Es horrible la sensación. Ese hormigueo mi estomago.
Fuertes emociones, esa estúpida gota de sudor que no dejaba de deslizarse por mi sien hacia que me sintiera aún más frustrado.
Llevaba al rededor de 15 minutos cayendo en un precipicio en el que desde que tropecé, solo alcancé a notar pequeños puntos que con el rayo de luz que emitía el hueco que había dejado al caer, causaban un color violeta. Mis cuerdas vocales se habían gastado gracias a que los primeros cinco minutos de descenso me la pasaba gritando y aullando de manera desesperada. Después llegue a la resignación, me force a recordar todos los momento de mis diez y seis años como lo hacían en todas las películas las famosas de Hollywood en las que al momento de morir, ven pasar toda su vida a través de sus ojos en cuestión de segundos, se me negó la petición. Me enfoqué más en pensar en el dolor que sentiría al momento de impactar con la superficie que me esperaba, comencé a desesperarme, no era capaz de controlar mis propios movimientos al aire y llegaba nuevamente la sensación de volver a gritar de una manera desquiciada, hasta que un rugido neutralizo mis sentidos, fue tan fuerte que sentí en mi pecho el vibrar de las ondas sonoras deslizando en la obscuridad. En ese momento, descubrí que los puntos violetas eran enormes árboles acercándose cada vez más a mí, el pánico envolvió mi mente y estuve a punto de perder el conocimiento, pero un impulso de adrenalina hizo un shock en mí.
Por fin sentí el primer rasguño de una rama de los muchos árboles que ahí hacían, luego otro en mi pierna, y otro, y otro. Debo admitir que los rasguños no se acercaban ni en lo más mínimo a lo que me esperaba. Llego el momento del impacto final, me estampe en lo que podría llamarse suelo, de un momento a otro, mis ojos iban cerrándose poco a poco, trataba de mantenerlos abiertos temiendo que nunca más lo podría volver a abrir hasta que mis esfuerzos fueron vanos y concluí con la tarea de cerrarlos, el último sentido que perdí fue el sonido, lo cual me basto para distinguir unas fuertes pisadas acercándose a mí con velocidad y otros cuantos rugidos más perdiéndose en el eco que ocasionaba mi pérdida de conciencia.
ESTÁS LEYENDO
sigo cayendo
Приключенияnarra la historia de un adolescente que le avecinaran sucesos misteriosos y confusos para los cuales se las tendrá que enfrentar a futuras peleas y amores furtivos