Cruda elección

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Y el chico finalmente saltó.
Luego de dudarlo un rato, tomó valor y se impulsó con la pierna derecha tras una larga carrera para tomar velocidad.
Por un instante, tal como él veía en películas, el mundo pareció haberse congelado. Vió con semejante claridad la enorme distancia que podía cubrir con su mirada a tan elevada altura y cómo las olas impactaban contra la costa de la ciudad. Vió a un montoncito de personas agrupadas en la vereda que estaba frente a su edificio mirando hacia arriba con caras de pánico, tristeza e incertidumbre. Lo miraban a él.
Y así, tan rápido como se paró el tiempo, un segundo después ya todo sucedía a gran velocidad de nuevo. Sintió el aire chocanco contra todo su cuerpo mientras caía a gran velocidad y su ropa siendo movida por la misma causa. Por un corto pero satisfactorio momento, supo que todo por fin iba a acabar, supo que la miserable vida que estaba llevando hace ya casi 3 años estaba a fracciones de segundo de terminar. Y aunque el tiempo casi no se lo permitió, en ese corto lapso de caída el chico esbozó una mueca semejante a media sonrisa. Estaba muy contento con la decisión que había tomado, pero, a su vez, lágrimas se desprendían de sus ojos por los recuerdos felices que pasaban por su cabeza. Y él lo sintió así, como si de repente toda su vida pasara frente a sus ojos. Una larga serie de imágenes de recuerdos y sueños sin cumplir y que ahora jamás iba a poder concretar.
Sintió por esas razones un rejunte de emociones en su ser, como si estuviera compuesto por una ensalada de emociones mixtas y variadas, donde ninguna predominaba por sobre otra.
Pensó en todas las cosas de las que se arrepentía: de no haber pasado más tiempo con sus abuelos, de haber peleado con sus padres, haberse distanciado de su hermano, no haberse dedicado tanto al estudio como debía, no haber ayudado a quien lo necesitaba, no haber sonreído lo suficiente...
Así, en los últimos momentos que le quedaban, profirió un "Perdón" para todos aquellos que se lamentarían su muerte, y mientras más se acercaba al concreto de la calle las imágenes se volvían cada vez más nítidas, y no sólo las que pasaban en su mente, sino que también esa imagen que estaba presenciando en primera fila de la gente horrorizada y alterada mirando cómo su cuerpo descendía hasta impactar con la dura y fría calle.
Lo último que oyó no fue un ruido de su alrededor, sino que fue la voz de una chica de tono familiar reprochándolo por la acción que tomó, pero en fin, de una forma u otra, ya no había vuelta atrás.
El chicó golpeó el asfalto con fuerza y los huesos de su cuerpo se partieron al unísono generando un sonido estremecedor. Como era de esperarse, al haber saltado de tanta altura, su cuerpo terminó flácido como una gelatina y lastimado por todos lados. Su ropa quedó rasgada y sucia, con varias manchas de sangre como las que quedaron en la calle. Los servicios de emergencia no tardaron en llegar al lugar, pero ya no se podía hacer nada, sólo avisar a sus familiares y allegados. Ya no se podía hacer nada... Tomi había muerto.

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2016 ⏰

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