Enojo.

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-Rafael.
-¿Que pasa amor?
-Mira Rafael me acaba de llamar la estúpida de Marian.
-¡¿Qué?! ¿Qué te dijo?
-Pues me dio a entender que me mentiste y que no estas en la oficina.
-¿Le creíste? *serio*
-No. Sólo que ya me tiene harta.
-Bueno tranquila, estoy a dos calles de la casa.

-Ya llegue amor. *le da un beso*
-¿Recogiste todo?
-Si, vine a dejar esto y por el carro.
-¿A donde vas?
-A parar a esa loca. Esto no puede seguir así y tu me vas a acompañar.
-¿Sabes donde está?
-Si me mando un mensaje esta en grupo Celeste.
-No Rafael no quiero problemas con esa mujer.
-¡Ya! Ya estoy harto de que ella se esté metiendo todo el maldito tiempo mierda en nuestra relación. ¿CUÁNTAS VECES TE HAS ENOJADO POR ESO? ¡DEMASIADAS! *enojado*
-Rafael... *con miedo*
-¡Que!
-Perdón... No debí decirte.
-No me pidas perdón ¿Si? Me vas a acompañar y se acabo.

-Me cambio de ropa lo más rápido que puedo estoy temblando, jamás había visto a Rafael tan molesto y tengo miedo de lo que pueda pasar.-


-Alejandra subió al auto y no dijo palabra alguna y yo mucho menos. Estoy demasiado molesto y no quiero que ella y yo terminemos peleando.-

-R:Y Celeste.
-X:Lo está esperando *mira raro a Alejandra* pasen.

-Rafael me lleva casi corriendo y mi mano está muy roja de lo fuerte que me agarra.-

-R:¡Marian! *el grito de Rafael hace que Marian y Alejandra den un pequeño brinco*
-M:Rafael ¿Que hace ella aquí?
-A:Y-yo...
-R:Tu no hables *interrumpiendola* ¡Mierda! Marian ella es mi mujer ¿Si? Tu no me interesas en lo más mínimo ¡¿ENTIENDES?! Yo no quería llegar a este punto pero tu no entiendes. No quiero saber más de ti y cualquier jodido contacto que Grupo Celeste quiera con Autos Siglo será con Alejandra. Vámonos.

-Marian quedó en shock no dijo palabra alguna o al menos él no se lo permitió. Rafael no es así solo que llego a su punto y saco todo. Da pasos tan largos y rápidos que no puedo seguirlos con normalidad.

Subo al auto y Rafael azota la puerta, me siento asustada. Veo como Rafael se pone en cunclillas y se escucha un fuerte golpe siento como mi respiración se acelera cada vez mas. Él sube al auto y lo enciende mientras se recarga en el volante tratando de controlar su respiración que quizá esta más agitada que la mía. Quiero calmarlo pero en cuanto estoy a punto de acercarme arranca lo más brusco que puede.

Después de unos cuantos minutos en la carretera a una velocidad muy rápida para mi se estaciona en un lugar muy solo sin decir palabra. No voltea a verme y su respiración sigue agitada. Desabrocho mi cinturón y él al instante apaga el auto. Veo sus manos y sus nudillos están algo heridos entonces el golpe que escuche fue él pegándole al piso. Siento un nudo en la garganta no me gusta verlo así, no se que tanto le a hecho esa mujer pero no merece estar así por algo. Él es tan dulce y en ocasiones por más fuerte que quiera parecer es muy frágil emocionalmente. Es mi marido y lo conozco, recuerdo cuando se puso más o menos así en las caballerizas. No puedo permitir que siga así de molesto. Los golpes que comienza a darle al volante interrumpen mis pensamientos y volteo a verlo. Con cuidado acerco mi mano y aprieto el botón para desabrochar su cinturón. Siento pulsadas en mi pecho cada que golpea el volante. Con cuidado pongo mi mano en su hombro arriesgandome a que empeore. Suavemente bajo mi mano hasta su codo y vuelvo a subir.-

-Rafa, príncipe calmate. No me gusta verte así, me duele. -segundos después para de golpear el volante pero sigue sin decirme nada- nada en el mundo merece que te pongas así, ni yo... Tu eres tan buena persona amor.

-Perdón.

-Escucho apenas esa palabra mientras su respiración se va normalizando-

-Perdón... No debí tratarte así. Es que.. Ya estaba harto y sentí que tu comenzabas a creerle.
-Amor no... Jamas dudaría de ti.

-Me acerco a él y me siento en su regazo el hunde su cara en mi pecho mientras lo abrazo, sus manos están en mi cintura y siento su respiración... Esta calmado y este es mi Rafa, mi esposo. Mi gran amor.-

-Alejandra me calmo completamente, jamás me había sentido tan molesto y menos con una mujer pero Marian llego a mi limite.-

-¿Que haces?
-Te haré mio. *contesta cínicamente mientras le desabrocha la camisa*
-¿Qué? -ríe-
-Lo que escucho señor Medina.

-Rafael no puso pero y comenzó a besarme, en estos momentos siento como esta dentro de mi. Sus dedos están presionando mi espalda y nuestra respiración está más acelerada que nunca. Escucho el pequeño y ahogado gemido de Rafael y justo en ese momento termino de explotar yo perdiendome en sus brazos y disfrutando el orgasmo en el que estoy.-


Borrón Y Cuenta Nueva. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora