Capitulo 7

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Respiro profundamente, tomo un pequeño impulso y levantó mi cuerpo del sofá, para comenzar a arreglar el destrozo que provocaron ambos chicos.... Claro ellos pelean y yo como una sirviente debo recojer sus desastres, me agacho para recojer un cuadro familiar que yacía en el suelo, oh no mamá se enojara mucho estos seres rompieron una esquina del vidrio, quizás lo puedo reparar antes de que ella vuelva.

Algo interrumpe todas aquellas ideas que estaban pasando por mi cabeza para que la loca y detallista de mi madre no se diera cuenta de este percance y ese algo eran murmullos de mi hermano que comenzaban cada vez a subir mas de tono pero aún así no lograba entender lo que decía, dejo la foto en un mueble para luego repararla y me decido con demasiada duda subir las escaleras para asegurarme si debía intervenir o todo estaba controlado. Cuando estaba en el extremo superior escucho a Derek decir: "No, los amigos no se hacen esto, pero sabes que has lo que se te de la gana pero quiero que estes consiente y completamente seguro que estaré de aquí en más atrás de ti, atento como halcón" dicho esto se escucha un portazo y pasos acercandose a dónde me encontraba, Derek me mira de reojo y continua su camino y por lo que se ve de un horrible humor se podría decir que si pudiera estaría echando humo por las orejas, antes de mi hermano saliera de la casa dando otro portazo se escucha que grita: "¿Por que Dios tuviste que darme una hermana así? No se, como tomarme lo que a dicho, no se si es bueno o malo pero preferiría no preguntárselo hasta que las cosas estén más calmadas; decido que debo ir a mi habitación y descansar un poco quizás así recupere un poco de estabilidad pero al pasar por la habitación de Derek me detengo, la puerta se encuentra unos centímetros abierta y puedo observar a un Scott sentando en el borde de la cama con ambas manos en su cabeza y soltando más de un suspirando, quería ir a mi cuarto y encerrarme hasta quedar dormida o hasta que mamá descubriera que su cuadro favorito estaba roto pero algo me lo impedía y ese mismo algo fue el que me impulso a tocar la puerta, no podía ver a Scott de esa forma, al escuchar el sonido de la puerta este levanta su mirada la cual se enfoca en mi con esos hermosos ojos color verde que derriten a más de una, el me hace una seña para que pase cuando estoy cerca de él me fijo en los golpes que lleva su rostro, sin decir palabra me dirigí al botiquín de primeros auxilios, vuelvo junto a él esté me observa intrigado pero no me dice nada cuando ve que me agacho y comienzo a ponerle alcohol a un algodón, se lo acerco al rostro y antes de hacerle frena mi mano y me dice

_Astrid, yo.....Mmm..... Este- modula cosas sin sentido, fijo mis ojos en él tratando de transmitirle comprensión, niego con mi cabeza, Scott me observa y se queda en silencio mirando como paso el algodón por su rostro, luego de algunos suspiros y leves quejidos, suspiro, me armo de valor para enfrentarme a esos ojos verdes que tanto me atraen desde aquella vez que llego como un pequeño de siete años a preguntar si mi hermano quería jugar con él, ese día me miró con esos ojos que me dejaron completa y perdidamente encantada, así estuvimos algunos segundos, minutos o horas quien diría hasta que mi hermano interrumpió nuestra pequeña conexión con sus juguetes, ambos me ignoraron y empezaron a jugar, y fue así como día tras día ese niño de ojos verdes llegaba a mi casa para jugar con mi hermano sin ni siquiera dirigirme una simple mirada con esos ojos que traían loca a más de una niña, me encantaba observar como se divertían, como sus pequeños rizos se movían con la brisa del verano, como emanaba esa sonrisa con sus diminutos dientes cada vez que cometian alguna fechoría típica en niños de siete años, y así pasaba mis días mirando y mirando cada detalle de este pequeño que no entendía como me podía atrae tanto si los niños eran repugnantes, pero un día ellos me vieron un poco triste y me invitaron a jugar así fue como nació una gran amistad entre Scott, Derek y yo, ellos eran mis mejores amigos solíamos hacer los mejores juegos y las travesuras más divertidas que casi siempre terminaban en algún reclamo y por supuesto castigo de parte de mi madre y la madre de Scott pero aún así jamás pudieron hacer que pararamos o nos separamos.... Hasta la difícil edad de 13 años, al cumplir esa edad ellos pasaron a preparatoria se creían geniales ya no me necesitaban para sus travesuras porque no querían niños pequeños que importunara su vida de pre-adolecentes llena de "fiestas", chicas y deportes, aunque pasaron seis años nunca se me pasó mi atracción hacia Scott, hasta que un día exactamente el tres de diciembre, el cumpleaños número 14 de mi hermano, aquel día en el que estaba muy emocionada ya que al volver a clases sería mi último año y podría reencontrarme con ellos así todo volvería a la normalidad y lograriamos ser los de antes, pero al dirigirme hacia el patio trasero por una bebida lo ví...... Scott Acker, tomando de la mano recostado a nuestro árbol, aquel que tenía la casa del árbol que construimos donde ideabamos todos nuestros planes, estaba con ella...... La chica más bonita del salón Amber Collins la cual estaba regalando una de sus perfectas sonrisas a mi amigo me sentí molesta, frustrada conmigo misma porque jamás lograría que el me viera como lo hacía con ella, tome el vaso de limonada para dirigirme nuevamente hacia adentro, eche una última mirada hacia el árbol y ví..... Como Scott besaba a Amber, sentí mi corazón quebrarse dolía algo muy dentro de mi, arroje el vaso al suelo y subí con lágrimas en mis ojos a mi habitación, no recuerdo más de ese día solo se que llore y saque todo aquello que oprimía mi pecho, escuche a mi mamá golpear, también a Derek y aunque me sorprendió pero aún así no abrí la puerta fue a Scott, ese tres de diciembre fue la primera vez que alguien rompió mi corazón, también se rompió mi amor hacia Scott y prometí que sería la última vez que lloraría por alguien....

Un Simple ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora