열아홉번째

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Mark se rio con dulzura, Mark aprovechó y se puso sobre el, sin aplastarlo, pero volviendo a la tarea de besarlo sin siquiera pensar en parar.

El rodeó su cuello con sus brazos, mientras jugaba con sus cabellos.

Mark aún algo consciente, bajó muy lentamente su mano, para evitar asustarlo, para poco a poco subir su camisa, y acariciar la piel de su estómago.

Junto sintió aquellos nervios otra vez, pero estaba tan consumido y tan ocupado en llevar el ritmo de los labios de su novio, que se dejó llevar.

Las manos de Mark subieron para quitarle completamente la camisa, pero antes de quitarla por completo lo miró a los ojos y le besó la frente, dándole seguridad, esa seguridad que tanto le hacía falta No quería que solo fuera un sueño.

El lo miró nervioso, pero aun así lo besó otra vez.

Mark depositó un húmedo y sonoro beso en su cuello a lo que el respondió con un sorpresivo gemido.

Eso animó al alto a seguir en esa zona de su piel, besándole el cuello con tanta concentración, provocándole tantas sensaciones que extrañaba.

BamBam sentía que necesitaba más y más de el.

Lo obligó a quitarse la camisa para volver a ver su cuerpo, aquel que tanto extrañaba.

Una sonrisa traviesa se formó en sus labios al ver que ahora el pecho de Mark estaba más marcado.

Al parecer había estado yendo al gimnasio.

Mark no lo dejó descansar y capturó sus labios otra vez

-No tengas miedo... -susurró el con una voz demasiado ronca y sensual para el autocontrol de BamBam-yo jamás te haría daño.Esto no es un sueño no desaparecere -se acercó más al oído de su BamBam–estás conmigo ahora, solo déjate llevar.

Su mano fue hasta la entrepierna de BamBam, haciéndolo gemir.

Lo besó otra vez mientras que con cuidado bajaba su pantalón.

Todo era extremadamente lento, pero a la vez lo hacía con cuidado.

Necesitaba darle la confianza y seguridad que el necesitaba.

La ropa de ambos desapareció rápidamente, casi por arte de magia, pero aún así, sus movimientos seguían siendo lentos.

Mark lo observó con cuidado, su cuerpo seguía siendo maravilloso, sentía que ya no podía esperar mucho.

Las ganas de entrar en el dolían.

Besó sus labios otra vez mientras su mano subía por su vientre.

-Te amo pequeño mío –dijo él mientras se acomodaba entre las piernas de el.

BamBam seguía un poco temeroso, pero las ganas de que Mark volviese a amarlo como solo él sabía eran mayores.

Al fin y al cabo, su mente razonó.

Era Mark, él único hombre que jamás sería capaz de hacerle daño.

Mark se movió con cuidado para entrar en el lentamente. El cuerpo de BamBam se tensó totalmente por el miedo y los recuerdos tortuosos de Corea, por lo que le dolió sentir a Mark dentro de el como si fuese su primera vez. –amor, relájate o no lo disfrutarás –le susurró él –estás muy tenso.

Para ayudarlo, le besó los labios con lentitud y dulzura.

Deslizó sus manos por su pecho haciéndolo temblar.

Se movió lentamente, haciendo que el gimiera.

-Shh... ya pasará –dijo Mark. Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de BamBam.

Dolía, más que su primera vez.

Mark se desesperó al no encontrar forma en que no le doliese tanto. –amor, no hagamos esto, la idea es que lo disfrutes no que estés así...

-No... sigue –pidió el mientras intentaba acomodarse para encontrar una posición en que no sintiera aquel infernal dolor.

Cariño, estás llorando. –dijo él mientras le acariciaba la mejilla.-Se pasará –dijo.

Necesitaba que Mark borrara el rastro de ese bastardo de dentro de el.

Necesitaba pertenecer le solo a él. –Solo necesito relajarme –dijo limpiándose las lágrimas del rostro.

Mark asintió y comenzó a besarle el cuello otra vez para lograr que se dejara llevar.

Poco a poco los besos y caricias del muchacho lo relajaron mucho más.

Así que dio otro movimiento contra el cuerpo de BamBam.

Aún dolía, pero era mucho más soportable.

-¿Duele aún? –preguntó él en un susurro.

-Menos –susurró sintiéndose mucho mejor.

Mark atrapó sus labios mientras daba otro movimiento contra el cuerpo de BamBam.

Poco a poco el dolor se transformaba en placer, además las palabras de Marky el tono tan dulce de su voz comenzaban a hacer efecto en el.

-Así... -susurró –estás mucho más relajado... -dijo con voz ronca en su oído.

Las manos de BamBam se deslizaron por la espalda del muchacho, mientras se movía dentro de el.

BamBam comenzaba a arquearse bajo el cuerpo del muchacho con cada embestida, sentía que el placer lo consumía lento, pero a la misma vez más rápido de lo que quisiera. –Te amo... -susurró el contra su oído, con la voz entrecortada por la agitación.

Estaban a punto de llegar ambos, sentían que el placer los haría explotar. Mark continuo con aquellas embestidas,que ya se habían vuelto más rápidas, hasta llegar al punto de sólo escuchar sus gemidos,BamBam no aguantó y todo su cuerpo se tenso y tembló ante la llegada de aquel dichoso orgasmo.

Mark llegó unos segundos luego, llenando su interior susurrando su nombre en un gemido.

Sus cuerpos seguían tensos luego de aquel momento.

Largos segundos después, comenzaron a recobrar el aliento.

El abrió los ojos y vio a Mark sudado, con sus ojos cerrados disfrutando los últimos vestigios de aquella maravillosa sensación.

El muchacho abrió sus grandes ojos cafeces y lo miró fijamente y salió de su interior.

Lo único que el atinó a hacer fue abrazarlo 

Solo Un Momento.☹ MarkBam. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora