PRÓLOGO

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Nunca entendí del todo las relaciones humanas. Nadie quiere nada con nadie pero todos quieren todo con todos; volvimos a los años sesenta donde se proclamaba el amor libre como un estilo de vida.
Mis relaciones siempre fueron tan inestables como yo, en donde es habitual dar y no recibir nada a cambio.
Siempre voy en dirección opuesta al común de la gente. No es novedad que en el amor sea exactamente lo mismo.
Mi concepto es sencillo: trato a las personas como me gustaría que me trataran. Soy demasiado sentimental como para quedarme tan quieta.
Y no sé si existe esa persona que dice ser tu otra mitad, pero al menos merezco intentarlo.
Me gustan las comedias románticas, las historias de amor y todo lo demás que cualquier minitah quisiera tener.
Quiero conocer a alguien que no tenga miedo de enamorarse, que quiera compartir el café por las mañanas y la cama por las noches.
Alguien que me demuestre que el amor realmente existe.
Y, ¿por qué no quedarnos un rato más abrazados esperando que amanezca?
Conmigo nunca hay puntos medios y para que me quieran a ratos prefiero que no me quieran nada.

MinitahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora