampoco imposible

Algunas noches se le escuchaba llorando encerrado en su habitacion, nosotros nos quedábamos a raya; deberíamos ir no cres- al escuchar a mi pareja negué; dejalo solo, cuando quiera abrirse se acercara lo mejor que podemos hacer es esperar- le respondi

Cuando todo quedo en silencio le lleve un poco de comida, toque la puerta esperando respuesta, espere un rato y volví a llamar; Yuri tienes que comer algo- abrió la puerta resignado dejandome entrar, deje la bandeja en la cama llendo a la puerta; espera Yuuri, ¿me harías compañía? -me siento frente a él; por supuesto que si -le sonrió mientras lo veo comer

Al rato después de que acabo me pare con la intención de salir pero la mano del menor en me muñeca me lo impidio, lo mire un poco confundido; ¿porque aceptaron hacerse cargo de mi?- su mirada era la misma de aquella vez en la cascada, vulnerable; por que aunque no lo creas eres importante para los dos- pude ver que mi respuesta lo sorprendió

Hace dos semanas que paso eso y no me a dirigido ni una silaba desde entonces, Víctor trato de saber que era lo que ocurría pero nunca le dijo, pronto el tiempo transcurrió y estábamos mas cerca de la boda, aunque claro los problemas no podían faltar, aunque esta vez había sido mi culpa

Estábamos en la pista y Víctor estaba ayudando a Yurio con una rutina, le había dicho que dejaría de llamarlo así pero eso no evitaba que lo hiciera cuando el rubio no estaba presente, había estado hasta tarde organizando algunas cosas para la boda así que inicialmente ya estaba cansado

Empecé con algo simple pero pronto lo fui haciendo más difícil, Víctor me advirtió que no fuera mas lejos pero no hice caso, me exedi y eso fue mi perdición, salte para hacer un lutz cuádruple pero lo ultimo que escuche fue como ambos gritaban mi nombre

Desperté adolorido ademas de que me costo abrir los ojos, al hacerlo note que estaba en un hospital, la habitación blanca y el suero en mi brazo me lo indicaba; Yuuri -esa voz era de alguien conocido pero no reconocía de quien, estaba un poco aturdido

Cuando por fin pude hacerlo me sorprendí, Yurio estaba a mi lado y abrazandome, no comprendía nada de lo que había pasado, hasta que lo recordé, diablos si que me había exedido, cuando se separo vi unas lágrimas que se contenían en sus ojos; eres un idiota- se giro dándome la espalda, seguro estaba llorando pero no queria que lo viera

A los minutos entro Víctor, tenia una mirada seria pero llena de preocupación; por fin despertaste - se acerca a mi dejando a Yurio quien solo se retiro; perdona si los preocu...- no pude terminar pues unos labios se estrellaron con los mios, no dude en corresponderle; no vuelvas a asustarme así jamas...no tienes idea de lo preocupado que estaba cuando te vimos caer y no levantarte, te dije que no te exediras pero no me hiciste caso, como crees que estaría si algo grave te pasara -me abrazo con fuerza a lo que solo pude corresponderle

Reposo y nada de patinaje por al menos 3 semanas fue lo que me dijeron cuando me dieron de alta, al principio mi querido ruso me tenia clavado en la cama, solo me dejaba levantarme para ir al baño y sorprendentemente Yurio le ayudaba evitando que me parara cuando él no estaba, aplazo la boda un mes más, al principio discuti con él pero termine aceptando pues entendía por que lo hacia