Loco

endemoniada

Título: Loco
Letras utilizadas: 845
Pareja: Yuri Katsuki (male) x Yuri Plisetsky (fem)
Nota: gracias por leer este Drabble, antes que nada, quería aclarar que es un capítulo único, y que no puedo escribir yaoi ( no pregunte “ porque”).
Reitero gracias, sin mas disfruten la lectura.
Pd: juro que mejore en mis errores, no tenga piedad en hacérmelos saber.

***

El sonido de sus propios dedos al chocar con su pierna en un sonido poco armonioso que se juntaba con el de motor era lo que se escucha en el taxi, nervioso volvió su vista hacia su compañía, era hermosa no pudo evitar pensar al verla, sus pálidas mejillas se encontraba sonrojadas por la vista que su ciudad natal Hasetsu brinda en verano , sus pestañas tan claras como su cabellera de oro brillaban por el sol de atardecer que se filtraba por las ventanas dándole una aparecían etérea. Suspiro enamorado recordando la primera vez que la vio, cuando se encontraba abatido en el baño de hombres por la ruptura con su ex-novia, la prima ballerina Victoria Nikiforova por la cual dejo todo en Japón y se fue a Rusia corriendo, una ruptura publica en medio de una de las tantas fiesta después de una excelente presentación de ballet, la rubia furiosamente lo acorralo gritándole en medio de baño de hombre sobre lo patético se veía, junto un monto de cosas mas, el no sabia como reaccionar al verla ya sea por su naturaleza de carácter dulce y sumiso o que levemente quedo prendado por los ojos verdes que al igual que su voz rugía con furia hacia el.

Pero antes de poder decir algo o asimilar quien era, salio como entró rápidamente, después de unos minutos recordó quien era la pequeña rubia, Yuri Plisetskya la estrella en ascenso de Lilia, la había visto desde lejos cuando recogía a Victoria.

«—es muy joven, creo que tiene quince años y se llama igual que tu, cerdito — fue lo que su ex le dijo cuando preguntó sobre la pequeña rubia que los miraba con molestia desde lo lejos.»

Ese día en el baño con el corazón roto, fue el primer encuentro directo de todos los encuentros poco agraciados que empezaron a tener, aunque poco agraciados se llenaban de complicidad que lo hicieron hacerse amigos con ochos años de diferencias, pudo apreciar las facetas que ella guardaba, desde esa mordaz y poco sofisticada boca, hasta la sonrisa llena de inocencia que podía dar, desde una mirada llena a soberbia a una llena de preocupación, todo de ella le encantaba y cuando se dio cuenta había caído enamorado de Yuri Plisetskya. No sabia como reaccionar ni intentaría nada, solo se decidió a contemplarla con la amistad que le brindaba como el principio una amistad que tenía dos años de edad, aunque para su sorpresa cuando la delicada hada rusa cumplió los dieciocho, llena de esa confianza que la caracterizaba lo tomo de la camisa y estampó sus suaves labios con los de el frente todos en esa pequeña fiesta que le había organizado.

— me gusta cerdo, se mi novio — fue lo que le dijo cuando término el beso, mirándolo con tanta dulzura que apenas pudo asentir con torpeza sentía que su corazón saldría de su pecho, su amor no correspondido era amor correspondido, ella sonrió enormemente volviéndolo a besar junto los gritos de emoción de su amigos y los flash de la cámara de Phichit.

Se le salió una pequeña risa al recordar como perseguía a tailandés por hacer un grupo de fans de su relación, esa risa acaparo la atención de su acompañante,que lo miraba con interés y un poco de molestia fingida que usualmente usaba cuando estaba curiosa.

— ¿de que te ríes cerdo ? — preguntó en su lengua natal, tosca y profunda como ella, de reojo pudo ver como el chofer la miraba con curiosidad al no reconocer el idioma.

—de nada —le contestó en ruso, pudo ver como el ceño de ella se fruncía, dándole un toque rebelde a su rostro angelical — eres realmente hermosa — comentó descolocando la totalmente, pudo ver como el color rojo subía rápidamente por las mejillas de ella, aun con dos años de relación ella se seguía avergonzado con simples comentarios aun cuando ella fue la que lo beso y se declaró descaradamente.

Antes de que la rubia gritara lo que seguramente eran insultos hacia su persona llegaron a la posada de su familia, bajaron toda las maletas y pagaron en silencio, quedando solos frente el local. Agarró con fuerza su maleta, más la más grande de su novia, dio un paso para regresar la mirada hacia Yuri, la miro acomodarse la ropa y el cabello con nerviosismo, mascullando cosas como que se veía mal.

— ¿que haces? — preguntó curioso — no es la primera vez que vienes y te vez bien — ella lo miro sorprendida al verse interrumpida.

—si es la primera vez que los veo, desde que soy tu prometida, idiota — puedo ver ella alzaba su mano derecha mostrando un hermoso anillo descansado en su dedo anular, seria mentira no decir que no se encontraba orgulloso al verlo y como ella exclamaba sobre el hecho que eran prometidos — como sea mueve te que se hace tarde — paso junto a el pateándolo ligeramente en su pierna para ir directo a la entrada riendo con malicia.

Sonriendo se dispuso a seguirla, arrastrando las maletas, realmente esa bailarina con boca sucia lo tenía loco de amor.