Como se puede comenzar una historia sin ser tan cliché o al menos parecer un poco más original que el resto, bueno la verdad es muy complicado. Además solo tengo 17 años y no he estudiado ni letras para tener un buen argumento para empezar, así que les daré lo que pueda, pero prometo que será bastante divertido, que vamos mi vida es comedia pura.
¿Como inicio esto? ¡Oh sí!, Hola mi nombre Caroline Ricardi tengo casi 18 años y voy en Wisdom High School en la ciudad de Houston,Texas, no soy la chica que tiene un cuerpazo y que tengo medio colegio muriendo por mí, ni tampoco soy una nerd que se la pasa con la cara metida en medio de un libro, soy solo una chica normal como todos solo que con un poco de suerte he podido quedar elegida en un programa de intercambio escolar, ¿Como? es una buena pregunta, realmente aún no se como pude conseguirlo, como he dicho no soy de las que pasa estudiando pero cuando algo me interesa soy aferrada hasta que cumplo mi objetivo y creo que así fue como quedé seleccionada para intercambio a Corea o como dije al principio con suerte.
Siempre me ha gustado las culturas asiáticas y cuando descubrí el mundo de los K-dramas me metí de lleno a la cultura Coreana, así que entre Oppas y Unnies me fue introduciendo cada vez más. No soy de las que hablan con desconocidos en las redes sociales, mi mamá es muy sobre protectora conmigo así que era obvio que no iba aprender hablar Coreano en estas, así que al final me decidí por aplicar por una beca que ofrecía estudiar en Corea del Sur por un año y bueno así fue que mi sueño se volvió realidad.
Aunque como todo siempre había un pero, mi mamá al principio se mostró difícil de convencer que vamos, si no, me dejaba asomar la nariz en la calle y ahora que me iría a un país completamente diferente estaba que daba el grito en cielo, pero después de explicarle una serie de grandes beneficios de este gran cambio ¡Por fin! acepto, aunque por supuesto con un mil de condiciones pero el que iría es lo que hacía que valdría la pena, poder ir a cumplir mi sueño.
No tengo un millón de amigos, apenas tengo dos y son mis mejores amigos Dylan y Oliver, si son hombres ¿por qué? bueno la mayoría de las mujeres son unas arpías, y no hay más que decir. Así que cuando me enteré de esta grandiosa noticia fueron los primeros que se enteraron, sabiendo que yo estaba loca por mis "Chinos" como ellos siempre les dicen, aunque no me he cansado de corregirlos una y otra vez, tengo fe que algún día les digan Coreanos, aunque ellos no estaban tan feliz como yo, por qué me extrañarían horrores, ay aja, bueno tal vez lo harían un poco. Aún si me apoyaron mucho y fueron los amigos incondicionales de siempre.
Así que aquí estoy en aeropuerto despidiéndome de mi mamá, mi papá y de mis dos grandes amigos de toda la vida, se que será solo un año pero se siente una eternidad al menos para mis padres.
—Si mamá, ya lo entendí desde la primera vez que me lo dijiste — comenté por enésima vez, es que a veces se pasaba de sobreprotectora.
—Bueno cualquier cosa me marcas, claro no todos los días que los servicios de teléfono deben ser carísimos, solo en caso necesario — dijo de nuevo, sabía eso de antemano aunque ella no sabía que pensaba sacar un servicio telefónico en Corea había investigado que era un poco más barato allá.
— Mamá ya se, ¡Por dios! ... me tengo que ir si no voy a perder el vuelo, los amo — dije por última vez, antes de darme la media vuelta y ir directo a entregar mi boleto.
Estaba bastante nerviosa nunca había viajado tan lejos, apenas había ido a New York el año pasado y bueno no había sido un vuelo tan largo. Me senté en mi asiento asignado, era a lado de una señora y un joven que traía unos grandes audífonos y su ipad enfrente suponía que se trataba de una madre con su hijo, solo salude con la mano que no podía ignorarlos había que tener un poco de amabilidad.
Llevábamos 5 horas de vuelo y la cabeza ya me estaba zumbando, tenía ganas de salir un poco a caminar o hacer algo que tenía las piernas entumecidas por pasar tanto tiempo sentada, pero se me hacía un poco complicado ya que me había tocado a lado de la ventana y para poder ir hacía el pasillo tenía que pasar a la madre y al hijo los cuales dormían plácidamente. Después pensarlo por unos segundos decidí mejor no salir y mejor me puse mis audífonos y espere que el vuelo pasará lo más rápido posible.
No sabía en qué parte me había quedado dormida cuando el joven de a lado comenzó a moverse para que me despertara, asentí hacia él y solo dije gracias, mientras me preparaba para el aterrizaje y me ponía el cinturón, ya estaba apunto de llegar al país con el que siempre había soñado visitar, ¿alguien que me pellizque? necesitaba saber si era real esto.
— Por favor no moverse de sus asientos, en un momento estaremos aterrizando, gracias — comentó la sobrecargo, solté un profundo suspiro y me aferre a mi asiento, ¡Por dios! estaba a unos de minutos de pisar suelo coreano.
Me encontraba en el Aeropuerto Internacional de Gimhae de Busan, después pasado por mis maletas y tomar un mapa para poderme guiar, por supuesto mi libro traductor que sin el sabía que me perdería en un minuto. Mucha gente pasaba a mi lado unos hablando coreano y otros inglés, que bueno en este momento mi lengua nativa me iba ayudar mucho.
Estaba enganchada con mi libro para poder buscar la palabra "Taxista" cuando de repente sentí como alguien tropezaba conmigo y hacía que mi libro saliera volando y yo fuera directo al duro concreto — ¡Mierda! — brame con fuerza, que el golpe había dolido como el infierno. Alcé mi vista para ver al idiota que me había chocado, como si nada existiera en ese momento quede atrapada en su mirada de rendija y que vamos aquellos ojos de chocolate derretido me tenía perdida.
Lo siguiente, ya será otro capítulo.
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Hola chingus, aquí Jackie escribiendo esta novela que se me ocurrió de repente la verdad es que podría decir que es un sueño guajiro (imposible) que sería que uno de nuestros Oppas se enamorara de una extranjera, la puse de USA porque siento que su comunicación (al menos en novela supongamos que hablan de inglés) sería más fácil.
Bueno muchas gracias por leer, y bueno nos vemos en el siguiente capítulo ♥.
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Cruzando Fronteras, Uniendo Destinos.
Teen FictionHabía una frase que mi abuela decía mucho cuando yo era muy pequeña, era una frase que podría llegar a poner a cualquiera a pensar si en realidad las cosas que pasaban en el mundo eran más que simples casualidades de la vida, o que tu mismo haces qu...