¿Personas equivocadas?

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*Alex*

Peter y yo estábamos en camino hacia aquella "mansión" por así llamarla. Habíamos esperado a que cayera la noche para evitar que nos descubrieran. No habíamos dicho a nadie que volveríamos ni la razón, esto era algo entre nosotros dos.

—¿Y bien? ¿Ahora qué? —pregunte señalando el gran portón que ahora estaba cerrado. Peter miro este y se acerco en busca de alguna respuesta que ayudara a abrirlo.

—¿Recuerdas como entramos a aquel concierto en LA? —pregunto con una gran sonrisa en su rostro. No necesitaba decir nada más, sabía a lo que se refería.

Tome un poco de vuelo y corrí hasta Peter quien con con sus manos me dio impulso para lograr saltar aquel portón. Una vez que estuve dentro un mal presentimiento vino a mi.

—Muévete, ahora es mi turno —hablo escalando aquel portón, lo único que quería en este momento es que nadie estuviera despierto. Peter entro y me sonrió una vez más —Andando, antes de que nos atrapen

Ambos corrimos con todo cuidado de no ser atrapados, llegamos hasta la ventana por la que habíamos entrado la noche anterior pero esta vez estaba cerrada.

—¿Y ahora? —pregunte con ambas manos sobre mi cintura, lo que mis oídos esperaban escuchar es un "no hay modo de entrar, volvamos" de Peter, pero soy lo suficiente realista para saber que Peter jamás se daría por vencido, no hasta conseguir lo que quiere.

Solo necesite desconcentrarme unos segundos para que Peter rompiera la cerradura. Lo mire con ambas cejas en lo alto.

—¿Enserio?—pregunte obvia

—No creo que sea imposible para ellos pagar otra cerradura —rodó los ojos mientras abría la ventana —Ahora entra.

Hice lo que pidió, seguido de mi entro el. Ahora ambos nos encontrábamos dentro de aquella "mansión"

—Sería malditamente genial vivir aquí —murmure mirando aquel lugar con atención. La noche anterior no me había tomado el tiempo de hacerlo. El lugar era hermoso, aunque demasiado elegante para mi gusto.

—Sácate la peluca —ordeno Peter sin siquiera verme, estaba demasiado concentrado en algunas fotografías. —Lo tengo, Alex, por favor hazlo, sera rápido. Prometo que no ocurrirá nada grave.

Lo miré unos segundos indecisa pero al final hice lo que pedía. Peter jugo un poco con mi cabello, finalmente coloco aquella fotografía junto a mi, sus ojos se abrieron completamente. Algo lo había sorprendido.

—¿Tenia razón? —pregunte esperando un "sí". Peter negó y me mostró aquella fotografía.

La impresión de aquella fue demasiado fuerte. Retrocedí algunos pasos involuntariamente, no note la mesa que se encontraba detrás de mi y por ende los jarrones y fotografías que se encontraban ahí cayeron al piso rompiéndose. El ruido fue demasiado estruendoso y era imposible no haber despertado a las personas que vivían ahí.

Una alarma comenzó a sonar y rejas cayeron sobre todas las ventanas, incluso las puertas.

—Vaya, las cosas que pueden hacer las personas con dinero —murmure para mi misma —¿Ahora qué?—pregunte un tanto preocupada, Peter no respondió solo tomo mi mano con la suya y la apretó fuerte tratando de hacer que me calmara.

—Tranquila, todo saldrá bien —murmuro mirándome fijamente

Se empezaron a escuchar sirenas y se miraban un par de luces, eso significaba que la policía estaba llegando, eso era realmente malo.

—¿Peet, iremos a prisión? —pregunte ahora yo apretando su mano

—¿Ally? ¡Allison ven acá! —se escucharon unos gritos, venían de parte de una mujer en bata. Esta se acerco rápidamente y me tomo del brazo alejándome de Peter. —Ven conmigo, aléjate de ese chico podría hacerte daño —hablo de nuevo sin detenerse

—¿Allison estas bien? ¿Qué haces acá abajo? —pregunto ahora un hombre que también estaba en bata.

Un grupo de oficiales entraron con armas y derribaron a Peter, un ligero grito se me escapo. Quería ayudar a Peter pero aquellas personas no me lo permitían. La mujer incluso me cubrió en sus brazos y comenzó a subir unas escaleras llevándome con ella

—¡Peter! ¡Peter! ¡Peter! —gritaba un y otra vez

—Oficial llévese a cualquier otra persona que se encuentre en esta casa, mi esposa, hija y yo estaremos en la habitación principal. —escuche ordenar a aquel hombre quien nos alcanzo en cuestión de segundos.

Escuche cerrarse una puerta y la mujer me dejo por fin libre.

—¿Estas bien cariño? ¿te hizo daño? —pregunto tocando mi rostro.

—Yo.. no entiendo, necesito volver allá —hable mientras corría hacia la puerta pero esta estaba cerrada.

—Peter esta demasiado alterada—hablo aquella mujer mirándome con preocupación. —Necesitamos ponerla a salvo

Ambos se acercaron a mi y me llevaron hasta otra puerta, yo trataba de resistirme pero no lograba nada. Aquella mujer abrió la puerta y el hombre me empujo dentro, rápidamente cerraron la puerta dejándome encerrada en lo que parecía un baño.

—Allison, querida, sentimos mucho esto pero es por tu bien, necesitas calmarte —hablo de nuevo la mujer desde el otro lado de la puerta.

—¡Están locos! —grite con furia, no entendía nada de lo que estaba pasando.

*Ally*

Un extraño ruido atrajo mi atención, me encontraba en la cocina buscando algo que me ayudara a dormir. Salí de esta y 2 oficiales me tomaron y derribaron al suelo. Trate de resistirme pero eran demasiado fuertes.

—¡¿Qué hacen?! —grite molesta —¡Llamare a papá!

Los oficiales me esposaron y levantaron. Me llevaron hasta la salida de mi casa y me hicieron subir a una patrulla. Ahora que miraba mejor mi jardín, patio y todo estaba lleno de ellas y oficiales, ¿qué había ocurrido?

Me llevaron hasta una comisaria donde me bajaron y encerraron en una celda junto a un chico de cabello negro, el cual al verme entrar me abrazo estrujándome toda.

—Disculpa, ¿te conozco? —pregunte aún con sus brazos al rededor mio. El chico solo rió se separo, con sus manos tomo mi rostro y miro con atención

—¿Te lastimaron? —pregunto preocupado

—Solo al derribarme al suelo y al colocar esas apretadas esposas —me queje masajeando mis muñecas. El chico soltó mi rostro y se acerco a los barrotes.

—¡Es una dama malditos idiotas! ¡Deben tener cuidado! —grito molesto golpeando los barrotes de la celda.

—Te agradezco eso, es muy lindo de tu parte —agradecí con una sonrisa —¿Podrías decirme tu nombre?—pedí con toda gentileza, su rostro paso a uno confundido.

—¿A que te refieres con decirte mi nombre? —pregunto mirándome con el ceño fruncido.

—Me gustaría saber quien es el caballeroso chico que fue tan valiente para defenderme de oficiales —explique y su rostro ahora se vio aún más confundido.

—¿Alex? —pregunto con inseguridad y yo fruncí mi ceño, era la segunda vez que me llamaban así.

—¿Quién es Alex?

—¿No eres Alexandra?

—Mi nombre es Allison.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2017 ⏰

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