Siendo chico le parecía algo asqueroso como era de suponerse, ya que a la temprana edad de 6 o 7 años ese tema no es algo apetecible de hablar o experimentar, nunca quería hablar de eso, los padres como todos y cada uno de ellos en el mundo quería tener "la charla" en la cual le explicarían al niño como era todo y cada uno de sus detalles, él siempre la esquivaba, pero llego el día en el que tuvo que experimentarlo aun sin tener esa temida charla.
Ella era hermosa, una cara angelical que con tan solo una sonrisa hacia detener el mundo de aquel muchacho, de esas damas delicadas, sensibles, tiernas, en pocas palabras, la mujer mas hermosa que él había visto. Nunca habían pasado de una o dos miradas, eran compañeros de colegio pero esto no ayudaba demasiado, ya que ella tenia sus amigos y él los suyos; la fiesta de fin de curso iba a ser el lugar y la excusa perfecta para acercarse a charlar; estaba hermosa, el color rosa del vestido resaltaba sus brillantes ojos azules, él se acerco lentamente y con un débil "hola" comenzó la inesperada velada que sucedería.
Luego de un par de horas de charla, risas, y roses de brazos, llego el momento, un lento, era lo que necesitaba, la tomo de la mano y la llevo al centro de la pista de baile, comenzaron lentamente a acercarse uno al otro, el ritmo los llevaba, él estaba muy nervioso, jamas había besado a una muchacha y sus amigos le habían dicho que era una sensación muy extraña de asco y adrenalina simultáneamente, por un momento pensó que no lo lograría, tenia ganas de soltarla y salir corriendo pero la pasión de la canción que sonaba de fondo le dio el impulso y se abalanzo sutilmente sobre la sorprendida señorita que con mucho gusto le devolvió el beso; sus labios se tocaron, una sensación de húmedo y acolchonado recorrió su boca, la abrieron un poco ambos, y sucedió lo esperado, empezó a sentir unas frías y rasposas patas apenas tocando su lengua, él, perdiendo la concentración se preguntaba si debía seguir con lo ojos cerrados o no, pero se guió por su instinto y trato de concentrarse, las patas se adentraban cada vez mas en su boca, empezó a sentir al animal entrar en ella, seria de unos 15 o 20 centímetros era muy frió y tenia la piel áspera como una serpiente, él suponía que seria de ese estilo de animal, el bicho termino de entrar entero, y ambos separaron sus labios, "¿Te dio mucho asco?" fueron las primeras palabras de la avergonzada señorita, el muchacho sonriendo negó con la cabeza y ambos se echaron a reír.
Por fin, por fin lo había logrado, había podido vencer su temor, ahora era uno mas del montón ya había dado su primer beso, el bicho había entrado por fin.