Capitulo 1

30 5 3
                                    

Jane

Estuve a punto de echarme a reír de no ser por la expresión adusta de Peter y su boca en una fina línea recta, mi cabeza palpitaba a mi ritmo cardiaco e igualmente mis manos temblaban.

Astor estaba chocando las palmas detrás de la espalda y miraba hacia todos lados menos a mi, claramente estaba nervioso, se le notaba hasta por los codos.

¿Vampiros? Quería decir, quería preguntar, quería hablar, incluso quería gritar, pero, las palabras simplemente no salían de mi boca, intentaba hablar pero en cuanto lo intentaba un fuego se encendía en mi garganta y me impedía hacerlo.

Me ardía todo el cuerpo, desde la punta de la cabeza, hasta las plantas de los pies, las palmas de las manos me sudaban porque al fin todo cobraba sentido.

La primera vez que vimos a Riley Peter casi se abalanza sobre ella por lo que me imagino estaba hambriento y llegando a la casa se alimento de mi, o eso creo, la vez que Astor me leyó la mente, bueno para eso no tengo explicación ni para lo demás, no tengo explicación del por qué Astor y Peter se peleaban, ni de quién era el chico de LA foto en el estudio de Astor.

Pero lo más raro era lo que había pasado la vez que fuimos al parque de diversiones, cómo sentía que descendía por los aires y que caía del carrito, pero al final termino siendo.... la verdad no sé qué terminó siendo, no creo que haya sido un sueño por qué fue tan real que después de eso me sentía mareada, pensar en ello solo me hace que la cabeza me palpite más.

—Jane... ¿Estás bien?— Pregunta Peter e intenta acercase a mi pero me aparto.—Porfavor.- Levanta la mano para tocarme y doy otro paso atrás, se rinde y me quedo donde estoy.

Había algo que no cuadraba, Astor y Peter habían estado en el sol y no les había pasado nada, según las películas y libros de vampiros cuando a uno le daba el sol este se quemaba hasta morir, bueno o eso fue lo que vi.

—Eso no es cierto, Jane. No morimos en el sol, no son nada más que estereotipos.— Dijo Astor claramente usando el truco de leer la mente.

No estaba nada acostumbrada a eso y por eso sentía una presencia en mi cabeza cuando se colaba en ella, me enojaba un poco que leyera mis pensamientos pues necesitaba privacidad y cuando lo hacía me sentía violada de algún modo.

—¡Deja de leerme el pensamiento ya!— Exclamé después de unos minutos intentando hablar. Astor se mostraba sorprendido pues había gritado muy fuerte y Peter se había echado para atrás.

Estaba furiosa y confusa a la vez, era un torbellino de sentimientos en mi interior y no sabia diferenciar uno de otro.

—¿Vampiros?— Pregunté con un dejo de confusión.

—Si— Dijo Peter con la expresión más fría del mundo.—Vamos a la casa de Astor y ahí te lo explicaremos todo, no te mentiremos en nada te lo juro, confía en mí.

-Está bien... pero... ¿Que pasará con Riley?— Dije con las lágrimas lacerándome los ojos, Riley mi mejor amiga, estaba... muerta. Me limpió las lágrimas y miro a Astor que me está mirando con expresión preocupada, aparto la mirada y la dirijo a Peter que está mirando con atención el cuerpo sin vida de Riley.

—Creo que tendremos que llamar a Michael.—Dice Peter dirigiéndose a Astor.

Perfecto, otra pregunta más para mi mente ¿Quien era Michael?.

—Prometimos no llamarlo a no ser de que sea algo importante.— Dijo Astor mirando a Peter fijamente. Y

—¿Y tú crees que no sea importante que su... digo, que Jane ya sepa que somos vampiros y que igualmente Riley este muerta? ¿Qué haremos con su cuerpo? ¿Tirarlo al río? No lo creo, alguien podría verlo y llamar a la policia y se darían cuenta de las marcas de lo que queda de ella y así me atraparían a mi con sus Locos que les cuidan la espalda a cada minuto— Dice Peter volteando hacia Astor y acercándose a él.

—Bueno, le llamaré.— Dice Astor y suspira, saca su teléfono de su bolsillo trasero y llama al misterioso Michael.

Se aleja cada vez más hasta que llega a una esquina y voltea a verme preocupado mientras habla por teléfono.

Tras pasar unos 5 minutos de Astor hablar, regresa corriendo.

—Dice que llega el Viernes, ósea en 2 días, vendrá con Jacob, lo único que necesita es que le deposites $15,000 pesos.— Dice Astor como si $15,00 pesos no fuera gran cosa y yo me quedo boquiabierta.

—Claro— Dice Peter no importándole tal cantidad.— Solo qué hay qué hay que arreglar su cuarto, por qué si llega sin ver todo limpio sabes cómo se pone.— Dice bufando.

—Bueno, pero entonces ya vámonos para poder pasar por café, pues no creo que podamos explicarle todo a Jane en una sola hora así que necesitamos quedarnos despiertos para explicarle todo y que cuando llegue Michael no este tan desinformada. — Astor agarra el cuerpo de Riley y lo pone en la cajuela del lamborghini. —Cuando llegue Michael ya veremos qué hacemos con el cuerpo de Riley.

—Si— Dice Peter— Yo me iré en el Audi. —Astor asiente y nos dirigimos al carro.

No quiero irme con Astor sola en un carro tan pequeño, ya no es lo mismo, ahora que se lo que son siento que de un momento a otro me chupara toda la sangre y moriré.

Entro en el asiento del copiloto y me pongo el cinturón, cuando Astor entra me sigue mirando preocupado.

—Lo siento..— Dice e intenta tomarme de la mano pero la apartó.

—No quiero hablar, necesito pensar.— Asiente pero veo la tristeza en sus ojos.

Fija su mirada en el camino y nos adentramos en la carretera hacia casa de Astor, si es que en realidad era de él.

Apoyo mi frente en la fría ventana del coche y miro hacia los árboles, estoy tan confundida, no sé qué hacer, tengo que ser sincera extraño a mi mama e igual mi cuarto, extraño estar sentada todas las tardes viendo American Horror Story y que mi mama me regañara por quedarme tan tarde viéndola, extraño el olor de mi mama a vainilla cuando terminaba de bañarse, extraño el olor a macarrones y cómo tenía que fingir que estaban buenos solo para sacarle una sonrisa a mi mama, extraño a mi mama a pesar de que haya matado a mi padre, la extraño demasiado.

Una lagrima solitaria surge de mi ojo y aterriza en la punta de mi nariz, no me molesto en secarla, la dejo correr así como dejo correr unas cuantas más.

LA OSCURIDAD 2: LA REVELACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora