Capítulo 1.
- Esta noche no esperen que me quede en casa- le dije a mi madre asegurándole que diga lo que me diga no pensaba pasar la noche en casa.
- Indiana tenes 17 años y hace 15 días que no pasas una noche en casa-
- Tengo 17 años y no recuerdo un solo día que hayas pasado una tarde conmigo como madre e hija, no me vengas a mí con que no paso tiempo en casa. Estoy de vacaciones. A parte, ¿Para qué queres que me quede? ¿Me vas a ver dormir? Si cuando me despierte ya no estás- reprochándole la cantidad de tiempo que pasa fuera de casa por su trabajo
- Es diferente hija, yo no paso tiempo en casa porque trabajo-
- Ni que fuese necesario que trabajes, ni vos, ni papá, no nos hace falta plata, con lo que tenemos podemos vivir tres vidas enteras sin preocupaciones-
- - No es justo que me reproches estas cosas-
- - No es justo que mis padres le den más importancia a un celular que a su propia hija. No quiero hablar más, anda a trabajar mamá, que es lo único que te interesa- Me di vuelta, subí a mi habitación y me acosté a esperar que se haga el horario para salir de casa.
Me nombre es Indiana Lafanega, y mi vida es diariamente de esa manera, discusiones con mi madre porque no pasa un solo segundo conmigo, ni ella, ni mi padre, lo único que les interesa es el trabajo. Si me dieran a elegir entre ser pobre y vivir mi vida preferiría mil veces ser pobre, al menos así pasaría tiempo con mis padres. Desde que tengo 10 años que sé que la plata no hace todo, no me llena, ni me da felicidad, aunque pueda tener todo lo que quiero, eso no es suficiente. Ni siquiera sé lo que es pasar una fiesta con mi familia, nunca me sucedió, esas noches mis padres también “trabajan”, a veces lo único que me da para pensar es que fui sólo un error en su vida y que no me quieren para nada. Entonces trato de malgastar su dinero, en salidas, ropa, cualquier cosa que se me ocurra tener, hacer fiestas sin que ellos se enteren, y todo lo que me parezca necesario para gastar plata. Soy su única hija, y nunca me ven, deben consentirme para obtener mi amor.
“¿Qué hacemos está noche?” recibo un mensaje de mi mejor amiga. “Fiesta en mis cabañas, paso por ti en dos horas, ya está todo listo”
“¿Aviso a alguien?”
“A los mismos de siempre, no quiero que nadie que yo no conozca entre”
“En dos horas estoy lista” ese fue el pie que necesitaba para empezar a alistarme, todavía no tenía claro que usaría.
-Indiana, hay alguien en la puerta que no está en la lista, ¿Lo dejo pasar?- Mi guardia de seguridad me anunciaba que mi mejor amiga había sido algo descuidada con los invitados
-Iré a ver quién es, no puede ser alguien que Melody no haya avisado, nadie sabe de mis fiestas-
Llegue a la puerta y me di cuenta que mi mejor amiga no había sido despistada en hacer la lista, si no que realmente no conocía a ese chico, pero venía acompañado de Matías y Augusto, ellos saben que mis fiestas no son para cualquiera.
- Mati, Augus, ¿Quién es él?- me quede impresionada con el chico que los acompañaba, era realmente hermoso, no me importa quién era, nunca deje entrar a nadie que no conozca, pero a él definitivamente lo iba a dejar pasar-
- Indi, él es Justin, mi primo, creí que no te importaría que venga con nosotros- me dijo Augusto, y guiño su ojo derecho
- Mark, déjalo pasar, pero si viene alguien más no vayas a preguntarme, rechaza su entrada directamente-
No podía estar ahí, por alguna razón su mirada me llamaba demasiado la atención, me atraía, pero no iba a demostrarle eso a alguien que apenas sabía su nombre.