No más azul.

167 8 0
                                    

Me encuentro afuera de la oficina del Director, esperado a que me haga pasar. 

Estaba en clase de matemáticas, cuando se escucho por las bocinas de la escuela, que me necesitaban en dirección. Es bastante raro porque a pesar de que siempre debato con los profesores, lo cual baja mis calificaciones de un 10 a un 9.5, soy de sus mejores alumnas, si he llegado a parar a la dirección por que defendí a mi amigo, pero es algo que no me importa, y lo volvería a hacer.

Estoy volteando a ver a la secretaria y me rio mentalmente, porque la conozco y la verdad nunca pensé que trabajaría como secretaria en una escuela. Bueno la verdad es que creo que estaría impresionada, si conociera en donde trabajan todos aquellos que van al Café de Marcus, todos los viernes por la tarde a presentar poemas y escritos originales. Leeroy y yo siempre vamos ahí, después de nuestra clase de Jazz. Al principio no sabiamos que la gente se presentaba y fuimos ahí, prque sabiamos que servian un delicioso café, o en mi caso frappe, y nada más y nada menos que los mejores raviolis de queso de toda la ciudad y quizá de todo el mundo. Ahora ya somos parte del grupo, nunca nos hemos presentado, pero siempre estamos ahí presentes para escuchar y querer entender los sentimientos de una persona. Jane, se ve muy diferente ahora, vestida con una falda negra, tacones y una camisa impecablemente blanca, con una cola de cabello alta y lentes delgados, a como se ve en el café, con sus típicos pantalones estilo millitar, su blusa pegada, chamarra de cuero y el cabello suelto en ondas. Y estoy de acuerdo en que ella ahora mismo no es ella en verdad. 

Escucho como se abré la puerta y como el director, me pide que pase. Entro por la puerta y veo como enfrente de mi, esta el director de la escuela, con su típico traje y corbata. El director, es jóven, y podría ser catalogado como guapo, pero es una de las personas más conservadoras que conozco. 

- Buenas tardes.- Habla como siempre, despacio y con una voz muy suave. 

Le respondo de igual manera, esperando que lo que me tenga que decir lo diga rápido y sin hacerme perder tiempo de la próxima clase, que es la de Artes, y no se si estoy emocionada por la razón, de que es mi materia favorita o por Liam, pero rapidamente delimito que es por que es mi materia favorita. Miro a los ojos del director impaciente, solo digame, lo que me tiene que decir. Y lo que me tenía que decir, me lo dice demasiado directamente para mi gusto. 

- Tienes que volver a tu color de cabello natural, si no quieres ser expulsada de la escuela. 

Abró los ojos y estoy segura de que mi boca esta abierta. 

- No puede hacer eso.- Respondó seriamente. 

- Yo no, pero la sociedad de padres así lo pide, por lo que tienes que hacerlo en este momento. Quiero que vayas al salón y vuelvas a tu color natural. 

Lo miro a los ojos y veo como esta totalmente de acuerdo con esto, y no puedo odiar más a mi director. 

- Todavía me falta una hora para salir de clases. 

- No me importa.- Me responde, casi de una manera burlona. 

- No tengo quien me lleve.- Respondo esperando a que me deje ir, y nunca volverlo a encontrar dentro de los pasillos, porque eso es lo más común, siempre esta en su oficina, haciendo no se que. 

- Yo me encargo de eso Amber. 

Y ahora si siento como esta entrando un miedo, porque se que el no es un director que busca la satisfacción de los estudiantes a la hora de la educación, lo que busca es la satisfacción de las estudiantes y satisfacerse a si mismo en el proceso. 

Subo  su carro, porque se que no hay de otra más que hacerle caso, pero en cuanto el idiota se atreva a tocarme, o a quererse sobrepasar, haré que lo arresten y si no lo logro, lo quemaré por todo el pueblo, al cabo que no es algo complicado. 

Durante todo el viajes hacía la única estetica del pueblo, que por cierto es muy buena, no habló y espero que el tampoco lo haga, pero al parecer mi Dios no escucha mis plegarias. 

- Amber... 

Escucho como suspira y quiero correr en este instante. Y veo como las señales de trafico, no estan de mi lado, porque el semaforo se pone de color rojo y me quiero matar. Literal. Me voltea a ver, y solo espero que no salga con una de sus idiotas preposiciones. 

- Me gustaría conocerte más Amber. 

- Según yo, ustedes tienen mi historial, eso es perfecto para conocer a una persona.- Digo y espero que hacerme la tonta funcione. 

-Sabes a que me refiero. - Dice y me doy cuenta de que es facil sacarlo de sus casillas. 

- No, no lo sé ni me interesa.- Digo seriamente.- Es verde de nuevo. 

Gruñe y acelera. 

Pronto llegamos a la estetica y aproveche ese trayecto, para explicarle lo ocurrido a mi mamá y pedirle que me recoja,en un mensaje de texto. 

Entramos en el lugar y el director explica lo ocurrido, y lo que quiere que hagan mi cabello. 

Me piden que me ponga en una silla en la que me lavaran el cabello, y despues haran el proceso que me hice el año pasado empezando Febrero y me doy cuenta de que ya pronto será la fecha, que tanto me aterra recordar. En ese momento cambié, y lo que demostró al mundo que cambie fue el color de cabello. 

... 

Después de haber pasado por el proceso de teñido, me atrévo a mirarme en el espejo, y efectivamente, esa soy yo, o más bien esa era yo. Tenía una pequeña esperanza, de que quedara un poco más oscuro, más claro o tal vez no lo se un poco más rojizo. Pero mi cabello esta justamente como es, castaño normal, promedio, el color de mis ojos. 

Miro hacia abajo por un momento, mientras espero a que llegué mi mamá por mi. Todas las trabajadoras me han dicho lo bien que se me ve el color, y no puedo evitar sentirme bonita, como lo hacía antes. Me miro de nuevo al espejo y vienen a mi mente todos esos recuerdos, mi cabello con una corona, mi cabello amarrado en una cola de caballo moviendose al ritmo de la coreografía de porristas, o como terminaba despues de que me besaba con el que quisiera. 

El sonido del claxon de la camioneta de mi mamá interrumpe mis recuerdos. Me levanto y me dirijo hacia la camioneta. No hablo con mi mamá, y se que me entiende. 

No puedo esperar a decirselo a Leeroy, y aunque el no sabe la razón por la que me teñi el cabello azul inicialmente, se que me entenderá. 

DiferenteWhere stories live. Discover now