Mi corazón late a mil por segundo, estoy asustada si, es mi primera fiesta en una discoteca, la emoción es difícil contenerla, al fin la mayoría de edad, algo que muchos queremos tener para poder ser más independientes, salir con más tranquilidad, tomarse una copa cuando el momento lo amerita, o sencillamente porque estamos vivos.
No me siento orgullosa de lo que he hecho, siempre he mentido o arreglado cosas con tal de que queden a mi favor, me niego a seguir siendo así, así que este momento es el correcto, a partir de ahora dejare de ser la chica engreída, la que nadie puede ni dirigir la palabra.
Mis amigos me esperan en el primer piso mientras yo me termino de arreglar, hoy va a ser el inicio de las noches locas, de los viernes de baile, de algo que muchos creen que es una perdida de tiempo pero es algo que va con nuestra generación.
-¿lista?- me pregunta mi novio Matt, es tierno, alto y dicen que soy muy afortunada de tenerlo, no estoy muy segura de eso pero no me importa.
-Desde hace mucho estoy lista.
-Esta bien, vamos, en la entrada del bar nos encontramos con el resto.
Mis amigos, son 5 y todos van también el bar, ellos son mayores que yo entonces ya saben como va esto de salir.
Me siento feliz, con una emoción interior cada vez mayor conforme pasamos las calles en dirección a la zona de los bares en el lugar mas exclusivo de la ciudad. Las luces de la navidad alumbran el exterior de una manera muy sorprendente, colores de todo tipo alumbran las calles y cada vez creo que me voy a desmayar de la emoción. el auto se detiene y bajamos, caminamos cogidos de la mano en dirección al mejor bar de todos. Mis amigos ya están en la fila esperando a que los dejen entrar.
-¡Hola Andrea!- me dice Manuel, mi mejor amigo gay.
-¿Como va mi loca preferida?- le digo, siempre lo trato así, a el no le importa.
-Puta como siempre mi amor.
Enseguida llegan mis otros 4 amigos, Sebastian, Daniel, Valentina y Sofia, saludo a todos y iniciamos una conversación sobre cual seria la mejor mesa dentro del bar para la noche. La verdad es que no le pongo tanta atención, a pesar de esta noche tan importante para mi no dejo de pensar en que a lo mejor no tengo nada importante que hacer acá, hoy, o mañana o siempre, muchas veces me pregunto si yo tendré alguna finalidad, si llegare a ser alguien importante en la vida de al menos la ciudad, teniendo en cuenta que soy una entre mas de un millón de personas... eso me deprime bastante, demasiado, porque también me deja ver que solo soy un pedazo de nada ahora, si, estudio comunicación social y periodismo, pero también pienso si lograre tener el empleo con el que sueño, o si al contrario tendré que trabajar el doble para poder sobrevivir, si, mis papas me ayudan en todo, vivo con ellos y se podría decir que soy una fortuna muy grande, pero no siempre ellos van a estar y yo tengo que estar preparada tanto mentalmente como económicamente, valerme por mi misma, empezar a ganar dinero para mi futuro apartamento, para que si me dan ganas de salir lo pueda hacer sin pasar por la pena de pedir prestado y así.
A veces también pienso en si debería ser como soy, con mis papas una persona aparentemente normal e inocente, con mis amigos una que se "se las sabe todas" y en realidad puede caer tan rápido como habla, es curioso como ahora todos preferimos ser así, ser tan efímeros, tan veloces, tan acelerados, con una avidez por vivir todo, supongo que en nuestra época la amenaza silenciosa de que el mundo se puede acabar pronto es lo que hace que actuemos así, con esas ansias por vivir todo lo posible antes de que se acabe el mundo, igual que cuando nos tiembla todo nuestro ser cuando llegan los 30, ese pequeño valor numérico para casi todos puede significar en fin de la vida hasta como la conocemos, cambiamos, para bien o para mal, nos podemos hundir con una facilidad impresionante, porque es la edad en la que piensas que ya se acabo toda tu vida, en la que ya dejas de estar en forma para seguir la vida como la llevabas hasta el momento... esa parte es a la que le temo mucho también, me siento vacía, sin rumbo, con el tiempo contado también, supongo que eso explica el éxito de los bares con discoteca, te puedes olvidar de todo, e diviertes al máximo, disfrutas, bailas, tomas, olvidas.
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Relatos
RandomLos relatos son diferentes, cada uno con alguna historia curiosa, cada uno determina su destino y llega a la muerte o a la salvación