what i want for christmas; xiuchen-chenmin

It's You

[24 de diciembre, 10:43 p.m.]

JongDae apaga la televisión y arroja el control remoto a un lado de sillón, bufando y cruzándose de brazos acostado boca arriba. No hay nada interesante que ver, todos los canales están saturados de basura navideña, películas que llevan pasando desde inicios del mes, programas viejos que ya nadie además de los ancianos recuerda haber visto y ah, que sorpresa, más basura navideña.

Suspira y se acomoda de mejor manera en el sillón, cubriéndose hasta el cuello con el cobertor que JunMyeon y SeHun le han llevado como regalo hace dos días antes de ir a la casa de los padres del menor, en Jeju. A JongDae le daban ternura ese par, así de tontos, de enamorados el uno del otro. Le traían recuerdos de él y MinSeok.

No quería pensar en eso.

Ya supone que ese año va a sumarse a la parte de la población que pasa la nochebuena encerrada en sus casas sin hacer nada.... Y se recrimina a sí mismo por haber sido tan terco y haberse negado a ir con su hermano, o con su madre, incluso YiXing, su vecino, le había propuesto ir a cenar con él y su pareja. Está comportándose justo como un viejo cuarentón huraño, ¡y apenas tiene 23!

Frunce los labios. Incómodo y fastidiado, se endereza hasta quedar sentado otra vez girando el cobertor para ponerlo en torno a su cuerpo, sobre sus hombros y sube las piernas para abrazarlas contra su pecho.

Aunque quiera, no hay mucho que pueda hacer a esas alturas. Es demasiado tarde como para intentar preparar una cena medianamente "elaborada" que posiblemente no será más que una sopa instantánea y una gaseosa (nota mental: hacer las compras); y además, aquello posiblemente sería tan sólo un desperdicio teniendo en cuenta que apenas y tenía apetito. No podía ponerse a hablar sobre regalos porque bueno, no hay a quien darle esa pequeña cajita envuelta en papel de regalo azul guardada en algún cajón de la recamara.

No está ahí y el pensamiento le hace tener tirones en el corazón.

JongDae suspira y gira la cabeza sólo para ver a Cherry, su pastor ovejero, durmiendo tranquilo en su cama. Luce justo como una gran bola de pelos a blanco y negro (aunque eso es lo que es en realidad) y él no puede evitar soltar una risita algo nasal. Todavía recuerda el día que MinSeok llegó con ese pequeño cachorro hiperactivo a la casa, alegando cuando JongDae se opuso por la falta de espacio que él a veces se ausentaba demasiado y no quería que se quedara solo durante ese tiempo. En aquel entonces el argumento le había parecido infundado, pero ahora lo agradecía. Hacía apenas diez meses que MinSeok no estaba con él y ya sentía un espantoso vacío alrededor de su pecho. Si Cherry no estuviera ahí, JongDae no sabía decir cómo se encontraría en esos momentos.

Se levanta arrastrando el cobertor con él como una capa sobre sus hombros y al pasar cerca de él se inclina para acariciarle por detrás de ese par de orejas respingonas. Cherry abre ojos apoyando las cabeza en sus patas delanteras y se le queda viendo con esos grandes ojos cafés. — ¿Quieres dormir conmigo esta noche? — El perro bosteza y, como si hubiera entendido, se levanta, se estira y apenas sacudirse se va caminando en dirección a la habitación — Tomare eso como un sí.

[25 de diciembre, 1:21 a.m.]

— Cherry, no... Cherry, ¡Cherry! — JongDae manotea medio dormido empujando su cabeza lejos para evitar que continúe lamiendo y dejando babas por su rostro.

Balbuceando incoherencias se levanta y después enciende la lámpara que está en el mueble al lado de la cama. Los grandes números del reloj marcan la 1:22 a.m. y él no puede evitar lloriquear como un niño. Talla su cara y voltea a ver a Cherry que caminando inquieto de un lado a otro de la habitación chillando bajo, rascando la puerta y mirándolo casi con súplica.