La esposa de Lena Luthor *Supercorp*

La esposa de Lena Luthor

Lena: Perspectiva

Es navidad y una vez más me encuentro sola en mi oficina, sentada en mi escritorio, firmando una montaña de documentos mientras me tomo mi 3 botella de vino tinto, ya es de noche y todos mis empleados se fueron a sus casas a celebrar este día tan especial con sus familias.

-Debería llamar a mi madre- pienso en voz alta- es decir, sé que me odia, pero al menos no estaría sola- y Lex ni pensar además está en la cárcel.

Giro la copa de vino en mis manos mientras recuerdo todas las navidades junto a mi madre y Lex, durante nuestra niñez el recibía todos los regalos y halagos, lo guapo que se veía con su pequeño trajecito, yo también recibía muchos regalos , el lujo nunca fue un problema, pero mientras Lex era despertado por mi madre con un beso en la frente en la mañana de navidad, yo solo recibía un frio despertar por parte de la servidumbre mientras mi madre me arrojaba el primer regalo con mala cara y le enseño a Lex que yo no era bienvenida en la familia.

Así que Lex creció odiándome.

De pequeña siempre me esforzaba por tener un buen comportamiento y no ensuciar mis costosos vestidos pero mi madre siempre tenía algo que decir, todo lo que yo hacía, por más mínimo que fuese, le molestaba, siempre me recordaba que solo me adoptó para tener una imagen de mujer bondadosa frente a la sociedad, por fortuna tenia a mi padre a mi lado, el cual me veía comprensivamente mientras me sentaba en su regazo, diciéndome que él si me quería y estaba feliz de tenerme en la familia, lamentablemente falleció hace unos años.

Mi madre aún conserva ese frio comportamiento conmigo.

Supongo que hay cosas que nunca cambian.

Tomó mi celular y busco entre mis contactos el celular de la chica que últimamente se ha apoderado de mis pensamientos, la mujer de mis sueños: Kara Danvers.

La hermosa y tímida reportera la cual me roba suspiros cada vez que me mira a través de esos adorables anteojos.

¿Debería llamarla? , mejor no, además ¿bajo qué escusa? Me moriría de vergüenza si durante la llamada no encuentro una buena excusa para explicar el motivo de mi llamada y presentarme nuevamente en su casa de modo acosadora justo hoy cuando debe estar reunida en familia me daría mucha vergüenza.

Es increíble como soy capaz de liderar un imperio con millones de empleados pero me veo incapaz de invitar a salir a la chica que me gusta, Por Dios ni siquiera lo sabe.

-Moriré sola- suspiro con pensar.

-No necesariamente- escucho una extraña voz- Solo estas sola porque así lo has decidido.

Miro a mi alrededor tratando de encontrar la proveniencia de esa voz la cual no reconozco y al encontrarla no puedo creer lo que mis ojos están viendo.

En medio de mi oficina, de pie, se encuentra un hombre mayor con una abundante cabellera blanca, con un smoking de chaleco rojo y pantalones verdes, la imagen es muy pintoresca, frunzo el entrecejo incrédula.

-¿Quién es usted?- pregunto molesta colocándome de pie

-Soy la estación y la temporada, soy alguien y nadie a la vez- contesta con una sonrisa muy extraña-Estoy aquí, en todos lados y en ningún lugar, establezco el tiempo y espacio- dice estirando las manos haciendo gesto señalando los espacios de mi oficina- vengo con la víspera y me voy con el año nuevo.

-¿Qué?- "este hombre está loco" – Nada de lo que dijo tiene sentido ¿Quién lo dejó entrar?- vuelvo a mi escritorio y presiono las teclas del teléfono- llamare a seguridad.