Un amor inesperado • Nathila

Capítulo 4 - Nuevo plan

.~En el capítulo anterior~.

Nathaniel's POV

Lila me dio un beso en la mejilla.

—Hasta mañana, tomatito —dijo Lila riendo

Estaba en shock por el beso en la mejilla, pero al final reaccioné.

—Hasta mañana, Lila

Lila entró en su casa y yo me fui de vuelta a la mía.

Lila's POV

Un nuevo día comenzaba y esta vez nada podría salir mal.

Me preparé y me fui al instituto con más seguridad que nunca. Estaba convencida de que éste sería mi día.

Entré en el aula y me senté en mi sitio donde ya estaba Nathaniel, cómo no, dibujando en su típica libreta de dibujo. En ella representaba un cómic de él siendo un superhéroe salvando a Marinette.

—Ten cuidado que la profesora de química no te vuelva a pillar —dije mientras reía un poco

—Buenos días para ti también, Lila —dijo Nathaniel sin apartar la vista de su cuaderno

Me senté y lo empecé a observar.

—¿Sabes? Hoy estoy convencida de que nada nos podrá salir mal.

—Vaya, eso es bonito de tu parte —dijo sonriendo mientras no paraba de dibujar

—Me refiero a nuestro plan para separar a esos dos —dije yo

Dejó de dibujar.

—Ah.

Siguió dibujando mientras yo le observaba.

—Tomatito —seguía dibujando— Nath —y siguió— ¡Nathaniel!

—Eso mejor.

—¿Podrías prestarme atención aunque sea solo un momento? —le dije

Me miró y sonrió.

—Conque quieres ser el centro de mi atención... —dijo mientras me miraba pícaramente

Creo que me sonrojé un poco con eso.

—Idiota.

Nath rió.

—A ver... Dime —dijo sonriendo

—Esta tarde vamos a ir al parque. Estoy segura de que los dos que esperamos sí irán hoy —le dije acercándome un poco a él y en bajo, para que no nos oyera nadie

—Ya, ¿y qué vamos a hacer?

—Aún no lo sé. Se nos ocurrirá algo cuando estemos allí.

—Buenos días —dijo la profesora pelimorada entrando en el aula

—Buenos días —dijeron todos

Miré a Nathaniel.

—Anda mira, tu profe favorita —le dije en bajo mientras reía

Nath se sonrojó un poco mientras me miraba mal. Reí más.

Nathaniel's POV

Pasaron las clases y por fin salimos del instituto. Tenía ganas de llegar a casa después de un día duro.

Lila y yo estábamos saliendo del edificio cuando nos detuvo una voz.

—¡Lila! ¡Nathaniel!

Nos dimos la vuelta, como si de un acto reflejo se tratara. Allí estaba mi hermosa Marinette... acompañada de un estúpido... digo Adrien.