Capitulo 4. Desconocidos y despedidas

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Capitulo 4

MARIANA

-¿Están lista chicas? –pregunto Mónica

-Siiiiiiiiiiiiiiii –dijeron todas a coro

Noooo

Llegamos al puerto, ya se sentía el bullicio de las persona, se podía respirar la salinidad.

Se preguntaran como me convencieron, bueno fue porque era venir o quedarme sola en la casa.

Después de lo que paso aunque no haya sido un peligro real estoy más temerosa que antes

Pero yo no vengo con el plan de tumbarse en la arena, broncearse, llamar la atención de algún chico.

No, definitivamente yo no voy incluida en ese plan, es más, no traigo ni bikini

Vengo con una camisa de tirantes color roja un poco demostrativa nunca me eh quejado por mis pechos son un poco grandes así que esta camisa enseña demasiado para mi gusto, un short blanco corto me llega un poco menos de la mitad del muslo hace que mis piernas se vean muy largas y mi pelo lacio negro azabache en una coleta y unas sandalias muy lindas.

No es mi estilo pero me convencieron y bueno no me veo mal

Pasamos por los locales comerciales es tan pintoresco todo, las personas charlando y niños con sus mascotas.

Cada paso que doy me hace pensar en las historias que han sucedido aquí a lo largo de los años

Me encanta admirar todo porque por simple que parezca cada lugar guarda una historia.

Historias que guardan las personas que se conocieron en uno de estos restaurantes, acontecimientos que sucedieron en la playa, errores que se cometieron en estos caminos, despedidas de amantes que jamás volvieron a encontrarse, nunca lo sabremos eso quedo en los corazones de las personas que vivieron esas experiencias y lo que los rodeo, ellos quedan como eternos guardianes y confidentes.

Empiezo a caminar cuando me doy cuenta de que ninguna de mis amigas está aquí.

Llego a la costa y me maravillo con la hermosa vista las olas golpeando la orilla, el sol en su mayor intensidad del día, haciendo que la vista sea aun más fantástica

Todo se ve realmente mágico

-Hey Mariana que ves para que estés tan del otro planeta, no, espera ya sé, ¿dónde está el chico? –Dijo Alex

-Tú y tus estupideces –le dije

-Calmada mi amor- Dijo Alex

Las deje ya solo con sus bikinis puestos, y lo último que vi fue que corrieron y entraron al agua.

Volando AltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora