Final

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Yoongi estaba por primera vez en el mar de San Junipero, sus pies eran bañados por la espuma, no recordaba las cosquillas que le producía el agua helada cuando hacía contacto con su piel. Dejó sus lentes sobre la arena, había tomado la decisión de abandonarlos para siempre. Todo el ambiente era muy relajante, pero el repentino claxon de un auto le hizo dar un salto.

Hoseok lo esperaba en su jeep, llevaba puesto un traje muy formal, parecía un novio de esos que colocan en la cima de las tortas de boda.

─ ¿No te has arreglado para verme? ─ fingió indignación.

Yoongi bajó la mirada hacia su ropa, continuaba con jeans. Alzó la vista, en una abrir y cerrar de ojos ya llevaba un traje negro, pensaba que no le quedaba tan bien como a Hoseok pero era su mejor intento por lucir formal.

─ ¿Mejor?

Hoseok lo ayudó a subir el muro que separaba la arena de la carretera y cuando estuvo a su lado lo abrazó e hizo girar por los aires.

Recorrieron gran parte de la ciudad en el auto, cuando oscureció se dirigieron a un mirador. Observaron la ciudad recostados en el capó del jeep, era hermoso cómo el mar, las nubes y las luces estaban en perfecta armonía.

─ Parece tan real. ─ acarició el auto─ ¡Es tan real! ─ Yoongi bajó de un salto, comenzó a saltar, a patear la arena y a reír como demente.

─ ¿Qué haces?

─ Me encanta estar aquí.

─ Ya habías estado antes aquí.

─ Pero ahora vivo aquí. ─ Yoongi se acercó a Hoseok y apoyó sus manos en las rodillas del contrario. ─ Quédate conmigo.

─ Estoy contigo ahora. ─ dijo acariciando la mejilla de Yoongi con ternura.

─ No me refiero a eso, haz el ingreso permanente cuando llegue tu hora...

─ Yoongi ¿no podemos disfrutar esta noche?

─ Ya casi son las doce, en diez minutos te irás y tendré que esperar una semana para verte.

─ Solo vengo de visita.

─ Sí, un par de meses ¿y luego qué? ─ Yoongi se alejó, estaba comenzando a desesperarse.

─ No quiero hablar de eso.

─ Desaparecerás ¡Puedes quedarte para siempre! ¡Mira todo esto, tócalo!

─ Me voy.

─ No, escucha. ─ Enredó sus dedos en el cabello de Hoseok y lo miró a los ojos. ─ Es real, esto es real. ─ Sonrió y le mostró el anillo que ahora portaba en el dedo anular.

─ Vamos, sabes que solo ha sido un favor.

─ Te has casado conmigo.

─ Solo para que hagas el ingreso permanente, como un gesto de generosidad.

─ No es generoso que te vayas. ─ Hoseok comenzó a caminar y Yoongi lo interrumpió colocándose en frente de él. ─ Está bien, lo siento, es solo que...me han dado una oportunidad, nos han dado esta oportunidad y quiero compartirla contigo.

─ Te dije que está decidido. ─ esquivó a Yoongi y continuó caminando.

─ ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal porque tu esposa no está aquí? Fue su decisión. Eligió no quedarse aquí, te abandonó.

─ Qué sabes tú. ─ Hoseok giró y se acercó nuevamente.

─ Deberías estar enojado con ella, deja de castigarte. ─ Yoongi tomó a Hoseok de las manos pero este las empujó. ─ ¿No te das cuenta que lo que hizo fue muy egoísta?

Hoseok no lo soportó más y lo abofeteó.

─ Cuarenta y nueve años, estuve con ella cuarenta y nueve años. No puedes hacerte ni la más mínima idea. No puedes imaginarte el vínculo, el compromiso, el deseo, las risas, el amor ¡el puto amor! No lo sabes. ─ Las lágrimas caían solas, no pudo hacer nada para detenerlas. ─ Todo lo que sacrificamos, los años que le entregué, los años que me entregó ¿no pensaste en preguntar? Teníamos una hija, Hye. Tan difícil, tan preciosa, murió a los treinta y nueve años. Moonbyul y yo tuvimos que pasar por esa pesadilla ¿crees que eres el único que ha sufrido?

─ No lo sabía.

─ Tampoco preguntaste, cuando Moonbyul se estaba muriendo me dijo que no podía ingresar a todo esto de San Junipero ¿cómo lo haría sin Hye no está? Tan solo se marchó. ─ Yoongi quería encontrar las palabras correctas para calmar a Hoseok pero era imposible. ─ Me gustaría creer que ahora está con ella, que están juntas, pero sé que no. No están en ninguna parte, como debes creer tú. ─ Yoongi volvió a hacer el intento de acercarse pero el de mayor estatura volvió a empujarlo. ─ La verdad es que me diste lástima. ¿Quieres terminar en un lugar donde nada vale? ¿Quieres terminar como Mina? ¿Como todas esos desgraciados del Quagmire que intentan desesperadamente sentir algo? Pues anda, yo paso.

Hoseok subió a su jeep y dejó a Yoongi con un lo siento atorado en la garganta.



Su salud se había deteriorado, lo sentía, sentía que la vida se le iba pero no podía nada de resistencia ante ello. Ahora debía tener el balón de oxígeno conectado las veinticuatro horas, no podía caminar por su cuenta y había perdido el apetito casi por completo. Sintió como si en aquellas semanas hubieran pasado años enteros, sabía que moriría pronto y lo esperaba con ansias, por fin podría descansar.

Observaba la ciudad desde una de los grandes ventanales de la residencia, su asistente llegó con una manta para cubrirlo y se sentó a su lado.

─ Bueno, ya está.

Su asistente volteó y lo miró con atención.

─ Estoy listo.

─ ¿Para qué?

─ Para todo lo demás.



Yoongi llevaba gafas de sol, su ropa era ligera, las mañana de San Junipero se caracterizaban por ser calurosas pero no a tal punto de ser sofocantes.

Entró a su convertible rojo, le alegraba por fin tener un auto, ingresó un cassette al reproductor y empezó a conducir.

In this world we're just beginning

To understand the miracle of living

Baby I was afraid before

But I'm not afraid anymore

Los parlantes reproducían Heaven Is A Place On Earth de Belinda Carlisle y el viento despeinaba su cabello. Condujo por algunos minutos y por fin llegó a su destino, la casa de playa, su lugar preferido de la ciudad. Tocó la bocina y su persona favorita se asomó por la puerta. Hoseok corrió hasta su auto y subió de un brinco.

─ ¿Listo?

Recorrieron las carreteras a alta velocidad sin sentir miedo,  podían darse tantos besos como quisieran sin tener que observar el camino.

Tenían muchos planes juntos.

¿El primero? Ir a bailar al club hasta no sentir las piernas, la música que ponían allí era la mejor.



El edificio de TCKR Systems era inmenso, en sus instalaciones reposaban los dispositivos de todas las personas que habían optado por contratar sus servicios.

En la quinta planta, una gran mano robótica ingresó un dispositivo nuevo en el área llamada "San Junipero", la colocó junto a otro por petición del difunto. Las luces de ambos danzarían juntos para toda la eternidad.



Hola~

Pensé en avisar que este sería el capítulo final pero no soy de poner notas de autora al final así que quedó así;;

Aquí pueden dejar sus preguntas por si les quedó alguna, luego subiré una explicación de los términos utilizados y las respuestas.

Espero hayan disfrutado de esta historia tanto como yo.

Gracias por leer~

Feliz navidad ♡

heaven is a place on earth; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora