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"Rubén y Miguel eran una de las parejas mas populares de la universidad.

Rubén, el chico listo y bueno con aspecto infantil. Tenía el pelo castaño y unos ojos verdes hermosos.

Miguel, el chico atleta y deportista con aspecto macho alfa. Tenía el pelo negro al igual que sus ojos y por no resaltar el buen cuerpo que tenía.

Los susodichos llevaban más de de cinco años como pareja, para ser más exacto llevaban saliendo desde que tenían dieciséis años y siguen saliendo a los veintiuno.

-¡VAMOS MANGEL TU PUEDES! -gritaba el castaño desde las gradas

Mangel, era el único que podía decir ese apodo ya que gracias a eso comenzó su relación.

-¡UUUOOOO! -gritaba mientras veía a su novio correr por el campo

El pelinegro era capitán de fútbol y el castaño era como su animadora.

Toda la gente de las gradas empezaron a gritar al ver como su equipo había ganado."

-¡RUBÈN! -gritó enfurecido Miguel desde la entrada

Que pena que ya no era un cuento de hadas.

-Mangel... -susurró- habla más bajo, los vecinos se puede... -una bofetada impactó contra su mejilla

-Tu no me vas a ordenar callar -espeto con furia el pelinegro

Todo, había cambiado desde su matrimonio, simplemente todo.

El pelinegro empezó a llegar a casa borracho com varias marcas de pinta labios en su cuello.

Gritaba y pegaba al pequeño por cualquier tontería.

Era como un infierno.

-L-lo siento mi amor -se levantó ya que por el gran impactó se cayó

-Ugh... -dijo con fastidio el otro mientras subía las escaleras de casa

Ruben se quedó ahí, solo, como cada noche.

Suspiró y se acomodó en el sofá ya que sabía qué Miguel no soportaba estar con él.

-¿Entonces porque elegiste casarte conmigo? -preguntó dolido- Tengo miedo de dejarte amar mi vida -sollozó- pero me estas cansado

Dijo para sus adentros.

Miguel simplemente hizo que Ruben se alejará de todo, de sus familiares, amigos hasta encima de sus gatos.

Y preguntaréis... ¿por qué?

Por celos.

Cada vez que la madre o hermana del castaño quería hablarle el pelinegro se inventaba excusas baratas.

- ¡RUBEN! -gritó de repente- ¡TENGO HAMBRE!

El castaño suspiró, al menos no le dijo nada malo ni le agredió.

- Y-ya esta la mesa lista... amor -dijo lo ultimo en susurro

- Que sea la ultima vez que me llames amor imbécil -gruño para empezar a comer

Otro pedazo de corazón se cayó.

- ¡PUAG! -se quejó- ¡Ni sirves para cocinar puta estúpida barata! ¿QUE QUIERES QUE TE DEJE?

- N-no... Mi-miguel y-yo lo vuelvo a preparar -forzó una sonrisa

Bum, primer puñetazo en la cara.

- Es que eres de mente no sirves para nada, ni de puta sirves, vas a morir solo si no fuera por mi, gordo, feo y tonto -soltaba esas palabras como sin piedad alguna, sin ver que el castaño lloraba

Y lo peor es que se lo creía.

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Serán así de cortos los capítulos sorry, pero no es preocupéis que a partir de ahora si que actualizaré cada sábado.
bye <3

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2017 ⏰

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Alcohólico - RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora