Cause you are pretty (Jin)

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(NO ES MIO, CRÉDITOS ABAJO)


El reflejo me sonríe. Pero yo no estoy conforme con mi apariencia. ¿Debería cambiar mi camisa? Sí, el rosa no parece la mejor opción. Al menos, no hoy, aunque es mi color favorito. Me pongo de pie y abro mi armario, un abanico de posibilidades se abre frente a mí. Camisas y camisetas de todos colores, sacos, abrigos, corbatas.

 Ah... ¿Por qué soy tan indeciso? Mmh, la he observado bien. Ayer sus uñas ayer eran azules, su celular tiene una funda del mismo color, y casi toda su ropa es del mismo también... Entonces, usaré mi camisa azul. Rápidamente, muevo los ganchos histéricamente, se me está haciendo tarde. Si tardó más encontrar esa maldita camisa, no lograré verla. Al fin, pude encontrarla. La descuelgo y reemplazo la camisa rosa por ésta, dejó los botones abiertos dejando ver la camiseta blanca que llevo debajo. Me siento de nuevo frente al espejo. Mi cabello café claro cae sobre mi frente haciendo contraste con mi piel blanca. Creo que así está mejor. Nuevamente, me pongo de pie, tomo mis libros y salgo de mi casa. El fresco viento roza mi rostro. Este tiene que ser el día. Hoy finalmente hablaré con ella. Me siento decidido... Hasta que llego a la cafetería y los nervios me golpean como una ola. Me detengo en seco, y comienzo a practicar.

—¡Hola! Soy Jin... ¿Cuál es tu nombre?— Le hablo a la inexpresiva pared del callejón donde me escondí— No, eso no. Mmh... Creo que tú y yo haríamos una linda pareja— Volví a hablar tratando de hacer ademanes— ¡Eso está peor! ¿Por qué mi vida es tan incómoda?

De pronto, la veo de reojo pasar, tan hermosa como siempre. Dejando tras de sí ese peculiar rastro de olor a flores. Regresándome a la realidad, si no es hoy no será nunca. ¡Vamos, Jin!
Mientras entro a la cafetería me animo a mí mismo. Tú puedes. Tú puedes. Tú puedes.

Pero luego la veo ahí, sentada leyendo, mientras bebe lo de siempre; un café late.

¡No! No puedo. No puedo. No puedo. Así que, otra vez, patéticamente no puedo hacerlo. Me siento en el porche del restaurant mientras observo su espalda. Intento fallido #34.

Al día siguiente, se repite el ciclo. Otra vez, trato de verme lo mejor posible para conseguir su atención. ¿Lograré hacerlo esta vez? Me pregunto mientras veo hacia los lados de la calle en la puerta del mismo lugar. No está viniendo... ¿Le habrá pasado algo? Espero que no, no soportaría no haber hecho ni siquiera un verdadero intento. Tal vez debería irme... De pronto, la veo acercarse hacia la cafetería. Entro apresuradamente y me siento en el lugar de siempre. Al aire libre, y pretendo estar concentrado leyendo, pero lo único que hago es observar sus movimientos. Ella, inesperadamente, pasa de largo el lugar que habitualmente ocupa y camina hacia mí. Demonios. ¿Y ahora qué? Jin, tranquilo. Inhala. Exhala. Concentro mi vista en el aburrido libro que sostengo en mis manos, y doy un sorbo al café que compre. Pero éste está demasiado caliente, por lo que me quemo la lengua y lo dejó rápidamente sobre la mesa.

—¡Ouch!— Susurro, pero mantengo la pose relajada mientras ella se sienta frente a mí.
No me presta atención, sólo coloca su libro en la mesa y se pone a leer.

La observo. Es tan linda. Su cabello claro está recogido en una coleta alta, dejando ver su pequeña frente. Y está vistiendo un short blanco y una blusa azul (como esperaba) con holanes.

 Veo su nariz alta y fina, sus ojos oscuros que me transmiten atracción, y sus labios rosas. Y... ¡Oh no! Casi doy un brinco cuando si mirada se dirige a la mía. Me atrapó mirándola. No despega sus ojos de los míos, ni yo los míos de los suyos. En ellos puedo ver algo, como el deseo de decir algo... Pero ella simplemente esboza una sonrisa oculta, y continuar con su lectura... Dejándome sin palabras y fallando nuevamente.

One Shots (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora