— Hola, Víctor. ¿Cómo has estado? ¿Cómo están todos los de la escuela? ¿Alguien se llegó a enamorar?—respondió Maricielo—.
— Bien, gracias—no pude responder más preguntas—-.
— Este usuario no se encuentra disponible, vuelva a llamar más adelante—Operadora—.
— Maricielo... ¿porqué...?
No volví a escuchar su voz, me sentí extraño, frustrado, por no haberle dicho algo claro.
A la mañana siguiente, encontré en la puerta una carta a nombre de Maricielo Curie, me quede sorprendido así que me fui leerla tomando mi desayuno.Hola Victor, siento mucho no poder despedirme como se debía, pero no me gustan las despedidas y creo que a nadie le gustaría eso.
Te escribo esta carta para poder encontrarnos en un sitio donde podamos conversar de muchas cosas, y como se acerca navidad pensaba invitarte a salir ese día, claro si no tienes planes.
Quisiera que me acompañes a ver a tu tía Verónica, llevándole flores. El día veinticuatro, estaré en el centro comercial en una cafetería llamada "Caeli" aproximadamente a las diez de la mañana. Espero verte aunque sea una vez más.
Con mucho cariño, Maricielo.
No me percaté que se había caído lágrimas de mi cara, no pensé que volvería a encontrarla de nuevo, realmente la aprecio mucho, pero que son estos sentimientos que tengo hacia ella...
Al terminar mi desayuno, me puse a remodelar la casa de mi tía por la llegada de las fiestas navideñas y al ser el único que no tenía ningún adorno, me sentía avergonzado. Moviendo unas que otras cosas del sótano, me encontré con un cuaderno de primaria y me puse a ver el contenido que tenía. Estaba sorprendido que no podía recordar que a mí me gustaba escribir poesía, pero no recuerdo el motivo porqué lo deje.
Al transcurso de las horas arreglando mi morada, sentía la presencia de mi tía presente conmigo aún sin poder verla o tocar. Me sentí muy feliz poder decorar la casa en la que pude tener muchos momentos felices junto a su lado...
No demoré mucho en la decoración y me dejo tiempo para realizar el almuerzo. Mientras preparaba mi almuerzo sonó el teléfono y pensé que podría ser Maricielo, así que fui rápido y al contestar la persona que hizo la llamada no fue ella, sino Alejandra preguntándome sobre mi salud, asimismo diciéndome que me iba a dar una sorpresa el veinticinco de diciembre, bueno pienso que me enviará un regalo como aquellas veces. Al culminar mi almuerzo, miré el reloj y observe que aún era temprano, entonces pensé en ir a una presentación de libro que se encontraba a treinta minutos de mi morada; bañándome y alistándome hice un rezo a la pintura de mi tía que estaba en la sala, para que me dé buena suerte en esta tarde.
Teniendo todo listo, empecé con mi caminata observando muchos arreglos navideños, entre adorno y adorno miré un lindo recuerdo que me hacía recordar cuando era solo un niño y jugaba con Alejandra con el árbol de navidad, entonces le pregunté al vendedor que me lo guardará para comprarlo más tarde y llevármelo a casa.
Al llegar a la presentación de libros por cosas del destino se presentaba la editorial vivirsinenterarse, con el libro Diseño de Interiores. Al entrar al auditorio observe al escritor acompañado de cinco personas más, al empezar la presentación escuchaba lo que tenía que pasar para poder escribir ese libro, los días, meses, años; plantados en la computadora que finalmente dieron frutos. Asimismo, etapas de su vida y la dedicatoria que iba para su familia y sobrinos. Al finalizar la presentación, a la salida vendían el libro y tenía curiosidad sobre el contenido que leyó el autor, también que fue el libro que tenía Maricielo. Teniendo en mano el libro, hice mi fila para que me firme el libro, el mensaje que me dejo el autor me gusto demasiado y le dije al terminar con su firma que siga con el amor hacia la literatura.
De venida hacia mi morada, me compré el adorno de aquella tienda, caminando y viendo mí alrededor miré a una persona que se parecía a mi tía Verónica, al pasar donde ella estaba solo le pude sonreír ya que ella nunca me conocía. Estando ya en casa, tenía mi cuerpo cansado así que me fui a descansar...
Los días veintidós y veintitrés, pase buscando ropa y comprando alimentos para mi semana, también compré un obsequio a Maricielo para el día veinticuatro por todo el apoyo que me daba. Llegando al día, tome un buen desayuno y me fui a las nueve de la mañana a tomar el primer autobús. En el transcurso vi una florería, entonces baje del autobús y me acerqué a la tienda a comprarle flores, pero esas flores eran para mi tía Verónica, al caminar con las flores y un obsequio para Maricielo; llegue cerca a la hora en el centro comercial así que tuve que preguntar a los transeúntes dónde quedaba la tienda "Caeli", ya que no sabía dónde quedaba exactamente porque este lugar era inmenso. Preguntando a varias personas, llegue a encontrar aquel lugar, observando entre todos los que estaban allí, no podría encontrarla, pero vi a alguien leyendo un libro, tomando un café americano, entonces fui hacia ella, poco a poco llegando hacia ella, mi corazón empezó a latir más rápido que lo usual. Al llegar hacia ella, miré sus ojos y solo le pude sonreír. Después de eso, al querer sentarme, ella me devolvió la sonrisa; estuvimos hablando de muchas cosas, de lo que paso con tu tía de ella, de su partida del instituto eso y muchas cosas más. Fuimos a cementerio donde estaba mi tía cerca de las cuatro de la tarde, y nos retiramos dos horas después. Como ya era tarde le invite a comer a mi casa, ella avergonzada acepto mi propuesta. Así que devenida estuvimos conversando de cosas sin sentido, música y muchas cosas más...
Al llegar a mi morada, ella miraba alrededor de mi casa, y me preguntaba lo bonito que había decorado mi casa y los arreglos que le di ya que combinaba bien con el color de la pared.
Estando todo listo, le dije que esperara en la casa, y que se sienta cómoda como en su propia morada, tenía que recoger el pavo que mande a preparar para esta noche.
Caminando por cinco minutos hacia el lugar, paso un auto negro con lunas polarizadas y me sorprendió un poco el pasajero, porque la vi familiar. Al llegar donde el dueño y pedirle mi pavo fui caminando otra vez a mi morada y al llegar veía por la ventana de mi casa a Maricielo haciendo chocolate.
Entrando a la cocina, Maricielo avergonzada se disculpaba por coger cosas de la cocina y yo le decía que no se preocupara, ella había comprado el chocolate y un panettone.
Al tener todo listo en la mesa, nos pusimos a cenar cerca de las diez de la noche, ella decía que el pavo estaba delicioso y yo le decía que lo había preparado, solo lo mande a calentar hacia una persona que era de confiar.
Entre charla y charla, se escuchaba los fuegos artificiales en el vecindario, después de eso sonó el timbre de mi puerta, pero yo no escuchaba ya que estaba buscando unos discos de música clásica para escucharla con ella. Así que, Maricielo fue hacia la puerta a ver quién era, así que al abrir la puerta ella observo a una chica muy simpática con un regalo y un panettone, pero la chica que estaba no era ninguna vecina sino era mi prima Alejandra, al no saber eso Maricielo, ella le dijo a Alejandra que espere un momento. Maricielo fue hacia donde me encontraba y me dijo que alguien estaba en la puerta con el nombre de Alejandra. Yo en parte, no sabía que mi prima iba a venir de tan lejos a visitarme, así que nunca se me cruzo en la mente que era ella.
Al llegar a la puerta, ella me dio un gran abrazo diciéndome "como has cambiado, he" y yo también hice lo mismo, pero con más fuerza. Estaba realmente feliz que dos personas que apreciaba mucho estuvieran un día tan peculiar a mi lado.
Se la presenté a Maricielo a Alejandra, miraba que a ella no le caía Maricielo, pero no dije nada, pensaba que era cosa mía. Al preguntarle si se iba a quedar por un día o por una semana, ella me respondió.
—Mmm, Víctor. Me quedaré todo el verano a tu lado para no preocuparme— respondió Alejandra con una mirada dulce.
ESTÁS LEYENDO
ERASED
Teen FictionERASED, relata la vida de preparatoria de un alumno llamado Víctor, que en plena primavera se enamora de una chica llamada Maricielo, que nunca le dio una respuesta en el lugar donde se conocieron. Víctor a los veinticuatro años logra observar a Mar...