Nuevo Instituto.

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Hola, en primera, gracias por entrar a mi historia, en segunda, espero que te guste... Ahora, sin más preámbulos, ¡Empecemos!

-Chloe, despierta, es hora de ir a la escuela.
  Oí a mi madre gritar desde la sala, me daba pereza levantarme, ingresaría a un nuevo colegio, desde lo de Sam... No quería ir a la escuela, pero lo hacía por ver a mi madre orgullosa de mi.

-¡Ya voy!
    Me levante como pude, con toda la flojera del mundo, y me fui a duchar. Al cabo de una hora más o menos, ya estaba lista y encaminandome  al colegio, al llegar, rápidamente me fui a mi casillero, cuando escuché que alguien gritó mi nombre.
-¡Chloe! -era una voz chillona- Soy yo, Wendy, ¿no me recuerdas?
-Eh sí... - dije con la voz un poco temblorosa, la verdad no sabía ni quien carajos era, pero por no ser grosera dije eso.
-Al parecer, te transfirieron a mi Instituto, Me alegro de hayas venido. Ah y por cierto -dijo dando una pausa- me enteré de lo de Sam... Lo siento mucho. -yo sólo asentí con la cabeza- Bueno, yo me voy, hasta luego.
-Hasta luego. -dije algo cortante... ¿Cómo se enteró de lo de Sam? ¿Y si...? ¿Todo el instituto sabe que me transferí a causa de que mi amiga tuvo una sobredosis? Todos se burlarían... Claro está.

-Señorita, ¿qué hace vagando por los corredores? ¿no debería estar en clase?

-Eh... P-perdón -dije tartamudeando, al parecer, ella era la directora- soy nueva, y no sabía ni a que salón ir...
-Entiendo. Acompañame a la dirección, donde te daré tu horario.
     Gracias a Yisus había comprendido y no era esa típica directora arrogante y amargada, era buena.
-Gracias.
-No hay de que, es un gusto tener nuevos alumnos, supongo que usted es la señorita Caufield ¿no?
-Si, Chloe Caufield.
-Ya veo, bueno, ten, aquí esta tu horario -dijo mientras veía la hora- Mm... Espera, aún no te retires.
-¿Por? ¿Necesita algo?
-No, no es eso, si no que tu primera clase es Química, que te la da la Profesora Finiggan.
-¿Hay algún problema en eso? -dije preocupada.
-Sí, ella no tolera los retardos, no le importará si seas nueva o no... Quédate aquí, faltan 40 minutos, en ese tiempo, podrás hablarme de ti. -me dijo dándome una sonrisa-
     Me cayó de extraño que un director de un colegio me diera el permiso de saltarme una clase, y además de eso ¡quedarme a hablar con ella!
-Bueno, pues usted digame que quiere saber y yo le contesto. ¡Pregunteme! ¡pregunteme! -dije imitando la voz de burro en Shrek- a lo que la maestra se rió.
-Jejeje, bueno, mi primera pregunta es... ¿Por que te transfirieron?
-Eh, bueno... -dije con pausas- en mi antiguo colegio, tenía una mejor amiga, y bueno, ella... Tenía muchos problemas, su padre golpeaba a su madre y cuando no estaba su madre, abusaba de Sam, eso ocurrió durante 5 años, yo le decía a Sam que lo reportara a la policía, pero ella nunca quiso, a lo que yo respetaba su decisión aun estuviera en contra de esta; un día fui al colegio, y ella no fue, me preocupe y al llegar a casa, llame a su hogar, donde me respondió su mamá, estaba con una voz, que se notaba que había llorado... Cuando de repente me dijo: ¡Sam esta muerta! Yo me quedé petrificada en ese instante, al parecer, Sam no aguanto más, según el diagnóstico de médico, Sam tuvo una sobredosis. -sentí la mirada de la directora sobre mí, levante la cara y tenía una cara de asombro.
-Lamento mucho lo de tu amiga.
   Yo sólo asentí con la cabeza, no sabía que hacer cuando ella me dio un pañuelo ¿estaba llorando? Saqué mi celular y puse la cámara y si, efectivamente, estaba llorando, no se como logré abrirme así con la directora, no lo hacia usualmente... Ella me siguió haciendo el cuestionario mientras yo respondía amablemente, el timbre sonó, me despedí y me fui a mi siguiente clase, Artes.

     Artes era mi asignatura favorita, desde niña, tanto que hasta tenia un curso particular después de llegar de la escuela; fui rápido a mi casillero, cogí mi libro y me fui corriendo al salón cuando choqué con alguien...

  Oh no...

-Eh... Disculpa, no fue mi intención, yo... -dije tartamudeando-
-¡Fíjate por donde andas! ¿Quieres? ¡Me derramaste todo el café encima!
-Nada que un cambio de ropa no haga. Deja de ser dramático, ¿quieres?  -dije poniendo los ojos en blanco.
- JAJAJA ¿y tú quién te crees para hablarle así? -oí una voz acercándose a la situación.-
-Si, ¿tú quién te crees para hablarme así? ¿Acaso no sabes quién soy? Estás hablando con el mismísimo Dylan Avery.

Dylan Avery, Dylan Avery, reconocía ese nombre... Oh no.  ¡Dylan Avery! ¡El chico pesado que me hacía la vida un lío de niños!

-¿Eh? ¿Hola Freak? ¿Estás ahí?
-No me llames así. -dije en un tono más molesto.-
-¿¡Qué pasa aquí!?
  Ah, que alivio, la maestra llego, Dylan y su amiga, novia, lo que sea, y yo entramos al salón disgustados. Dylan no dejaba de mirarme, pero me daba igual, estaba tan concentrada en mis pensamientos, en ese momento.  que no puse atención a la clase en nada.
   Después de todas las clases, fui a por el autobús para ir a mi casa y de ahí a mi curso de arte, al menos en esa clase no tendría la mirada de Dylan sobre mi, y podría concentrarme. Llegué a la clase y la maestra nos dijo que teníamos un compañero nuevo.

Wuju ¿cómo será?  ¿Le gustará lo mismo que a mi? ¿Le caería bien?

   El sonido de la puerta cerrándose con algo de brusquedad interrumpió mis pensamientos cuando lo vi a el parado, en frente del pizarrón.

-Buenas tardes, yo soy Dylan Avery...

When I Met You. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora